El Almodóvar post

¿ Cuál es tu film favorito de Almodóvar ?


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A lo mejor no estuvo enganchado, pero probarla, teniendo en cuenta además toda la troupe de la que se rodeaba ... Claro que precisamente sólo con las compañías que frecuentaba ya le daba para inspirarse sin tener que chutarse. Aparte de que el personaje de Banderas seguramente sea amalgama de él y otros conocidos suyos, o directamente tire del caballo porque en el cine queda más dramático que la farlopa, que está más asociada al cachondeito.

Un saludete.
 
en la peli, vemos como lo prueba por primera vez ya de mayor y se medio engancha

choca que luego diga en todas las entrevistas que no la ha probado nunca
 
En cierta manera yo me lo creo, este es como su antigua cuate Alaska, cultiva más la leyenda y el cuento que otra cosa ... claro que él tiene más talento artístico a mi modo de ver :juas.

Un saludete.
 
mezcla recuerdos propios y ajenos en el personaje de Salvador Mallo. No creo que Pedro mienta a estas alturas sobre eso, entre otras cosas porque ya dice abiertamente que del resto de drogas las ha probado casi todas.
 
Tacones lejanos

Diría que Almodóvar cuenta aquí una de sus historias más intensas y profundas, la de una relación materno-filial tan complicada como la vida misma (pese a la irrealidad y al disparate que son de esperar), en la que tienen lugar los sentimientos más dispares; envidia, rivalidad, una mezcla de dependencia y de búsqueda de una identidad propia, amor y odio… con referencia abierta a Bergman, el explorador de las angustias y conflictos humanos por excelencia. Sin embargo, Pedro no sería Pedro si no convirtiera ésto es una comedia gamberra (chistes sobre el VIH y una situación pretendidamente cómica en torno a una casi violación) y en un film noir en toda regla, con muerto, sospechas y una búsqueda del culpable análoga a la que los tres personajes centrales emprenden en pos de sí mismos, de su propio redención, librándose de las mentiras con las cuales ellos mismos han intentado protegerse (los “personajes” de Bosé, la carrera artística de Becky, la supuesta vida independiente y moderna de la protagonista, siempre sufriendo y a la sombra de su progenitora)… y es que tras el éxito profesional parecen ocultarse unos individuos profundamente solos y desarraigados.

No hace falta decir que Bosé es quien peor parado sale interpretativamente, de auténtico chiste (hacía falta alguien mejor para hacer creíble semejante dislate). El famoso (icónico) numerito que protagoniza (está muy presente el tema de la imitación, de la importancia – pese a todo – de ciertos simulacros) puede que haya contribuido a la fama de Almodóvar, no siempre justificada, de hacer sólamente películas de maricas y travelos. Noto, en fin, sobrecargada la trama, con lo de la cárcel, por ejemplo (otra vez las microhistorias de este hombre, tan ingenuas y entrañables)… avanzando un poco a martillazos, con algún falso final y uno definitivo que remata con anticlímax… aún así, el monólogo que explica el título resulta ser pura literatura. Seguimos con la estética tan característica, los instantes musicales, la importancia de los espacios (el juzgado y el plató de televisión, concretamente, como espacios de confesión), la mezcla de lo cómico y lo lacrimógeno… en general, el cine del manchego parece una enorme síntesis, de cine europeo y americano, siempre con lo pulp, lo folletinesco, la cinefilia, como referentes. Y el resultado, eso sí, es algo completamente suyo.
 
A mí Tacones Lejanos me parece muy floja, como buena parte del Almodóvar noventero. Menos mal que luego con el cambio de siglo se recuperó pariendo algunas de sus mejores obras. Almodóvar es irregular pero siempre interesante, y afortunadamente tiene la capacidad de resurgir cada cierto tiempo.

Y bueno, su amor por Madrid es probablemente es el más sincero y sentido de toda la historia del cine español, a pesar de no ser un cineasta de postales turísticas de la ciudad.

Un saludete.
 
Tacones lejanos arranca inmejorablemente, con esos fantásticos títulos de crédito de Juan Gatti ( los mejores que ha realizado y de los mejores de la historia del cine ) con el irresistible Miles Davis sonando de fondo.

