Sorel
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Atreyub
En busca y captura
Respuesta: El Bond post
(Live and let die, Guy Hamilton, 1973)
Como dice el dicho: "A rey muerto rey puesto" y es la sensación que me deja este punto y aparte (pero también seguido) en cuanto a la saga Bond. En este caso Connery se despedía de la saga con "Diamantes para la eternidad" y el listón estaba demasiado alto. El temor era evidente pues, ¿a quien iban a poner ahora que mantuviese el estatus, mantuviese el interés y sobre todo captase la atención de los espectadores? El resultado era evidente cuando fue Lazenby el que interpretó al agente 007. En este caso contaron con Roger Moore, que procedía de la serie televisiva "El santo" y en el cual ya se había pensado anteriormente para interpretar a James Bond (fue él quien declinó la oferta por verse "demasiado joven" para interpretarlo).
Pues bien, el reinado Connery tocaba a su fin y empezaba el de Moore, quien interpretaría hasta la fecha más entregas del personaje. El cambio general es más que patente aunque el director fuese alguien conocido para la saga. Un tono más diáfano para empezar, sin mucho riesgo en la propuesta y dejando a un lado la sofisticación de entregas anteriores se adentraba por completo en el blackxplotation tan de moda en la época junto con el cine de aventuras con el folklore de New Orleans donde ritos y sacrificios junto con una acción despreocupada en islas caribeñas alejándose del suspense, la tecnología y villanos con ansias de conquistar y dominar el mundo.
Es un filme extraño en cuanto a su exposición pero más fallido en su resultado. Primero y principal porque la película está dividida en dos partes que no se sustentan ni se complementan, dejando la película en tierra de nadie. Moore es un actor con presencia, con gancho para las féminas pero demasiado encorsetado para interpretar al espía más famoso de todos los tiempos. Le viene grande el rol de héroe de acción y se nota muchísimo en los enfrentamientos cuerpo a cuerpo y demasiado parco en la eficacia de los mandobles. Un filme que apenas destaca por algo en concreto a pesar de contar con algunos ingredientes interesantes como la presencia inquietante de Baron Samedi, alguien inmortal que no conoce la muerte como bien demuestra los últimos segundos del metraje y quien debería haber sido el villano protagonista y no un secuaz, la persecución en las lanchas aunque sea de un metraje demasiado largo o el atemporal tema de Paul Mccartney, con sonidos pop / funky, acorde con el tono de una parte de la historia.
Cargada de humor bobo (la carrera por encima de los cocodrilos, el resultado final para Kananga, entre esperpéntico y cómico, el sheriff irritante salido de una de Landis o Reitman, el descubrimiento de Mr. Big) que suaviza por completo el tono más serio de anteriores entregas y una arritmia bastante patente a lo largo de todo el metraje "Vive y deja morir" se me antoja uno de los títulos más insustanciales de lo que llevo de saga y aunque no puedo tacharla de mala pues sigue la constante general de la saga pero sí puedo hacerlo de floja, sin nada que destaque en especial y siendo un producto difícil de encajar. Kananga es un villano sin química / mítica, Moore no (me) da la talla como Bond, las chicas Bond son las más insustanciales hasta la fecha a pesar de estar envueltas en misticismo y el filme es un quiero y no puedo, culpa en parte de las modas de la época pero que no cuadra en este caso concreto y chirría demasiado.
El producto hubiese sido mucho más acertado para alguien como Charles Bronson o Chuck Norris, incluso podría ser un preámbulo de "Remo, desarmado y peligroso" (del propio director) donde el género policiaco era el ideal pero no para alguien como James Bond, acostumbrado a intrigas de espías, asesinos a sueldo y maquinarias espaciales que no traficantes de medio pelo, fantasías aventureras sin mucho punch y con una carencia notable en la inventiva expuesta. Incluso se recurre a la escena más destacable de "Desde Rusia con amor" donde Bond luchará contra el esbirro mecánico en el interior de un tren sólo que aquí adolece de poca garra, nunca mejor dicho.
(Live and let die, Guy Hamilton, 1973)
Como dice el dicho: "A rey muerto rey puesto" y es la sensación que me deja este punto y aparte (pero también seguido) en cuanto a la saga Bond. En este caso Connery se despedía de la saga con "Diamantes para la eternidad" y el listón estaba demasiado alto. El temor era evidente pues, ¿a quien iban a poner ahora que mantuviese el estatus, mantuviese el interés y sobre todo captase la atención de los espectadores? El resultado era evidente cuando fue Lazenby el que interpretó al agente 007. En este caso contaron con Roger Moore, que procedía de la serie televisiva "El santo" y en el cual ya se había pensado anteriormente para interpretar a James Bond (fue él quien declinó la oferta por verse "demasiado joven" para interpretarlo).
Pues bien, el reinado Connery tocaba a su fin y empezaba el de Moore, quien interpretaría hasta la fecha más entregas del personaje. El cambio general es más que patente aunque el director fuese alguien conocido para la saga. Un tono más diáfano para empezar, sin mucho riesgo en la propuesta y dejando a un lado la sofisticación de entregas anteriores se adentraba por completo en el blackxplotation tan de moda en la época junto con el cine de aventuras con el folklore de New Orleans donde ritos y sacrificios junto con una acción despreocupada en islas caribeñas alejándose del suspense, la tecnología y villanos con ansias de conquistar y dominar el mundo.
Es un filme extraño en cuanto a su exposición pero más fallido en su resultado. Primero y principal porque la película está dividida en dos partes que no se sustentan ni se complementan, dejando la película en tierra de nadie. Moore es un actor con presencia, con gancho para las féminas pero demasiado encorsetado para interpretar al espía más famoso de todos los tiempos. Le viene grande el rol de héroe de acción y se nota muchísimo en los enfrentamientos cuerpo a cuerpo y demasiado parco en la eficacia de los mandobles. Un filme que apenas destaca por algo en concreto a pesar de contar con algunos ingredientes interesantes como la presencia inquietante de Baron Samedi, alguien inmortal que no conoce la muerte como bien demuestra los últimos segundos del metraje y quien debería haber sido el villano protagonista y no un secuaz, la persecución en las lanchas aunque sea de un metraje demasiado largo o el atemporal tema de Paul Mccartney, con sonidos pop / funky, acorde con el tono de una parte de la historia.
Cargada de humor bobo (la carrera por encima de los cocodrilos, el resultado final para Kananga, entre esperpéntico y cómico, el sheriff irritante salido de una de Landis o Reitman, el descubrimiento de Mr. Big) que suaviza por completo el tono más serio de anteriores entregas y una arritmia bastante patente a lo largo de todo el metraje "Vive y deja morir" se me antoja uno de los títulos más insustanciales de lo que llevo de saga y aunque no puedo tacharla de mala pues sigue la constante general de la saga pero sí puedo hacerlo de floja, sin nada que destaque en especial y siendo un producto difícil de encajar. Kananga es un villano sin química / mítica, Moore no (me) da la talla como Bond, las chicas Bond son las más insustanciales hasta la fecha a pesar de estar envueltas en misticismo y el filme es un quiero y no puedo, culpa en parte de las modas de la época pero que no cuadra en este caso concreto y chirría demasiado.
El producto hubiese sido mucho más acertado para alguien como Charles Bronson o Chuck Norris, incluso podría ser un preámbulo de "Remo, desarmado y peligroso" (del propio director) donde el género policiaco era el ideal pero no para alguien como James Bond, acostumbrado a intrigas de espías, asesinos a sueldo y maquinarias espaciales que no traficantes de medio pelo, fantasías aventureras sin mucho punch y con una carencia notable en la inventiva expuesta. Incluso se recurre a la escena más destacable de "Desde Rusia con amor" donde Bond luchará contra el esbirro mecánico en el interior de un tren sólo que aquí adolece de poca garra, nunca mejor dicho.
Atreyub
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Lo de las lanchas, con menos metraje y sin lo del sheriff guasón irritante de por medio quizás mejoraria. Esa parte, no la peli, que es bastante flojota.
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Sorel
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Es una de mis favoritas; lo de los ataudes y el falso entierro es tan absurdo como deliciosamente fantástico, y es la clave para el resto del film. El villano tiene un carisma tremendo, auqnue lo de mister Big es un poco rodículo. El reloj es un gran gadget y la idea de Bond en Harlem y contra el vudú es una imagen refrescante y novedosa; Bond vs cualquier puntal icónico siempre me parecerá unanbuena idea. Seymour es una de las mejores chicas Bonds, y también bastante original, y lo de perder los poderes al perder la virginidad, descacharrante.
Pero el humor es algo tan personal... Yo me río con esta pelicula, me parece divertidisima, y no me molesta en abosluto. Creo que el uso de la canción de Macca está además bien llevado. Una de mis favoritas, sin duda.
El Hombre de las PIstolas de Oro es junto a Octopussy la única Bond que hace mucho, mucho que no veo, y eso puede dar una idea de la impresión que me dejaron, que no fue demasiado buena, y sin embargo tampco puedo decir que tenga sabor demasiado amargo; tengoq ue recuperla en breve. Y Octopussy también.
La Espia que me Amó es una joya, pero de esa ya hablaremos. De todas maneras, te aviso que el humor y el absurdo va aestar muy presente en cada peli de Moore, a veces más, a veces menos, pero ahí está... Salvando quizás mi otra favorita, Solo Para Tus Ojos.
Si te sirve de consuelo, es opinión bastante extendida que Moore no se sintió realmente cómodo en el personaje hasta La Espia Que Me Amó, y auqnue opiniones populares no neceariamente han de ser regla, no te desanimes aún con el Santo.
