Vista
DRAGONSLAYER, en su rareza no es difícil situarla esa etapa "perdida" de Disney. No es fácil averigüar qué intentaban hacer con ella; se niega a ser una peli infantil, como un intento
respetable de espada y brujería, muy seria, sin ñoñerías, algún desnudo... pero demasiado sencilla y tontorrona para ello, un cuento al que le han quitado todo el encanto. Hay apuntes interesantes sobre el dragón como una fuerza primaria malvada, caótica, ya moribunda, en un mundo de hombres que no son malvados pero sí débiles y corruptos: el rey que se presenta al final "a hacerse la foto" es una buena idea. Sin embargo luego la propia peli es antipática, con gente de motivos huidizos (el amago de villano o el mago Ralph Richardson) y una pareja dando tumbos todo el rato ("Bizcochito" y la chica, casi el personaje más interesante y mejor interpretado). Una cosa extraña que huele a demasiadas manos en el mismo puchero.
Eso sí, está empaquetadita luce muy por encima de la media del género, con una foto fantástica del DP de
ALIEN (¿¿¿cómo hizo tan poco este hombre???) tanto de puertas adentro como en exteriores muy lucidos, la música orquestal que North recicla de su
2001 le sienta sorprendentemente bien a la peli... Incluso el dragón es una virguería
go-motion, que por momentos luce de narices (salvo cuando te chilla la integración óptica) y que ruedan tras estudiarse
TIBURÓN.