Creditos+Tacones+Lejanos+2.bmp


Luego es cierto que es un film irregular, pero fascinante, al que le hace cojear que Pedro nos presente un thriller de intriga del que luego se desinteresa... y no porque lo que viene detrás ( el conflicto madre-hija ) no sea potente, sino porque frustra las expectativas creadas. Y Bosé es Bosé, una nulidad como actor, pero que si solo hubiera protagonizado la primera secuencia ( la de Letal cantando Un año de amor ) daría el pego , pero como juez... pfff.

A cambio, el duelo Victoria-Marisa es antológico, y la secuencia de la verdadera confesión entre ambas, memorable. La secuencia final es tambien muy emotiva, como dice Harkness, pura literatura. Y hay que reconocer que otra cosa no, pero Almodóvar tiene un olfato sensacional para las canciones, a Luz Casal la tocó la lotería cuando la puso a cantar boleros, realmente la redifinió musicalmente.


Fue la película con la que conquistó Francia, entre otras cosas porque Victoria Abril sale de Chanel y Marisa Paredes de Armani.
 
Todo sobre mi madre

Un Almodóvar maduro y crepuscular, por cuyos personajes irreverentes y excesivos han pasado los años hasta el punto de convertirse en parias, en seres olvidados, marginales y enfermos, heridos por el tiempo; él se encarga de darles voz, de revelar lo que llevan dentro, destapándose como un humanista de los pies a la cabeza. Un homenaje, además, a las mujeres de toda condición, tan diferentes pero tan iguales, en plena sintonía con lo que suele decirse de Almodóvar como gran conocedor del universo femenino; con compasión, respeto, admiración y profunda empatía que busca contagiar al espectador. Maneja bien los hilos de una trama donde nada queda descolgado, en la que Roth es protagonista y detonante, siendo su trágica pérdida y su búsqueda vital lo que evoluciona y se ramifica en una historia muy coral, sobre la puta vida, así en general, sobre cómo nos jode y cómo sobrevivimos a ella, cómo siempre queda lugar para la esperanza y el futuro (mucha autenticidad tras un argumento, otra vez, inverosímil, disparatado y melodramático como el que más). La ambivalencia sexual, el colorido de los escenarios, acaba por descubrir una realidad sumamente viva, ajena por completo a blancos y negros, con la distancia justa y con una calidez muy característicamente almodovariana.

Memorable la Agrado, contrapunto tragicómico muy bien escrito y mejor ¿interpretado? por Estela Reynolds, que casi parece un retazo de la época más gamberra del director; una especie de criatura mágica, entre la aparente idiotez y la sabiduría callejera. Cuestiones de transexualidad, lesbianismo, etc. son tratadas con naturalidad, curioso que nadie aquí sea completamente hetero ni “normal”; más que quedarse en la simple reivindicación, nos están hablando de lo complicado, de lo imprevisible de las relaciones humanas y del amor, creando individuos poliédricos que esquivan hábilmente el topicazo (por ejemplo, la Sardá como hombre de la casa, ante la senilidad de su marido). Una vez más, tiene un peso importante la representación (la actuación, la doble cara de cada uno) y las referencias tanto teatrales y del cine como artísticas en general (Capote, Gaudí, Chagall, etc.). Me ha pasado con Pene lo mismo que con Banderas en ¡Átame!, no sé si estoy ante un fenomenal director de actores, o es que ella es un ser absolutamente monjil; igual es mi problema, pero su personaje es tan abiertamente adorable, tierno y virtuoso que sí que me empalaga… el tono de cuento (mal imitado por gente como Médem) es otra cosa que, de igual manera, puede convencer más o menos, según cada uno.
 
Gran análisis. Aunque uno capta inmediatamente esa especie de crepúsculo de personajes de la movida madrileña ( habilmente trasladados a un escenario difernte como es Barcelona para que no fuera muy evidente la analogía ) no lo había sabido expresar como tu.
Barcelona funciona maravillosamente como esa huída hacia delante, en ese túnel- útero del que renace Manuela-Roth y en el que es acogida con calidez mediterránea.

