Es bien sabido por todo fan de Marvel que se precie (y si no lo es también) que todo lo que lleve el sello distintivo de la marca registrada va a tener una simbiosis conjunta entre todo lo que salga, como si de un puzzle engranaje se tratase, pareciendo una cadena de adn que se fusiona en uno, ya sea uno de los superhéroes principales a mayor gracia de Los vengadores o sea uno de los pequeños (nunca mejor dicho) como este Ant-Man el cual aparece, a tenor de la escena final tras los títulos de crédito, acabará formando en mayor o menor medida plantel para futuras entregas conjuntas al equipo mainstream por antonomasia.
Mientras tanto nos encontramos con un producto (muy) ligero, hijo de episodio piloto de cualquier serie que pasan por cualquiera de las televisiones actuales, donde se nos presenta al héroe en cuestión sólo que esta vez no es un ser atormentado, con problemas existenciales sino que estamos ante un ladrón informático, dotado con una mente privilegiada pero sin necesidad de estudios. El problema radica en que todo el rato juega con un tono confuso, no es definida. Un humor bobo y casi de risa enlatada inunda cada dos por tres casi todas las escenas dotando a la película de una sensación de que un exceso de desenfado puede llegar a ahogar el producto en cuestión. Sumémosle a la ecuación personajes secundarios con la tendencia a sobre dimensionar el chascarrillo barato, el humor bufo que recupera carcajada en la sala de cine pero que sólo sirve para que el ritmo y el metraje cuente con un consabido tropiezo, nada que le pueda aportar a la trama.
En este caso estamos en el comienzo de algo que pretende (la taquilla ya se encargará de si esto tendrá futuro inmediato o no) una saga propia pero que no sé hasta que punto esto puede llegar a tener solidez y fundamento como para tener tirón por derecho y autonomía propia. Contamos con un superhéroe que como otros tantos basa su fuerza y su destreza en un traje que lo hace pequeño cual hormiga en una especie de remedo a lo "el increíble hombre menguante" sólo que aquí la parte filosófica, sesuda, trascendental queda relegada a una pequeña escena difusa y poco agradecida sobre la abstracto, el espacio tiempo y poco más. Mientras tanto nuestro héroe (a su pesar) tiene que lidiar con el intento desesperado de conseguir el reencuentro con su hija, la lucha (interna) con su ex esposa y la consabida lucha de egos paternofiliales con el marido de su ex, escenas que para mi gusto son poco interesantes y más dignas de una serie formulaica que algo que merezca ser reseñado (para más inri, el momento happy end de familia feliz es algo muy mal realizado, tanto en forma como en fondo, por muy bonita que pueda resultar la escena).
Una extraña sensación durante todo el metraje acudía a mi mente y es que no llega a la nadería de cosas como "Los cuatro fantásticos" pero casi se le acerca. Estamos ante un héroe que poco o nada aporta tanto a Marvel como al cine de superhéroes, más allá del carisma (discutible) que, se supone, tiene el protagonista de esta función a medio gas. Su maestro y mentor, el gran Michael Douglas, se cree el personaje pero no aporta nada nuevo y mucho menos nada interesante, más bien formulaico dentro de un cúmulo de frases y momentos comunes. El apoyo de unos compadres irritantes y más bien toscos (sigo preguntándome quien decide o cree que este tipo de humor bobalicón puede resultar acertado o interesante) ayudan muy poco en la historia y le añadimos la guinda final con un villano rematadamente bobo, poco atractivo, insípidamente desastroso y sin el carisma suficiente como para resultar creíble, memorable y forzadamente insulso. De eso se sale con la conclusión que estamos ante una película sin sal, sin la fuerza narrativa suficiente como para resultar digna de mención.
¿Significa todo esto que estamos ante una mala película? no. Tampoco diría eso. Precisamente donde funciona, por extraño que parezca, no es en el entramado central donde descubrimos, una vez más, los planes malvados de Hydra para conquistar el mundo y el interés del bien común para salvar a la humanidad. No, la película funciona en la parte más esencial del género: la aventura, el descubrimiento de las posibilidades del héroe en ciernes. Cómo lograr hacerse fuerte en un entorno hostil o distinto (las distintas hormigas, a pesar del desastroso CGI en la gran mayoría de planos, resultan atractivas en su planteamiento y desarrollo). Incluso las escenas de los enfrentamientos cuerpo a cuerpo, siendo muy pocas, son lo mejor de la función. Más aún. Aplaudo la escena final no tanto en su aparatoso desarrollo de los efectos sino en el entramado de las diferencias objetivas entre lo diminuto y lo gigantesco (el golpe de efecto de los dos elementos en cuestión es, quizás, lo más divertido de la escena). Pero tristemente estamos ante un producto justo en forma y flojo en fondo, con un resultado tosco y poco agradecido que precisamente por ser mucho más liviano que sus hermanas mayores como puede ser toda la colección de títulos que conforman el conglomerado de "Los vengadores" no deja ni huella, ni poso ni sonrisa cómplice. Y es una verdadera lástima porque Marvel empieza a ponerse pesada con tanta trascendencia.