Es una de mis favoritas; lo de los ataudes y el falso entierro es tan absurdo como deliciosamente fantástico, y es la clave para el resto del film. El villano tiene un carisma tremendo, auqnue lo de mister Big es un poco rodículo. El reloj es un gran gadget y la idea de Bond en Harlem y contra el vudú es una imagen refrescante y novedosa; Bond vs cualquier puntal icónico siempre me parecerá unanbuena idea. Seymour es una de las mejores chicas Bonds, y también bastante original, y lo de perder los poderes al perder la virginidad, descacharrante.
Pero el humor es algo tan personal... Yo me río con esta pelicula, me parece divertidisima, y no me molesta en abosluto. Creo que el uso de la canción de Macca está además bien llevado. Una de mis favoritas, sin duda.
El Hombre de las PIstolas de Oro es junto a Octopussy la única Bond que hace mucho, mucho que no veo, y eso puede dar una idea de la impresión que me dejaron, que no fue demasiado buena, y sin embargo tampco puedo decir que tenga sabor demasiado amargo; tengoq ue recuperla en breve. Y Octopussy también.
La Espia que me Amó es una joya, pero de esa ya hablaremos. De todas maneras, te aviso que el humor y el absurdo va aestar muy presente en cada peli de Moore, a veces más, a veces menos, pero ahí está... Salvando quizás mi otra favorita, Solo Para Tus Ojos.
Si te sirve de consuelo, es opinión bastante extendida que Moore no se sintió realmente cómodo en el personaje hasta La Espia Que Me Amó, y auqnue opiniones populares no neceariamente han de ser regla, no te desanimes aún con el Santo.
Atreyub
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En lo de que el humor es subjetivo: totalmente. Me imagino, como en tu caso, que habrá quien les funcione el de aquí y habrá, como en mi caso, que no tanto (prefiero el chascarrillo seco y a cuentagotas de Connery, la verdad).
Mira, si la película hubiese seguido el tono serio del falso entierro (que me estaba gustando, ese secuaz por detrás y ZAS, "tú eres el muerto",) hubiese sido genial. Y ojo, Dr. No ya era una mezcla entre espionaje y aventuras pero mantenía el tono y la conjunción de géneros sin chirriar y siendo un todo. Aquí me cuesta porque lo encuentro todo más forzado que de costumbre y aunque es cierto que quizás el cambio aventurero es más remarcado por contra me resulta impostado para el tono particular de la saga.
En cuanto a las consiguientes entregas... ya hablaremos, sin lugar a dudas. (le tengo muchísimas ganas a la siguiente: por mini Felipe González, por Lee y porque creo que es más del estilo "Sólo se vive dos veces", creo, ojo). También te digo que este tropezón con Moore no me impide querer seguir descubriendo el resto de entregas: ya digo, estoy disfrutando mucho este ciclo.
En lo de que el humor es subjetivo: totalmente. Me imagino, como en tu caso, que habrá quien les funcione el de aquí y habrá, como en mi caso, que no tanto (prefiero el chascarrillo seco y a cuentagotas de Connery, la verdad).
Mira, si la película hubiese seguido el tono serio del falso entierro (que me estaba gustando, ese secuaz por detrás y ZAS, "tú eres el muerto",) hubiese sido genial. Y ojo, Dr. No ya era una mezcla entre espionaje y aventuras pero mantenía el tono y la conjunción de géneros sin chirriar y siendo un todo. Aquí me cuesta porque lo encuentro todo más forzado que de costumbre y aunque es cierto que quizás el cambio aventurero es más remarcado por contra me resulta impostado para el tono particular de la saga.
En cuanto a las consiguientes entregas... ya hablaremos, sin lugar a dudas.
(le tengo muchísimas ganas a la siguiente: por mini Felipe González, por Lee y porque creo que es más del estilo "Sólo se vive dos veces", creo, ojo). También te digo que este tropezón con Moore no me impide querer seguir descubriendo el resto de entregas: ya digo, estoy disfrutando mucho este ciclo.
Mensch Maschine
Santur
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Bueno, quizá no sea la más loca, pero esa también tiene sus momentos: la persecución 'madrileña' en el dos caballos, la lolita ninfómana, la Thatcher siendo cortejada por un loro
... y por encima de todo, la infame música 'chucu-chucu-guau-guau' de Bill Conti (en cambio, el tema principal es de los más bonitos de la saga).
Un saludete.
Bueno, quizá no sea la más loca, pero esa también tiene sus momentos: la persecución 'madrileña' en el dos caballos, la lolita ninfómana, la Thatcher siendo cortejada por un loro
... y por encima de todo, la infame música 'chucu-chucu-guau-guau' de Bill Conti (en cambio, el tema principal es de los más bonitos de la saga).Un saludete.
Sorel
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Lee es Lee; casi todas las escenass que recuerdo del film son de él, y es un villano genial, además de primo segundo de Fleming; esa y el duelo final. Y el principito Nick Nack, que fijate tú, es de lo más criticado de la pelicula. Y una tercera tetilla, que me tiene traumatizado dese pequeño; no, no es lo mismo que con la prostituta de Desafío Total, no...
Lee es Lee; casi todas las escenass que recuerdo del film son de él, y es un villano genial, además de primo segundo de Fleming; esa y el duelo final. Y el principito Nick Nack, que fijate tú, es de lo más criticado de la pelicula. Y una tercera tetilla, que me tiene traumatizado dese pequeño; no, no es lo mismo que con la prostituta de Desafío Total, no...
Sorel
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Pues fijate tú que la música de Conti me parece que le va como anillo al dedo y la canción es de las mejores, aunque me doy cuenta de que hablando de Bond clasico, las mejores son casi todas...
; si, la pelicula tiene humor, pero es un humor más de la época y menos del Bond de Moore; es un film de acción más de los tiempos, con un tono menos pulp, y con algo más serio, aunque sigue siendo una de aventuras fantástica; y ciertamente, lo de los madriles a son de flamenco es ya historia de España...
Pero es que ni las de Dalton se libran de sentido del humor y de su aura de fantasia. Con Bond todo esto es muy relativo.
Bueno, quizá no sea la más loca, pero esa también tiene sus momentos: la persecución 'madrileña' en el dos caballos, la lolita ninfómana, la Thatcher siendo cortejada por un loro
Un saludete.
Pues fijate tú que la música de Conti me parece que le va como anillo al dedo y la canción es de las mejores, aunque me doy cuenta de que hablando de Bond clasico, las mejores son casi todas...
; si, la pelicula tiene humor, pero es un humor más de la época y menos del Bond de Moore; es un film de acción más de los tiempos, con un tono menos pulp, y con algo más serio, aunque sigue siendo una de aventuras fantástica; y ciertamente, lo de los madriles a son de flamenco es ya historia de España... Pero es que ni las de Dalton se libran de sentido del humor y de su aura de fantasia. Con Bond todo esto es muy relativo.
Atreyub
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Krusty también tiene doble pezón.
Krusty también tiene doble pezón.
Upperseven
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Recorto y pego:
AGENTE 007 CONTRA EL DOCTOR NO (Doctor No, 1962 -Terence Young)...........................Primer título de la emblemática saga de aventuras de James Bond y toda una clave para entender su éxito colosal. En primer lugar la acertadísima elección de Sean Connery, que se hace con el personaje en dos planos, en segundo lugar su ritmo constante (el montaje, con ideas muy logradas para la época es frenético, preciso y seco, obra del genio de Peter Hunt) y la mezcla de intriga tradicional de cine de espías con toques de fantasía científica e incluso algo de S/F Pulp, Finalmente el erotismo y la violencia: Por un lado la mítica presencia de Ursula Andress, por el otro la forma y los métodos con los que el agente se despacha a alguno de sus enemigos. Y aunque este primer título no contó con gran presupuesto -era un film de presupuesto medio localizado en Jamaica- Es muy destacable como Terence Young y su equipo de producción suplieron con inteligencia e imaginación darle un empaque que aparentaba muchos más medios de los realmente utilizados (Por ejemplo la guarida y laboratorio del Dr. No, obra de Ken Adam)...También ayudó la colaboración (aun secundaria, pero vital) de John Barry, encargado de arreglar y potenciar el tema musical creado por Monty Norman. El resultado sigue siendo ejemplar, totalmente fresco, y probablemente uno de los mejores títulos (en su sencillez y a la vez eficacia) de toda la saga
DESDE RUSIA CON AMOR (From Russia With Love, 1963 -Terence Young).................Curiosa película, que probablemente goza de una mayor fama de la que merece ya que su guión no es especialmente notable y se nota mucho que funciona más por el gran trabajo de edición de Peter Hunt (que reconoce haber remontado la estructura para hacerla más atractiva) que por su trama, a medio camino del cine de espías de toda la vida y el thriller de acción espectacular que pretendía ser la serie iniciada con "Dr No". En cualquier caso el film es ante todo un ejemplo de la progresiva consolidación del mito, añadiendo además algunos elementos que faltaban: El arsenal de Q, la música innovadora de John Barry (aquí ya componiendo todas las partes), un mayor componente de exotismo & erotismo (la emblemática lucha de gitanas) y escenas de acción muy bien coreografiadas (el clásico enfrentamiento en el Orient Express)...Añadiendo que de nuevo Sean Connery borda su encarnación del personaje y el presupuesto se nota mucho más elevado que la anterior.
