DUNE / Villeneuve

Más que cambiar a la sociedad es poder dar, aunque sea sutilmente, su mirada particular del mundo, si no lo haces la película es carne de productor (como las marveladas), los medios de producción se comen al director y lo que queda es el discurso dominante de moda en el momento de la película, que es lo que va a querer una gran empresa como una productora.

Esto con Villeneuve ni se discute, es pura industria y vacío, nadie truncó ni prostituyó ninguna carrera en Canadá porque lo que hacía (Incendies) ya era carne de festival para dar el salto a Hollywood.
 
A ver si lo entiendo. Está bien visto que un director diga que con su trabajo pretende "cambiar la sociedad", pero no está bien visto cuando uno ve adoctrinamiento de cualquier tipo en algo que no sea cine.

¿Es eso?
 
Entre dar su visión del mundo y adoctrinar hay un trecho bastante grande, pero sí, el artista tiene que poder expresarse como le dé la gana.
 
Desde el momento en que el artista se hace popular, su mirada puede influir en mucha gente y cambiar algo. A mí no me gustan los discursos ni mucho menos que el discurso pase por encima de la obra, pero un autor elabora un discurso a lo largo de su carrera casi incluso sin pretenderlo. Si no hay discurso no hay autor sino puro artesano (al servicio de), por lo que la definición de Jodorowsky no es mala.
 
Al Jodorowsky hay que entenderlo como a un señor mayor y muy fuera de su tiempo, que es el de la contracultura de los años 60, con todo su hippismo, drogas, actitud provocadora y veleidades místico-religiosas de todo tipo... que muy lógicamente le llevaron al rollo new age y a la autoayuda (cosa sí que ha estado de moda en los últimos años). Con Dune tenía unas ideas muy místicas y visionarias relacionadas con cambiar la percepción del espectador, llevarle a un estado de iluminación, utilizar el arte como una experiencia poco menos que mágica y trascendental... ese es el "cambio" que quería conseguir.

No tiene nada que ver con la idea más actual de "cambiar la sociedad" que tienen ciertos directores de cine social y orientados hacia la izquierda, como Ken Loach o gente por el estilo, que buscan alertar y concienciar sobre problemas reales, que abogan por un cambio real, material y político. La "revolución" del chileno es idealista y espiritual, busca cambiar las conciencias y liberar las mentes, como en la famosa canción de los Beatles.

Me ha acabado cayendo bien el Alejandro, pese a su ego, me parece entrañable su amor por todo lo que ha hecho, incluso algunas de sus ideas me parecen valiosas, pero también creo que hay que tomárselo en serio lo justo y verlo en su contexto.
 
Desde el momento en que el artista se hace popular, su mirada puede influir en mucha gente y cambiar algo. A mí no me gustan los discursos ni mucho menos que el discurso pase por encima de la obra, pero un autor elabora un discurso a lo largo de su carrera casi incluso sin pretenderlo. Si no hay discurso no hay autor sino puro artesano (al servicio de), por lo que la definición de Jodorowsky no es mala.
Que una obra puede llegar a transmitir eso... pues sí, es posible, pero también es cierto que eso pasa en un número pequeñísimo de ellas y que es posible que aunque el hombre lo intente y lleve esa intención, no lo consiga.

Y viceversa, hay obras que no se crearon con intención de cambiar nada en la sociedad y en cambio sí que lo han conseguido. Ahí tenemos la tira de ejemplos en pelis ochenteras/palomiteras que marcaron a muchos y decidieron enfocar su vida en algo debido a ello.
 
También se está sacando mucho jugo de unas declaraciones que a lo mejor al tío se le ocurrió soltar sin esperar mayor repercusión... creo que si se sabe leer entre líneas no tienen nada de polémicas. En cualquier caso, lo triste es que tiene razón.

Aunque también es verdad que de todo tiene que haber en la viña del Señor y no hace falta ir siempre con la armadura puesta. Aunque era SU proyecto, claro, es normal que esté algo dolido/rencoroso.
 
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Tiene bastante sentido lo que dice, el "Dune" de Villeneuve es una obra de estudio, no va a aspirar a grandes vanguardismos, ni propuestas rompedoras, ni a la sensación LSD que él pretendía que inspirase su versión. En el mejor de los casos ofrecerá un digno cine espectáculo.

La primera adaptación no le gusta nada, aunque él achaca el resultado final a interferencias del productor, no a la autoría de Lynch. Cosa que resulta ser cierta.
 
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