Es la película bisagra y fundamental en la carrera de Pedro mas allá de su consagración internacional ( Cannes, Goyas, Oscar, crítica rendida - inclusive Dirigido Por ! - , etc. ) por su madurez narrativa total, alguien plenamente consciente de su solidez como escritor y su coherencia a la hora de engarzarlo todo en un ritmo envidiable. Hay grandísimos momentos de narrador ( la piedad en cámara subjetiva, por ej. ) , pero Almodóvar lejos de repetirse se reinventa a partir de la sobriedad, y creo que ahí radica precisamente su gran valía: toda la verosimilitud que destila la historia increíble y hasta culebronera radica ahí.


Pedro consigue superar uno de sus habituales y reincidentes fallos de películas anteriores: no sabía engarzar adecuadamente tramas y personajes muy distintos entre sí. Por ejemplo, en Átame! toda la trama del director de cine Francisco Rabal no casaba bien con la principal de Abril y Banderas. En KiKa era casi todo un dislate, con Peter Coyote y Alex Casanovas yendo en una dirección, Andrea Caracortada por la suya, Rossy de Palma en otra, Verónica Forqué en medio...

Aquí a pesar del eclecticismo absoluto de sexualidades y clases sociales, todos están unidos por el dolor y la pérdida. Como cuando vas a un hospital ( no casualmente la Roth es enfermera ) y te igualas con tu compañero de habitación y sus seres queridos , aquí la Sardá , que es un poco una ama de casa de la que se intuyen dejes homófobos e intolerancia, termina rendida y dándose cuenta de que no es tan diferente de ese travesti que ha preñado a su hija.

La Agrado es una creación grandísima, una pena que Antonia San Juan no terminara de cuajar del todo con la troupe almodovariana y no haya vuelto a trabajar con ella.
 
A mí, es de las que menos me gustan del manchego. Tampoco me parece mala.
 
Sobrevalorada. Se la consideró como su cénit artístico cuando realmente su gran película fue la que vino justo después.
 
A mi me costó pillarle el toque a Hable con Ella. Tal vez porque tenía mis conflictos personales con el personaje de Benigno. Pero si, es una grandísima película con algun pero aislado.
 
Pues yo pienso que 'La mala educación' es fácilmente la mejor película de la segunda etapa de esplendor de Almodóvar, por encima de 'Hable con ella' y la anterior.

Un saludete.
 
yo creo que Todo sobre mi madre es la pelicula que mas me gusta de Almodovar, mas equilibrada, entre la comedia y el drama. Me gustan mucho las primeras pero son un desmadre, y de las ultimas Volver y Hable con ella.
 
Hable con ella

Culmen y absoluta explosión de talento almodovariano, un melodrama de intrincada estructura que va y viene en el tiempo, pivotando la historia en torno a dos personajes masculinos, antítesis uno del otro, y aún así, la cosa deriva en una desgarradora historia de amistad, o de amor (poco importa, pues de nuevo hay un constante juego en torno a roles masculinos y femeninos intercambiados -la torera y su amante abnegado, el aventurero seductor y el rarito que genera dudas-). Benigno (impresionante y esquiva interpretación del Cámara) no sabemos si es un pobre cabrón enloquecido por la soledad, o bien un romántico hasta las más extremas consecuencias; un tipo que es la bondad personificada, cuya relación con su paciente comatosa es más auténtica que las de quienes le rodean… surgiendo de aquí una visión polémica, provocadora, del amor (si dicha provocación a veces ha sido gratuita en Almodóvar, esta vez la lleva a un terreno reflexivo y lleno de incertidumbre moral). Una vez más, el ser humano es un animal perdido y carente de manual de instrucciones, y lo que no deja de ser una historia truculenta bien puede ser visto como un poético cuento de hadas (como ¡Átame! pero en serio). Está presente la idea del milagro (con referencias a las supersticiones y al culto a los santos) y la conclusión es demoledora: el amor genuino es lo único capaz de derrotar a la muerte misma.