GOLDFINGER (1965 -Guy Hamilton).....................Tercer film en la saga James Bond y el definitivo establecimiento de todos los ejes, guiños y tópicos del resto de films. Con un aumento de gadgets enorme, también en presupuesto, los exteriores y localizaciones en diferentes países. Siempre entretenida y muy espectacular para su época, basa su éxito en una dinámica puesta en escena de Hamilton (tan funcional como eficaz), en el carisma de Connery y un ingenioso guión que mezcla acción, erotismo, violencia y humor negro con mucha soltura...Amén claro de la gloriosa e inmortal bso de John Barry
OPERACIÓN TRUENO (Thunderball, 1965 -Terence Young)...................Cuarto título de la saga, con una subida de presupuesto colosal pero paradójicamente un claro descenso hasta la mediocridad de la fórmula. Su problema es que el film está dividido en dos partes: La primera -muy entonada- sigue la estela de los anteriores y mantiene el nivel de cinismo, violencia y espectacularidad...Con un Sean Connery muy sarcástico y la presencia de dos bellezones como Molly Peters y Luciana Palluzi...Pero en su segunda mitad y a pesar (o gracias) de los medios y las impagables localizaciones empleadas el film deviene extremadamente aburrido, con alguna secuencia intermitentemente rescatable, rematado además con una larguísima y tediosa batalla submarina que debería haber sido cortada por muchos minutos
SOLO SE VIVE DOS VECES (You Only Live Twice, 1967 -Lewis Gilbert)......................El quinto film de la saga y un cambio claro en la dirección de la misma: Tras la espectacular pero mediocre "Operación Trueno" se imponía un nuevo director (el correcto Lewis Gilbert, que aporta algunas ideas de puesta en escena interesantes y a la vez anticlimáticas: Por ejemplo la famosa pelea en los tejados...Rodada en un plano general picado) y un guión diferente (nada menos que Roald Dalh en su primera experiencia cinematográfica), el resultado sin ser en absoluto redondo, es claramente superior a la citada película de Terence Young y un título que mejora nota en su revisitación. Con un Sean Connery decidido a dejar el papel -eso se nota incluso en una interpretación algo menos concentrada y más ligera- el film conjuga bien la espectacularidad tanto de las localizaciones, los increíbles sets de Ken Adam con la sensación de leve autoparodia, de no tomarse en serio demasiadas cosas, que empieza a impregnarlo todo
007 AL SERVICIO SECRETO DE SU MAJESTAD (On Her Majesty,s Secret Service, 1969 -Peter Hunt)............................Uno de los clásicos en el top five para la mayoría de los seguidores del agente secreto, estamos ante un magnífico y sorprendente título de la saga James Bond, tan incomprendido en su momento -especialmente por el protagonismo de un muy esforzado George Lazemby que tuvo que luchar contra la sombra de Sean Connery y por los ribetes románticos de su trama- como esencial a todas luces. El film supuso un soplo de aire fresco y nuevas ideas que rompió la inercia decadente iniciada con "Operación Trueno" y "Solo Se vive Dos Veces" películas donde el espectáculo llegaba a primar sobre la propia historia. Centrado en los personajes y en la trama, el film abandona los gadgets delirantes y combina con eficiencia momentos intimistas, románticos incluso, siempre con un poso melancólico y triste que presagia su sorprendente final, con excelentes set pieces de acción. Dirigida con mucha pericia y aplomo por Peter Hunt (lástima que el éxito menor de este film no le permitiera repetir), se nota mucho su sabiduría -venía del mundo del montaje- en el ritmo, en las coreografías de acción, ayudado además por la música eterna de un John Barry que firmó probablemente la mejor de sus partituras en la serie.
DIAMANTES PARA LA ETERNIDAD (Diamonds Are Forever, 1971 -Guy Hamilton)...............Por lo general algo infravalorada a pesar de su éxito económico, esta fue la séptima película de James Bond y última incorporación de Sean Connery al personaje en la saga original de la productora EON. Repetía Guy Hamilton como director y el film -tras el fiasco económico (que no artístico) de "Al Servicio Secreto de Su Majestad"- es probablemente una de las mejores de las películas de la serie interpretada por el actor escocés. La trama incorpora elementos directamente de cómic, es mucho más autoparódica (esos villanos gays Mr Witt & Mr Kidd son todo un hallazgo) y al estar situado en EEUU aporta influencias estéticas del cine policíaco americano de aquellos tiempos. Todo gracias a un guion (Tom Mankievicz) que aporta muchos elementos humorísticos y la propia prestancia de un Connery más cínico, irónico que nunca (impagable la pelea en el ascensor cuando James Bond hace creer que ha matado a James Bond). El film a veces parece un preludio de lo que luego sería la saga en manos de Roger Moore.Todo ello rodado con las habituales dosis de espectáculo y un enorme comentario musical de John Barry
VIVE Y DEJA MORIR (Live And Let Die, 1973 -Guy Hamilton)..................Primera entrada de Roger Moore en la serie James Bond y en su época un éxito comercial que facilitó la continuidad exitosa de la fórmula. La película es una alocada adaptación a los nuevos tiempos -la influencia del thriller USA, la Blaxploitation setentera o incluso la comedia con Sheriff paleto a lo "Los Caraduras" es descarada- pero probablemente encontramos uno de los peores y más rutinarios guiones de la saga (Tom Mankievicz, solo brillante en los diálogos sarcásticos que le deja a Moore en algún momento) pero casi siempre disperso y sin intensidad, ni verdadera intriga. A ratos el film, tan correcto como mediocre, es un mero concatenado de secuencias rutinarias resueltas con solvencia aunque en su segunda mitad la historia se lanza al espectáculo y la traca, ofreciendo algún buen set piece de acción (esa persecución de lanchas y coches)
EL HOMBRE DE LA PISTOLA DE ORO (The Man With the Golden Gun, 1974 -Guy Hamilton).....El último de los films producidos mano a mano entre Harry Saltzman & Albert Broccoli y de los más infravalorados/despreciados de la saga. Vista hoy es probablemente una de sus mejores películas de la serie interpretada en la etapa Roger Moore (aquí aun mostrando signos de dureza impagable, aunque se empieza a atisbar el humor de la siguiente entrega). El film mezcla los lugares comunes habituales (localizaciones espectaculares, erotismo y exotismo) con detalles extravagantes (la casa de juegos del asesino y su relación con la chica) y personajes bizarros como el enano Nick Nack...Toda una suma de elementos bien buscados que rematan un film francamente entretenido que mezcla en su trama la típica fantasía científica con el enfrentamiento del agente secreto con su oponente (un magnífico Christopher Lee como Francisco Scaramanga, el asesino de la pistola de oro.)
LA ESPÍA QUE ME AMÓ (The Spy Who Loved Me, 1977 -Lewis Gilbert).....................Tercer título de la saga encarnado por Roger Moore , producido ya en solitario por Albert Broccoli y ya un cambio total hacia el desmelene, mayor infantilismo y una autoparodia cada vez más desmadrada. Entretenida pero muy básica, abundan los toques de comedia en los que Moore se sentía mucho más cómodo (solo hay que comparar ésta interpretación suya con la anterior en "El hombre de la pistola de oro"). La jugada salió perfecta para la serie, éxito rotundo en taquilla y aunque siempre gozó de mucha fama, creo que queda bastante por debajo de las 2 mejores cintas de la etapa ("Solo Para Sus Ojos" y "Octopussy") básicamente porque en aquellas el guión estaba mucho más trabajado y la dirección de John Glen (el mejor artesano de toda la saga) mucho más eficaz
SOLO PARA SUS OJOS (For Your Eyes Only, 1981 -John Glen)......................Tras el desmelene espacial de "Moonraker" más espectacular, más esquemática, más infantil y bufonesca que nunca...Y a pesar de su descomunal éxito, era necesario replantearse un nuevo título de la saga que volviese a los orígenes de todo .Inteligentemente el productor Albert Broccoli ofreció con este film la respuesta. La idea fue poner en la dirección un hábil técnico de la casa (John Glen) que en las siguientes entregas acabaría destacando como el mejor de los directores que trabajaron en la serie clásica. El film supone una vuelta a la trama más sencilla, sin tanta tecnología y pocos gadgets. Roger Moore también intentaba volver a los tiempos de "El hombre de la pistola de Oro" limitando más su dote para la comedia y endureciendo al personaje..Aunque aquí sus 54 años empezaban a notarse en algunas escenas. Recuperación pues del rumbo y de la perspectiva en el personaje -un cambio para que en el fondo todo siguiese igual- nos encontramos ante un título correcto y agradable, aquejado a veces de exceso metraje y acumulación de escenas de acción (toda la parte de la nieve se hace pesada por ello), musicado además con un ochentero trabajo de Bill Conti
OCTOPUSSY (1983 -John Glen).........................Decimotercera película de la saga y penúltima aparición de Roger Moore como agente secreto. Tiene un handicap inevitable: El actor empezaba a estar demasiado mayor para el papel, pero aun así lo encarna con solvencia y sus golpes de humor para todos los públicos. Por lo general el film, entretenidísimo y clásico en sus formas al extremo, aguanta muy bien el paso de los años siendo probablemente uno de los mejores de la etapa. En eso ayuda la solvente dirección de John Glen, el comentario musical de John Barry, un guión que vuelve al trama de espionaje más típica (impagable el villano encarnado por un soberbio Steven Berkoff) y combina localizaciones suntuosas (La India esencialmente), el humor irónico y excelentes escenas de acción que vistas hoy vuelven a marcar diferencia entre el trabajo con especialistas, maquetas y dobles...Con las aberraciones digitales de la actualidad
PANORAMA PARA MATAR (A View To A Kill, 1985 -John Glen)....................Una digna despedida y la última aparición de Roger Moore en su encarnación de James Bond 007 para un film por lo general bien hilvanado, que el paso de los años deja en buen lugar gracias a su hábil combinación de la habitual fórmula acción e intriga (aquí un plan para destruir Silicon Valley por el malvado encarnado por Christopher Walken) y la realización competente de John Glen . Tiene algo de fin de fiesta y marca todo lo bueno y todo lo malo de la etapa pero le falta una cierta frescura: Probablemente porque Moore era demasiado mayor y tanto su relación con las protagonistas femeninas como las escenas de acción (repletas de dobles) son algo impostadas...Aunque todo queda compensado con la prestancia del actor, claramente irónico y menos cómico que nunca, consciente de su conclusión en la saga
007 ALTA TENSIÓN (The Living Daylights, 1987 -John Glen)...........................Primer film de la etapa interpretada por el excelente Timothy Dalton (tan corta como magnífica, una pena porque le dio una personalidad y estilo particularísimos al personaje creado por Ian Fleming) que supuso una inyección de vitalidad a la serie. Rodado con la solvencia habitual de John Glen, el film es un disfrute total, sin apenas bajadas de ritmo y un conglomerado de las mejores virtudes del género de espías marca de la casa. Contando con una sensacional partitura del imprescindible John Barry -su despedida por la puerta grande- esta es una nueva vuelta a las raíces, con el toque Bond habitual, menos humor, la espectacularidad justa y los lugares comunes que el público agradecía y agradece...Pero todo mejorado (algunas de las secuencias de acción son soberbias) puesto al día, mejor escrito ...Film al que los años han tratado muy bien y que sin dudar acaba formando parte del privilegiado grupo de los mejores -sino el mejor- de toda la saga
LICENCIA PARA MATAR (Licence To Kill, 1989 -John Glen).....................La última película Bond en el sentido clásico (hasta los títulos son de Maurice Binder...) Que vista hoy sigue siendo un muy disfrutable puro entretenimiento y una de las más incomprendidas y malditas películas de la saga. El paso de los años la ha tratado muy bien : Se aleja de los lugares comunes, redefine al personaje y lo vuelve a sus orígenes literarios (Dalton está espléndido con su toque serio, taciturno y vengativo), se salta la estructura narrativa de los films anteriores, su violencia es más seca y dura, el villano está muy perfilado y no es el megalómano de turno y todo ello sin quitarle los guiños que el espectador espera: El tema de Monty Norman (aquí revisitado por Michael Kamen), Chicas, gadgets y hasta un "Q" con más protagonismo que nunca...Por no hablar de brillantes secuencias de acción rodadas al modo "antiguo" de las que destaca una inolvidable set piece final con camiones.