La recomposición que hace la narración de diferentes tiempos llega a ser incluso onírica (ésto me provocó la impresión desconcertante de que tal o cual personaje había vuelto a la vida), con los instantes musicales de rigor (en este caso, danza contemporánea) que quiebran brevemente la realidad. Por otra parte, Marcos (Grandinetti) es desde el principio un tipo que huye, cuyas relaciones no consisten en amar, sino más bien en compartir soledades, en buscar al otro sólamente para refugiarse en uno mismo, olvidar a quien ha estado antes y negar la realidad… tanto él como el personaje de Rosario Flores (subtrama la suya culebronesca al máximo, explotando los tópicos de la España profunda y castiza) son semejantes, por lo tanto, en su desamparo y búsqueda de calor humano. Y es que los cuatro protagonistas están sumidos, cada uno a su manera, en un profundo aislamiento del que luchan por salir. El final, tan dramático, tambien es una oportunidad para el nacimiento de una nueva vida y de un nuevo comienzo (de la muerte surge la vida, de lo masculino lo femenino, etc. tal y como explica -un tanto obviamente- la Chaplin). Muy pulida y controlada la estética, sin estridencias, ingeniándoselas el manchego incluso para colar algún diálogo zafio de los suyos, sin esperártelo en absoluto (la estirada recepcionista de la clínica... y lo que suelta así por las buenas).

Y genial cortometraje en sí mismo que es El amante menguante, todo un homenaje al cine mudo que se casca el Pedro y que condensa con elegancia la idea fundamental de la película.
 
es una película impresionante, y es increíble lo precisa que resulta en su narrativa pese a sus monumentales riesgos. El final es conmovedor, con Grandinetti reviviendo la historia de Cámara, un homenaje al que seguramente será el ser humano que mejor le ha comprendido.
 
Sin duda extraordinaria pareja protagonista la de Cámara y Grandinetti, dos de los mejores actores de su generación de sus respectivos países. Y grande Almodovar aquí, demostrando que los hombres también saben amar a las mujeres, y que pueden tener la misma sensibilidad siendo heteros. Aún con todo, no es su mejor trabajo para mi gusto, pero está sin duda entre lo mejor que ha rodado.

Un saludete.
 
Lo pongo aqui porque aunque la entrevista es para promocionar Dolor y Gloria en el festival de Cannes, Pedro habra de proyectos futuros y , sorpresa, entre ellos hay una serie


P. ¿Lo siguiente va a ser una serie o una película?

R. Lo que estoy preparando es una película; estoy escribiendo dos guiones que adaptan novelas anglosajonas. Y quiero hacer las dos. Y para una serie, hay un libro de relatos que me gusta muchísimo y ese sería su formato. Pero yo impondría la duración natural de cada historia, los capítulos durarían según cada cuento. Les uniría que proceden de la misma autora. Bueno, estamos hablando de un futuro de aquí a cuatro años.

P. Es un gran cambio como guionista. ¿Se siente cómodo como adaptador?

R. He reducido tanto mi vida que, aunque estoy al tanto de la realidad española, no controlo los pequeños detalles de la vida de los españoles, sobre todo de las generaciones que no son la mía. Debería documentarme porque ya no sé cómo son, por ejemplo, las peluquerías. Por eso me he pasado a adaptar obras literarias [reflexiona]. Algún día me gustaría filmar alguna novela española como La tía Tula. Me atraen mucho las películas que ocurren en los pueblos.



Es muy interesante lo que propone de la duración libre de cada capítulo de la serie. Desde luego si hay a alguien a quien Netflix, Movistar o HBO le pondrían libertad en ese sentido sería a Pedro. Y quien sabe si sería el primer director en lograr abrir una senda en ese camino ( la duración acotada de capítulos es innegociable en el mundo audiovisual )
Me da que ese autora de la que habla pueden ser Ruth Rendell o Alice Munro, a las que ya adaptó con anterioridad.

muy intersante lo que revela acerca del alejamiento progresivo hacia la realidad y su refugio en las adaptaciones literarias.


lo de la tía Tula ya se lo había oido en alguna ocasión, que era fan del film de Miguel Picazo.
 
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