Recorto y pego:
AGENTE 007 CONTRA EL DOCTOR NO (Doctor No, 1962 -Terence Young)...........................Primer título de la emblemática saga de aventuras de James Bond y toda una clave para entender su éxito colosal. En primer lugar la acertadísima elección de Sean Connery, que se hace con el personaje en dos planos, en segundo lugar su ritmo constante (el montaje, con ideas muy logradas para la época es frenético, preciso y seco, obra del genio de Peter Hunt) y la mezcla de intriga tradicional de cine de espías con toques de fantasía científica e incluso algo de S/F Pulp, Finalmente el erotismo y la violencia: Por un lado la mítica presencia de Ursula Andress, por el otro la forma y los métodos con los que el agente se despacha a alguno de sus enemigos. Y aunque este primer título no contó con gran presupuesto -era un film de presupuesto medio localizado en Jamaica- Es muy destacable como Terence Young y su equipo de producción suplieron con inteligencia e imaginación darle un empaque que aparentaba muchos más medios de los realmente utilizados (Por ejemplo la guarida y laboratorio del Dr. No, obra de Ken Adam)...También ayudó la colaboración (aun secundaria, pero vital) de John Barry, encargado de arreglar y potenciar el tema musical creado por Monty Norman. El resultado sigue siendo ejemplar, totalmente fresco, y probablemente uno de los mejores títulos (en su sencillez y a la vez eficacia) de toda la saga
DESDE RUSIA CON AMOR (From Russia With Love, 1963 -Terence Young).................Curiosa película, que probablemente goza de una mayor fama de la que merece ya que su guión no es especialmente notable y se nota mucho que funciona más por el gran trabajo de edición de Peter Hunt (que reconoce haber remontado la estructura para hacerla más atractiva) que por su trama, a medio camino del cine de espías de toda la vida y el thriller de acción espectacular que pretendía ser la serie iniciada con "Dr No". En cualquier caso el film es ante todo un ejemplo de la progresiva consolidación del mito, añadiendo además algunos elementos que faltaban: El arsenal de Q, la música innovadora de John Barry (aquí ya componiendo todas las partes), un mayor componente de exotismo & erotismo (la emblemática lucha de gitanas) y escenas de acción muy bien coreografiadas (el clásico enfrentamiento en el Orient Express)...Añadiendo que de nuevo Sean Connery borda su encarnación del personaje y el presupuesto se nota mucho más elevado que la anterior.
GOLDFINGER (1965 -Guy Hamilton).....................Tercer film en la saga James Bond y el definitivo establecimiento de todos los ejes, guiños y tópicos del resto de films. Con un aumento de gadgets enorme, también en presupuesto, los exteriores y localizaciones en diferentes países. Siempre entretenida y muy espectacular para su época, basa su éxito en una dinámica puesta en escena de Hamilton (tan funcional como eficaz), en el carisma de Connery y un ingenioso guión que mezcla acción, erotismo, violencia y humor negro con mucha soltura...Amén claro de la gloriosa e inmortal bso de John Barry
OPERACIÓN TRUENO (Thunderball, 1965 -Terence Young)...................Cuarto título de la saga, con una subida de presupuesto colosal pero paradójicamente un claro descenso hasta la mediocridad de la fórmula. Su problema es que el film está dividido en dos partes: La primera -muy entonada- sigue la estela de los anteriores y mantiene el nivel de cinismo, violencia y espectacularidad...Con un Sean Connery muy sarcástico y la presencia de dos bellezones como Molly Peters y Luciana Palluzi...Pero en su segunda mitad y a pesar (o gracias) de los medios y las impagables localizaciones empleadas el film deviene extremadamente aburrido, con alguna secuencia intermitentemente rescatable, rematado además con una larguísima y tediosa batalla submarina que debería haber sido cortada por muchos minutos
SOLO SE VIVE DOS VECES (You Only Live Twice, 1967 -Lewis Gilbert)......................El quinto film de la saga y un cambio claro en la dirección de la misma: Tras la espectacular pero mediocre "Operación Trueno" se imponía un nuevo director (el correcto Lewis Gilbert, que aporta algunas ideas de puesta en escena interesantes y a la vez anticlimáticas: Por ejemplo la famosa pelea en los tejados...Rodada en un plano general picado) y un guión diferente (nada menos que Roald Dalh en su primera experiencia cinematográfica), el resultado sin ser en absoluto redondo, es claramente superior a la citada película de Terence Young y un título que mejora nota en su revisitación. Con un Sean Connery decidido a dejar el papel -eso se nota incluso en una interpretación algo menos concentrada y más ligera- el film conjuga bien la espectacularidad tanto de las localizaciones, los increíbles sets de Ken Adam con la sensación de leve autoparodia, de no tomarse en serio demasiadas cosas, que empieza a impregnarlo todo
007 AL SERVICIO SECRETO DE SU MAJESTAD (On Her Majesty,s Secret Service, 1969 -Peter Hunt)............................Uno de los clásicos en el top five para la mayoría de los seguidores del agente secreto, estamos ante un magnífico y sorprendente título de la saga James Bond, tan incomprendido en su momento -especialmente por el protagonismo de un muy esforzado George Lazemby que tuvo que luchar contra la sombra de Sean Connery y por los ribetes románticos de su trama- como esencial a todas luces. El film supuso un soplo de aire fresco y nuevas ideas que rompió la inercia decadente iniciada con "Operación Trueno" y "Solo Se vive Dos Veces" películas donde el espectáculo llegaba a primar sobre la propia historia. Centrado en los personajes y en la trama, el film abandona los gadgets delirantes y combina con eficiencia momentos intimistas, románticos incluso, siempre con un poso melancólico y triste que presagia su sorprendente final, con excelentes set pieces de acción. Dirigida con mucha pericia y aplomo por Peter Hunt (lástima que el éxito menor de este film no le permitiera repetir), se nota mucho su sabiduría -venía del mundo del montaje- en el ritmo, en las coreografías de acción, ayudado además por la música eterna de un John Barry que firmó probablemente la mejor de sus partituras en la serie.
DIAMANTES PARA LA ETERNIDAD (Diamonds Are Forever, 1971 -Guy Hamilton)...............Por lo general algo infravalorada a pesar de su éxito económico, esta fue la séptima película de James Bond y última incorporación de Sean Connery al personaje en la saga original de la productora EON. Repetía Guy Hamilton como director y el film -tras el fiasco económico (que no artístico) de "Al Servicio Secreto de Su Majestad"- es probablemente una de las mejores de las películas de la serie interpretada por el actor escocés. La trama incorpora elementos directamente de cómic, es mucho más autoparódica (esos villanos gays Mr Witt & Mr Kidd son todo un hallazgo) y al estar situado en EEUU aporta influencias estéticas del cine policíaco americano de aquellos tiempos. Todo gracias a un guion (Tom Mankievicz) que aporta muchos elementos humorísticos y la propia prestancia de un Connery más cínico, irónico que nunca (impagable la pelea en el ascensor cuando James Bond hace creer que ha matado a James Bond). El film a veces parece un preludio de lo que luego sería la saga en manos de Roger Moore.Todo ello rodado con las habituales dosis de espectáculo y un enorme comentario musical de John Barry
VIVE Y DEJA MORIR (Live And Let Die, 1973 -Guy Hamilton)..................Primera entrada de Roger Moore en la serie James Bond y en su época un éxito comercial que facilitó la continuidad exitosa de la fórmula. La película es una alocada adaptación a los nuevos tiempos -la influencia del thriller USA, la Blaxploitation setentera o incluso la comedia con Sheriff paleto a lo "Los Caraduras" es descarada- pero probablemente encontramos uno de los peores y más rutinarios guiones de la saga (Tom Mankievicz, solo brillante en los diálogos sarcásticos que le deja a Moore en algún momento) pero casi siempre disperso y sin intensidad, ni verdadera intriga. A ratos el film, tan correcto como mediocre, es un mero concatenado de secuencias rutinarias resueltas con solvencia aunque en su segunda mitad la historia se lanza al espectáculo y la traca, ofreciendo algún buen set piece de acción (esa persecución de lanchas y coches)
EL HOMBRE DE LA PISTOLA DE ORO (The Man With the Golden Gun, 1974 -Guy Hamilton).....El último de los films producidos mano a mano entre Harry Saltzman & Albert Broccoli y de los más infravalorados/despreciados de la saga. Vista hoy es probablemente una de sus mejores películas de la serie interpretada en la etapa Roger Moore (aquí aun mostrando signos de dureza impagable, aunque se empieza a atisbar el humor de la siguiente entrega). El film mezcla los lugares comunes habituales (localizaciones espectaculares, erotismo y exotismo) con detalles extravagantes (la casa de juegos del asesino y su relación con la chica) y personajes bizarros como el enano Nick Nack...Toda una suma de elementos bien buscados que rematan un film francamente entretenido que mezcla en su trama la típica fantasía científica con el enfrentamiento del agente secreto con su oponente (un magnífico Christopher Lee como Francisco Scaramanga, el asesino de la pistola de oro.)
LA ESPÍA QUE ME AMÓ (The Spy Who Loved Me, 1977 -Lewis Gilbert).....................Tercer título de la saga encarnado por Roger Moore , producido ya en solitario por Albert Broccoli y ya un cambio total hacia el desmelene, mayor infantilismo y una autoparodia cada vez más desmadrada. Entretenida pero muy básica, abundan los toques de comedia en los que Moore se sentía mucho más cómodo (solo hay que comparar ésta interpretación suya con la anterior en "El hombre de la pistola de oro"). La jugada salió perfecta para la serie, éxito rotundo en taquilla y aunque siempre gozó de mucha fama, creo que queda bastante por debajo de las 2 mejores cintas de la etapa ("Solo Para Sus Ojos" y "Octopussy") básicamente porque en aquellas el guión estaba mucho más trabajado y la dirección de John Glen (el mejor artesano de toda la saga) mucho más eficaz
SOLO PARA SUS OJOS (For Your Eyes Only, 1981 -John Glen)......................Tras el desmelene espacial de "Moonraker" más espectacular, más esquemática, más infantil y bufonesca que nunca...Y a pesar de su descomunal éxito, era necesario replantearse un nuevo título de la saga que volviese a los orígenes de todo .Inteligentemente el productor Albert Broccoli ofreció con este film la respuesta. La idea fue poner en la dirección un hábil técnico de la casa (John Glen) que en las siguientes entregas acabaría destacando como el mejor de los directores que trabajaron en la serie clásica. El film supone una vuelta a la trama más sencilla, sin tanta tecnología y pocos gadgets. Roger Moore también intentaba volver a los tiempos de "El hombre de la pistola de Oro" limitando más su dote para la comedia y endureciendo al personaje..Aunque aquí sus 54 años empezaban a notarse en algunas escenas. Recuperación pues del rumbo y de la perspectiva en el personaje -un cambio para que en el fondo todo siguiese igual- nos encontramos ante un título correcto y agradable, aquejado a veces de exceso metraje y acumulación de escenas de acción (toda la parte de la nieve se hace pesada por ello), musicado además con un ochentero trabajo de Bill Conti
OCTOPUSSY (1983 -John Glen).........................Decimotercera película de la saga y penúltima aparición de Roger Moore como agente secreto. Tiene un handicap inevitable: El actor empezaba a estar demasiado mayor para el papel, pero aun así lo encarna con solvencia y sus golpes de humor para todos los públicos. Por lo general el film, entretenidísimo y clásico en sus formas al extremo, aguanta muy bien el paso de los años siendo probablemente uno de los mejores de la etapa. En eso ayuda la solvente dirección de John Glen, el comentario musical de John Barry, un guión que vuelve al trama de espionaje más típica (impagable el villano encarnado por un soberbio Steven Berkoff) y combina localizaciones suntuosas (La India esencialmente), el humor irónico y excelentes escenas de acción que vistas hoy vuelven a marcar diferencia entre el trabajo con especialistas, maquetas y dobles...Con las aberraciones digitales de la actualidad
PANORAMA PARA MATAR (A View To A Kill, 1985 -John Glen)....................Una digna despedida y la última aparición de Roger Moore en su encarnación de James Bond 007 para un film por lo general bien hilvanado, que el paso de los años deja en buen lugar gracias a su hábil combinación de la habitual fórmula acción e intriga (aquí un plan para destruir Silicon Valley por el malvado encarnado por Christopher Walken) y la realización competente de John Glen . Tiene algo de fin de fiesta y marca todo lo bueno y todo lo malo de la etapa pero le falta una cierta frescura: Probablemente porque Moore era demasiado mayor y tanto su relación con las protagonistas femeninas como las escenas de acción (repletas de dobles) son algo impostadas...Aunque todo queda compensado con la prestancia del actor, claramente irónico y menos cómico que nunca, consciente de su conclusión en la saga
007 ALTA TENSIÓN (The Living Daylights, 1987 -John Glen)...........................Primer film de la etapa interpretada por el excelente Timothy Dalton (tan corta como magnífica, una pena porque le dio una personalidad y estilo particularísimos al personaje creado por Ian Fleming) que supuso una inyección de vitalidad a la serie. Rodado con la solvencia habitual de John Glen, el film es un disfrute total, sin apenas bajadas de ritmo y un conglomerado de las mejores virtudes del género de espías marca de la casa. Contando con una sensacional partitura del imprescindible John Barry -su despedida por la puerta grande- esta es una nueva vuelta a las raíces, con el toque Bond habitual, menos humor, la espectacularidad justa y los lugares comunes que el público agradecía y agradece...Pero todo mejorado (algunas de las secuencias de acción son soberbias) puesto al día, mejor escrito ...Film al que los años han tratado muy bien y que sin dudar acaba formando parte del privilegiado grupo de los mejores -sino el mejor- de toda la saga
LICENCIA PARA MATAR (Licence To Kill, 1989 -John Glen).....................La última película Bond en el sentido clásico (hasta los títulos son de Maurice Binder...) Que vista hoy sigue siendo un muy disfrutable puro entretenimiento y una de las más incomprendidas y malditas películas de la saga. El paso de los años la ha tratado muy bien : Se aleja de los lugares comunes, redefine al personaje y lo vuelve a sus orígenes literarios (Dalton está espléndido con su toque serio, taciturno y vengativo), se salta la estructura narrativa de los films anteriores, su violencia es más seca y dura, el villano está muy perfilado y no es el megalómano de turno y todo ello sin quitarle los guiños que el espectador espera: El tema de Monty Norman (aquí revisitado por Michael Kamen), Chicas, gadgets y hasta un "Q" con más protagonismo que nunca...Por no hablar de brillantes secuencias de acción rodadas al modo "antiguo" de las que destaca una inolvidable set piece final con camiones.
Atreyub
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Chapó, Upper. Qué grande. Gracias.
Chapó, Upper. Qué grande. Gracias.
Elliott
Desconozco
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Atrevete a puntuarlas, Upp. U ordenalras de mejor a peor.
Atrevete a puntuarlas, Upp. U ordenalras de mejor a peor.
Upperseven
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Me queda por repasar Moonraker....Las de Brosnan me parecen muy malas, mediocrísmas, solo se salva la tercera
Me queda por repasar Moonraker....Las de Brosnan me parecen muy malas, mediocrísmas, solo se salva la tercera
Sorel
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Atreyub
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¿Piensas verlas en el ciclo o terminas con la de Moore? ¿Y las de Craig piensas revisionarlas? (es más que nada pa' hacerme a la idea).
¿Piensas verlas en el ciclo o terminas con la de Moore? ¿Y las de Craig piensas revisionarlas?
(es más que nada pa' hacerme a la idea).
Atreyub
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(Id, Martin Campbell, 2006)
El reinicio de la saga partiendo de 00
Una cosa estaba clara y no había vuelta de hoja. La saga del espía más conocido de la historia estaba empezando a dar síntomas de cansancio o poca innovación. El "más difícil todavía" resentía el tono y las constantes y cada nueva entrega se convertía en un cúmulo de situaciones pintorescas y muy extremas que con el paso del tiempo jugaban en su contra. Necesitaban un rumbo totalmente distinto y quizás cambiar de actor aunque con cada nueva propuesta el revuelo era mayor. Cuando se supo que iba a ser Daniel Craig el nuevo agente 007 las críticas, improperios y dudas no tardaron en llegar afirmando, inclusive, que "Casino Royale" iba a ser un fracaso tanto crítico como comercial.
Martin Campbell era el director escogido y la duda y el resquemor estaba en el aire. Pero sin ir más lejos fue el director encargado del nuevo cambio con Pierce Brosnan en "Goldeneye" y en cierta medida la fórmula dio en el clavo en cuanto a taquilla se refiere (cinematográficamente ya es otro cantar). "Casino Royale" llegó y el resto es historia. Se acabó convirtiendo para la gran mayoría de críticos y espectadores en la mejor entrega de la saga y por ende Craig disipó de un plumazo cualquier duda posible y congraciándose el título de ser uno de los mejores Bond de la historia (con permiso de Connery). Las razones del porqué este título en cuestión funcionó como un reloj suizo son varios.
Me llamo Craig, Daniel Craig
El carisma arrollador y el don de arrasar con todo esbirro que se precie pero sangrando y adoleciendo cualquier mandoble que sufriese hizo que el Bond de Craig resultase creíble a la par que seductor. El reinicio de la saga ofrecía un agente secreto letal, duro, más egocentrista si cabe, con la acción por bandera, los golpes más duros y la ausencia absoluta de gagdets (o no tan espectaculares y fantasiosos como entregas anteriores, siendo más la fuerza bruta y el enfrentamiento cuerpo a cuerpo el elemento común y novedoso). Sin ir más lejos la concatenación de escenas de acción es perfecta, siendo la persecución a un fabricante de bombas entre edificios, gruas y consulados a un ritmo frenético y un montaje impecable la escena más recordada de la saga. La cámara capta en todo momento la soltura y la acción sin dejarse ni un sólo detalle en el tintero y dotando a la película de un brío impensable entregas anteriores.
Parte de la (acertada) "culpa" de recurrir a un tono más espectacular pero a la vez más físico la tuvo la saga de Jason Bourne con la contuncendia de Liman y la briosidad nerviosa de Greengrass. Sin ir más lejos la trilogía protagonizada por Matt Damon fue todo un referente, un estilo a seguir y sobre todo un ejercicio de estilo que consagraba para siempre el nuevo cine de acción. Y como aquí o se toman las riendas o se muere en el intento, Campbell supo jugar la mejor baza que tenía entre manos y esa no es otra que dotar de fisicidad absoluta, enfrentamientos cuerpo a cuerpo contundentes y movimiento constante al agente 007. Si a la conjunción de elementos incluímos a un entregadísimo Daniel Craig que la dualidad de elefante en cacharrería y la contundencia de sus golpes lograron rematar la jugada con un Bond que no temblaba ante nada ni nadie y con el apostillado "¿Tengo cara de que me importe?".
Poker con el interés necesario para no caer nunca en la desidia
Pero no sólo de acción extrema y efectiva vive y se mantiene "Casino Royale". Uno de los ingredientes más difíciles de encajar suelen ser las partidas de poker que si uno no es muy seguidor o fan de las mismas puede acabar perdiendo el interés o caer en el aburrimiento esperando el próximo momento repleto de acción. Campbell (y montadores) lograron lo más difícil todavía: conseguir un guión que fusionaba velocidad con parsimonia sin molestarse y sin entorpecerse. Un guión sin apenas fisuras y con la dosis justa de espectáculo, intimismo y cinematografía a partes iguales y con la maestría de los buenos filmes del género.
"Casino Royale" conseguía jugar sus cartas sin molestar, manteniendo el interés, el suspense por las jugadas maestras y siendo cada partida un espectáculo en sí mismo. Amén de envolverlo todo en diálogos secos, directos, repletos de dobles sentidos, chascarrillos acertado, guerra de sexos sin caer en la parodia o en el encorsetamiento. Los diálogos entre Vesper y Bond son pura dinamita, donde son una partida de puro punch, afilados pero acabando en el amor más ñoño pero sin resultar empalagoso (la escena del tren y la de la ducha son antagónicos pero a la par de necesarios para darle un cariz más profundo y subir un peldaño más en las relaciones amorosas en la historia del personaje).
Sin ir más lejos Eva Green, es con todo derecho, sino la que más una de las mejores chicas Bond de la saga. Supo darle el tono adecuado, resultando frágil y dura al mismo tiempo y consiguiendo una colección de matices, frases, actuaciones y perspectivas imprescindibles para no ser la clásica chica florero y ser una fémina a la altura de la dureza, chulería y ego de Bond (impresionante el duelo analista entre los dos personajes evaluándose en un par de miradas). Pero no habría héroes si no hubiesen villanos y aquí el acierto máximo era la presencia inquietante a la par que fría de Le Chiffre, un Mads Mikkelsen de rasgos petreos y con el siniestro elemento de llorar sangre para darle el perfil más villanesco a la par que humano. Interesante propuesta el verle jugar al poker para poder recuperar el dinero de los esbirros, demostrando que estamos en los nuevos tiempos donde lo impredecible es una posibilidad y el dominio de la situación está, por increíble que parezca, en un juego de azar. Si añadimo a Jeffrey Wright como Felix Leiter el círculo se cierra sin posibilidad de error.
Un tono más accesible pero sin dejar la seriedad espectacular al margen
Si por algo deslumbra, sorprende y funciona a partes iguales "Casino Royale" es por su conjunción de elementos actuales, sin resultar caduca o anticuada (7 años han pasado ya y luce como el primer día). Una fotografía a manos de Phil Meheux elegante para las escenas más serias, cálida para las escenas más intimas pero muy luminosa para las escenas de acción hicieron que la película resultase llamativa en su exposición y sobre todo funcional a la par que interesante. Y a pesar de contar con un metraje extenso (140 minutos era todo un riesgo y más para una película de acción) Campbell supo montarla para no resultar tediosa o insustancial, a pesar de que quizás la parte final con el romance entre Vesper y Bond hubiese necesitado quizás unos pocos minutos menos.
"Casino Royale" es quizás uno de los títulos más accesibles y funcionales de toda la saga. Un título que conseguía ofrecer todo lo necesario para cualquier tipo de espectador. Contenía un romance convincente, un suspense bien orquestado y una acción más que lograda, siendo esta la que más resultado consigue porque aparte de la escena de la primera persecución contiene unos minutos introductorios antes de los títulos de crédito, en un crudo blanco y negro, donde se nos expone con todo lujo de detalles y demostrando que este Bond era totalmente distinto a todo lo que habíamos visto como éste logra el doble cero o la carrera contrareloj en el aeropuerto, vertiginoso y radical, la escena de las escaleras donde el montaje es pura dinamita o la escena en el edificio flotante consigue darle un punto final más que conseguido. Aparte de que la partitura de David Arnold le daba el tono adecuado, rememorando las grandes partituras de John Barry pero dándole un estilo personal plausible.
El Bond de Campbell / Craig es un Bond más serio, más conciencudo, alejándose por completo del despreocupamiento al cual estábamos acostumbrados, con villanos de opereta y misiones con risa malévola de fondo. Es un Bond más frío pero a la par más emocional, con el carisma y la sequedad a partes iguales. Pero sobre todo un Bond más realista, más acorde con los tiempos que corren al que no le importa sangrar y destrozarse las camisas por tal de salvar la situación. Y aunque no se puede negar que cierto toque impresionista pulula en el ambiente (7 vueltas de campana no se ven todos los días ni hombres que son torturados en la parte más dolorosa de la anatomía masculina) no se puede negar que por ahora, "Casino Royale" consigue un full de ases que ninguna entrega ha podido superar. Nunca la frase "Me llamo Bond, James Bond" fue tan necesaria.
(Id, Martin Campbell, 2006)
El reinicio de la saga partiendo de 00
Una cosa estaba clara y no había vuelta de hoja. La saga del espía más conocido de la historia estaba empezando a dar síntomas de cansancio o poca innovación. El "más difícil todavía" resentía el tono y las constantes y cada nueva entrega se convertía en un cúmulo de situaciones pintorescas y muy extremas que con el paso del tiempo jugaban en su contra. Necesitaban un rumbo totalmente distinto y quizás cambiar de actor aunque con cada nueva propuesta el revuelo era mayor. Cuando se supo que iba a ser Daniel Craig el nuevo agente 007 las críticas, improperios y dudas no tardaron en llegar afirmando, inclusive, que "Casino Royale" iba a ser un fracaso tanto crítico como comercial.
Martin Campbell era el director escogido y la duda y el resquemor estaba en el aire. Pero sin ir más lejos fue el director encargado del nuevo cambio con Pierce Brosnan en "Goldeneye" y en cierta medida la fórmula dio en el clavo en cuanto a taquilla se refiere (cinematográficamente ya es otro cantar). "Casino Royale" llegó y el resto es historia. Se acabó convirtiendo para la gran mayoría de críticos y espectadores en la mejor entrega de la saga y por ende Craig disipó de un plumazo cualquier duda posible y congraciándose el título de ser uno de los mejores Bond de la historia (con permiso de Connery). Las razones del porqué este título en cuestión funcionó como un reloj suizo son varios.
Me llamo Craig, Daniel Craig
El carisma arrollador y el don de arrasar con todo esbirro que se precie pero sangrando y adoleciendo cualquier mandoble que sufriese hizo que el Bond de Craig resultase creíble a la par que seductor. El reinicio de la saga ofrecía un agente secreto letal, duro, más egocentrista si cabe, con la acción por bandera, los golpes más duros y la ausencia absoluta de gagdets (o no tan espectaculares y fantasiosos como entregas anteriores, siendo más la fuerza bruta y el enfrentamiento cuerpo a cuerpo el elemento común y novedoso). Sin ir más lejos la concatenación de escenas de acción es perfecta, siendo la persecución a un fabricante de bombas entre edificios, gruas y consulados a un ritmo frenético y un montaje impecable la escena más recordada de la saga. La cámara capta en todo momento la soltura y la acción sin dejarse ni un sólo detalle en el tintero y dotando a la película de un brío impensable entregas anteriores.
Parte de la (acertada) "culpa" de recurrir a un tono más espectacular pero a la vez más físico la tuvo la saga de Jason Bourne con la contuncendia de Liman y la briosidad nerviosa de Greengrass. Sin ir más lejos la trilogía protagonizada por Matt Damon fue todo un referente, un estilo a seguir y sobre todo un ejercicio de estilo que consagraba para siempre el nuevo cine de acción. Y como aquí o se toman las riendas o se muere en el intento, Campbell supo jugar la mejor baza que tenía entre manos y esa no es otra que dotar de fisicidad absoluta, enfrentamientos cuerpo a cuerpo contundentes y movimiento constante al agente 007. Si a la conjunción de elementos incluímos a un entregadísimo Daniel Craig que la dualidad de elefante en cacharrería y la contundencia de sus golpes lograron rematar la jugada con un Bond que no temblaba ante nada ni nadie y con el apostillado "¿Tengo cara de que me importe?".
Poker con el interés necesario para no caer nunca en la desidia
Pero no sólo de acción extrema y efectiva vive y se mantiene "Casino Royale". Uno de los ingredientes más difíciles de encajar suelen ser las partidas de poker que si uno no es muy seguidor o fan de las mismas puede acabar perdiendo el interés o caer en el aburrimiento esperando el próximo momento repleto de acción. Campbell (y montadores) lograron lo más difícil todavía: conseguir un guión que fusionaba velocidad con parsimonia sin molestarse y sin entorpecerse. Un guión sin apenas fisuras y con la dosis justa de espectáculo, intimismo y cinematografía a partes iguales y con la maestría de los buenos filmes del género.
"Casino Royale" conseguía jugar sus cartas sin molestar, manteniendo el interés, el suspense por las jugadas maestras y siendo cada partida un espectáculo en sí mismo. Amén de envolverlo todo en diálogos secos, directos, repletos de dobles sentidos, chascarrillos acertado, guerra de sexos sin caer en la parodia o en el encorsetamiento. Los diálogos entre Vesper y Bond son pura dinamita, donde son una partida de puro punch, afilados pero acabando en el amor más ñoño pero sin resultar empalagoso (la escena del tren y la de la ducha son antagónicos pero a la par de necesarios para darle un cariz más profundo y subir un peldaño más en las relaciones amorosas en la historia del personaje).
Sin ir más lejos Eva Green, es con todo derecho, sino la que más una de las mejores chicas Bond de la saga. Supo darle el tono adecuado, resultando frágil y dura al mismo tiempo y consiguiendo una colección de matices, frases, actuaciones y perspectivas imprescindibles para no ser la clásica chica florero y ser una fémina a la altura de la dureza, chulería y ego de Bond (impresionante el duelo analista entre los dos personajes evaluándose en un par de miradas). Pero no habría héroes si no hubiesen villanos y aquí el acierto máximo era la presencia inquietante a la par que fría de Le Chiffre, un Mads Mikkelsen de rasgos petreos y con el siniestro elemento de llorar sangre para darle el perfil más villanesco a la par que humano. Interesante propuesta el verle jugar al poker para poder recuperar el dinero de los esbirros, demostrando que estamos en los nuevos tiempos donde lo impredecible es una posibilidad y el dominio de la situación está, por increíble que parezca, en un juego de azar. Si añadimo a Jeffrey Wright como Felix Leiter el círculo se cierra sin posibilidad de error.
Un tono más accesible pero sin dejar la seriedad espectacular al margen
Si por algo deslumbra, sorprende y funciona a partes iguales "Casino Royale" es por su conjunción de elementos actuales, sin resultar caduca o anticuada (7 años han pasado ya y luce como el primer día). Una fotografía a manos de Phil Meheux elegante para las escenas más serias, cálida para las escenas más intimas pero muy luminosa para las escenas de acción hicieron que la película resultase llamativa en su exposición y sobre todo funcional a la par que interesante. Y a pesar de contar con un metraje extenso (140 minutos era todo un riesgo y más para una película de acción) Campbell supo montarla para no resultar tediosa o insustancial, a pesar de que quizás la parte final con el romance entre Vesper y Bond hubiese necesitado quizás unos pocos minutos menos.
"Casino Royale" es quizás uno de los títulos más accesibles y funcionales de toda la saga. Un título que conseguía ofrecer todo lo necesario para cualquier tipo de espectador. Contenía un romance convincente, un suspense bien orquestado y una acción más que lograda, siendo esta la que más resultado consigue porque aparte de la escena de la primera persecución contiene unos minutos introductorios antes de los títulos de crédito, en un crudo blanco y negro, donde se nos expone con todo lujo de detalles y demostrando que este Bond era totalmente distinto a todo lo que habíamos visto como éste logra el doble cero o la carrera contrareloj en el aeropuerto, vertiginoso y radical, la escena de las escaleras donde el montaje es pura dinamita o la escena en el edificio flotante consigue darle un punto final más que conseguido. Aparte de que la partitura de David Arnold le daba el tono adecuado, rememorando las grandes partituras de John Barry pero dándole un estilo personal plausible.
El Bond de Campbell / Craig es un Bond más serio, más conciencudo, alejándose por completo del despreocupamiento al cual estábamos acostumbrados, con villanos de opereta y misiones con risa malévola de fondo. Es un Bond más frío pero a la par más emocional, con el carisma y la sequedad a partes iguales. Pero sobre todo un Bond más realista, más acorde con los tiempos que corren al que no le importa sangrar y destrozarse las camisas por tal de salvar la situación. Y aunque no se puede negar que cierto toque impresionista pulula en el ambiente (7 vueltas de campana no se ven todos los días ni hombres que son torturados en la parte más dolorosa de la anatomía masculina) no se puede negar que por ahora, "Casino Royale" consigue un full de ases que ninguna entrega ha podido superar. Nunca la frase "Me llamo Bond, James Bond" fue tan necesaria.
Elliott
Desconozco
Respuesta: El Bond post
o autodesfibrilarse.
muy conciencudo todo.
o autodesfibrilarse.
muy conciencudo todo.
Atreyub
En busca y captura
Respuesta: El Bond post
Es que él está acostumbrado a cargarse peña, no a curarla. De ahí que le venga grande el papel de Dr. Chapatín. Los nuevos tiempos: la chica salva al héroe.
Es que él está acostumbrado a cargarse peña, no a curarla. De ahí que le venga grande el papel de Dr. Chapatín. Los nuevos tiempos: la chica salva al héroe.
Atreyub
En busca y captura
Respuesta: El Bond post
(The man with the golden gun, Guy Hamilton, 1974)
A día de hoy podría decirse que "El hombre de la pistola de oro" es uno de los títulos más arriesgados y sobre todo más expresionistas de entre todas las entregas hasta esa fecha. Siguiendo el tono bufonesco, cómico y sin profundizar en el guión, el filme sigue una tónica mucho más liviana que su anterior entrega y vuelven a contar con un Bond repleto de chascarrillos y por ende más sencilla en la propuesta sólo que esta vez deciden envolverlo todo en un estruendoso, atractivo pero a la vez grotesco a partes iguales en una película que cuesta de definir. Por un lado contamos con la sencilla propuesta de un villano con carisma como Scaramanga, interpretado por un interesante Christopher Lee, poseedor de tres pezones dándole un aspecto grimoso acompañado de un extraño esbirro llamado Nick Nack, un Herve Villechaize icónico y uno de los esbirros más laureados de toda la saga y que tristemente acabaría suicidándose un tiempo después.
"El hombre de la pistola de oro" es un circo extraño, una feria de tono dispar donde lo más llamativo de su propuesta es la casa de juegos donde Scaramanga practica su letal disparo con cualquier asesino a sueldo que lo rete y que la psicotropía tiene mucho que ver donde efectos de luces, sonido, distorsión y atrezzo autómata juega con la baza de ser impredecible a la par que sorprendente (y un poco/bastante infantil en su resultado) mientras la risa maquiavélica suena de fondo mientras un cowboy y Al Capone amartillan el gatillo contemplándolo todo un Bond de cera a modo de trofeo. En ese aspecto la película tiene un toque deliciosamente kitch / demodé. Como si al final todo fuese decisión de niños grandes en un duelo de hombres.
Pero se me antoja un producto extraño, demasiado infantiloide en la gran mayoría de situaciones, donde las rocambolescas y astracanadas aventuras de James Bond no fuesen del todo acertadas o se tornasen de un bufonesco chirriante. Que si bien es cierto mantiene el tipo en su propuesta y logro disfrutar con la presencia inquebrantable de Lee como un villano con ínfulas que acaba siendo un esbirro con pistola de oro (junto con las andanzas inquietantes de Nick Nack) el resto de metraje contiene muchas torpezas que lastran por completo el conjunto de la propuesta como pueden ser Bond en una escuela de karate donde es salvado in extremis por una pareja fémina de chicas karatekas, el colar (una vez más) al personaje más irritante de la anterior entrega como ese Sheriff insoportable o no darle un tono más adecuado a la historia.
Puedo llegar a entender la fama con la que cuenta esta entrega debido, precisamente, por ese (supuesto) parque de atracciones visual que es esa isla y el circo que contiene en su interior pero se me antoja un producto sumamente irregular en su resultado. Y si bien es cierto que la idea de recurrir al Mcguffin del monopolio energético como el auténtico leiv motiv de la historia es un tanto difuso o no tan bien expuesto como en entregas anteriores y si bien es cierto que la propuesta de que un villano quiera acabar con el agente 007 es tentadora la encuentro más simple de lo que pueda parecer en principio y sin tanto interés, por mucho duelo moral e interpretativo que haya entre las dos némesis.
Podría decirse incluso que el tono cartoon es más que patente en esta entrega, donde incluso para una pirueta bastante expositiva y efectista como un coche dando un giro sobre sí mismo en el aire para alcanzar el otro lado le acompaña un sonido onomatopéyico digno de cualquier personaje Looney Tunes o un coche es convertido en una avioneta por arte y magia del gadgetismo al cual es sumido casi todas las entregas de la saga siendo demasiado descacharrante como para no espetar una sonrisa y un sonrojo al mismo tiempo. Pero la agresividad también toma partido en esta historia y podemos contemplarlo cuando Bond no dudará en retorcer el brazo a la chica de turno casi de un modo tortuoso, casi despiadado.
Guy Hamilton volvería a ser el director de la entrega dándole un poco más de fluidez a la película pero sin ser específico en el tono, recurriendo una vez más a uno de los momentos más recordados de la anterior entrega como es la persecución en barca sólo que esta vez con menos metraje y mucho más directa y contando una vez más con el humor socarrón e infantil. Lo que está claro es que las películas del agente 007 con Moore como protagonista son las que quizás cuentan con más seguidores y detractores a partes iguales pues el tono concreto, la forma de exponer las constantes de la saga, el humor bufonesco y el patetismo en situaciones concretas añadiéndole una forma más encorsetada a la hora de esgrimir los golpes y sin la sequedad de Connery (aunque aquí ya se le empezaba a intuir cierta soltura frente al anterior título) hacen que la balanza esté dividida. Porque dejar una pelea final a manos de un enano lanzando botellas y encerrándolo en una maleta como colofón es el elemento clave para admitir si uno levanta o baja los pulgares por ello.
(The man with the golden gun, Guy Hamilton, 1974)
A día de hoy podría decirse que "El hombre de la pistola de oro" es uno de los títulos más arriesgados y sobre todo más expresionistas de entre todas las entregas hasta esa fecha. Siguiendo el tono bufonesco, cómico y sin profundizar en el guión, el filme sigue una tónica mucho más liviana que su anterior entrega y vuelven a contar con un Bond repleto de chascarrillos y por ende más sencilla en la propuesta sólo que esta vez deciden envolverlo todo en un estruendoso, atractivo pero a la vez grotesco a partes iguales en una película que cuesta de definir. Por un lado contamos con la sencilla propuesta de un villano con carisma como Scaramanga, interpretado por un interesante Christopher Lee, poseedor de tres pezones dándole un aspecto grimoso acompañado de un extraño esbirro llamado Nick Nack, un Herve Villechaize icónico y uno de los esbirros más laureados de toda la saga y que tristemente acabaría suicidándose un tiempo después.
"El hombre de la pistola de oro" es un circo extraño, una feria de tono dispar donde lo más llamativo de su propuesta es la casa de juegos donde Scaramanga practica su letal disparo con cualquier asesino a sueldo que lo rete y que la psicotropía tiene mucho que ver donde efectos de luces, sonido, distorsión y atrezzo autómata juega con la baza de ser impredecible a la par que sorprendente (y un poco/bastante infantil en su resultado) mientras la risa maquiavélica suena de fondo mientras un cowboy y Al Capone amartillan el gatillo contemplándolo todo un Bond de cera a modo de trofeo. En ese aspecto la película tiene un toque deliciosamente kitch / demodé. Como si al final todo fuese decisión de niños grandes en un duelo de hombres.
Pero se me antoja un producto extraño, demasiado infantiloide en la gran mayoría de situaciones, donde las rocambolescas y astracanadas aventuras de James Bond no fuesen del todo acertadas o se tornasen de un bufonesco chirriante. Que si bien es cierto mantiene el tipo en su propuesta y logro disfrutar con la presencia inquebrantable de Lee como un villano con ínfulas que acaba siendo un esbirro con pistola de oro (junto con las andanzas inquietantes de Nick Nack) el resto de metraje contiene muchas torpezas que lastran por completo el conjunto de la propuesta como pueden ser Bond en una escuela de karate donde es salvado in extremis por una pareja fémina de chicas karatekas, el colar (una vez más) al personaje más irritante de la anterior entrega como ese Sheriff insoportable o no darle un tono más adecuado a la historia.
Puedo llegar a entender la fama con la que cuenta esta entrega debido, precisamente, por ese (supuesto) parque de atracciones visual que es esa isla y el circo que contiene en su interior pero se me antoja un producto sumamente irregular en su resultado. Y si bien es cierto que la idea de recurrir al Mcguffin del monopolio energético como el auténtico leiv motiv de la historia es un tanto difuso o no tan bien expuesto como en entregas anteriores y si bien es cierto que la propuesta de que un villano quiera acabar con el agente 007 es tentadora la encuentro más simple de lo que pueda parecer en principio y sin tanto interés, por mucho duelo moral e interpretativo que haya entre las dos némesis.
Podría decirse incluso que el tono cartoon es más que patente en esta entrega, donde incluso para una pirueta bastante expositiva y efectista como un coche dando un giro sobre sí mismo en el aire para alcanzar el otro lado le acompaña un sonido onomatopéyico digno de cualquier personaje Looney Tunes o un coche es convertido en una avioneta por arte y magia del gadgetismo al cual es sumido casi todas las entregas de la saga siendo demasiado descacharrante como para no espetar una sonrisa y un sonrojo al mismo tiempo. Pero la agresividad también toma partido en esta historia y podemos contemplarlo cuando Bond no dudará en retorcer el brazo a la chica de turno casi de un modo tortuoso, casi despiadado.
Guy Hamilton volvería a ser el director de la entrega dándole un poco más de fluidez a la película pero sin ser específico en el tono, recurriendo una vez más a uno de los momentos más recordados de la anterior entrega como es la persecución en barca sólo que esta vez con menos metraje y mucho más directa y contando una vez más con el humor socarrón e infantil. Lo que está claro es que las películas del agente 007 con Moore como protagonista son las que quizás cuentan con más seguidores y detractores a partes iguales pues el tono concreto, la forma de exponer las constantes de la saga, el humor bufonesco y el patetismo en situaciones concretas añadiéndole una forma más encorsetada a la hora de esgrimir los golpes y sin la sequedad de Connery (aunque aquí ya se le empezaba a intuir cierta soltura frente al anterior título) hacen que la balanza esté dividida. Porque dejar una pelea final a manos de un enano lanzando botellas y encerrándolo en una maleta como colofón es el elemento clave para admitir si uno levanta o baja los pulgares por ello.
Upperseven
Miembro habitual
Respuesta: El Bond post
Pues ya verás el cambio con "La Espía que me amó"....Más comedia que nunca!
Pues ya verás el cambio con "La Espía que me amó"....Más comedia que nunca!
Sorel
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Respuesta: El Bond post
Todo lo contrario.
Pues ya verás el cambio con "La Espía que me amó"....Más comedia que nunca!
Todo lo contrario.
Atreyub
En busca y captura
Respuesta: El Bond post
Luego os cuento que me ha parecido "La espía que me amó" (pues la vi ayer) pero por ahora os adelanto que...
(es la que más me ha gustado de la era Moore).
Luego os cuento que me ha parecido "La espía que me amó" (pues la vi ayer) pero por ahora os adelanto que...
(es la que más me ha gustado de la era Moore).
dfcjedi
Telarero
Respuesta: El Bond post
A mi también es la que más me gusta y puede que la que menos veces he visto, bueno no, la del sheriff chiflado y Yaphet Kotto es la que menos veces he visto, afortunadamente
Luego os cuento que me ha parecido "La espía que me amó" (pues la vi ayer) pero por ahora os adelanto que...
(es la que más me ha gustado de la era Moore).
A mi también es la que más me gusta y puede que la que menos veces he visto, bueno no, la del sheriff chiflado y Yaphet Kotto es la que menos veces he visto, afortunadamente
Atreyub
En busca y captura
Respuesta: El Bond post
Vamos allá, amigos...
(The spy who loved me, Lewis Gilbert, 1977)
Tercera entrega de la era Moore donde en este caso se recurría a la mezcla del género de aventuras con el de espionaje como ya ocurría en Dr. No o Sólo se vive dos veces, con un guión más serio de lo que nos tenían acostumbrados con el nuevo actor intérprete del agente 007 pero sin alejarse demasiado de la comedia bufonesca, dándole mayor amplitud a los gadgets pero consiguiendo una acción más fresca, dinámica y sorprendiendo por su espectáculo y efectividad (cítese las escenas pre-créditos). Con un tono más pulp en cuanto a la historia el villano de la función no es otro que Karl Stromberg, un fanático de la fauna marina que tiene en mente arrasar el mundo entero y sucumbirlo bajo las aguas para construir una nueva civilización.
Bastante idílico y en cierta manera utópico pero con un gusto aceptable por la fantasía digna de Julio Verne, donde los decorados fastuosos y la sensación de aventura de corte clásico va como un guante para las constantes de la saga y donde ésta funciona mejor, al contener un villano con ansias de dominar el mundo embutido en un engranaje de megalomanía desquiciante, artefactos mecánicos dentro de un universo propio (el Atlantis es una guarida digna de un villano en ciernes) y con un esbirro letal, Tiburón, uno de los más destacados, recordados de todas las entregas y cuya fisonomía va a medias entre alguien mortífero, caricaturesco y porqué no decirlo, digno de un cuento infantil como si de un gigante gruñón se tratase, armado con una dentadura metálica y una fuerza sobrehumana.
Si por algo funciona "La espía que me amó" es por varios motivos. Uno de ellos es la guerra de sexos enfocado al clásico juntos pero no revueltos, donde la batalla de ingenio y ego patrio (junto con una belleza hipnótica más que patente) dará pie a divertidas y no menos patéticas luchas por conseguir clavar la bandera de la supremacía para acabar sucumbiendo a los brazos del agente secreto. Le añadimos una pequeña píldora sentimental para provocar rechazo entre la agente Triple X hacia James Bond con un suspense de telenovela a media tarde y conseguimos un romance demodé pero muy placentero a fin de cuentas.
Otro motivo es que el humor está enfocado en cierta medida en las patéticas actuaciones de Tiburón y su inmortalidad frente a cualquier prueba que se encuentre y no deja de tener cierto halo de villano de opereta con aroma a terror soft en no menos momentos concretos como esa pelea contra la furgoneta, la pelea en el interior del tren (la más divertida y atractiva visualmente) o la escena final donde un gran iman servirá para trasladarlo al interior del agua en una rocambolesca puesta en escena. Su presencia en todas y cada una de sus escenas es necesaria para redondear el tono del humor, haciéndolo más infantil si cabe (la salida de la casa italiana) y consiguiendo un personaje del todo agradecido en la saga.
Si bien el guión es más liviano de lo que pueda parecer el tono es acertado en todo momento y si bien es cierto que lo bufonesco sigue estando presente y patente en muchas ocasiones (la escena de la furgoneta antes citada / el cigarrillo somnífero / la prueba de gadgets por parte de Q, onomatopeyas incluídas dignas de cualquier capítulo de Benny Hill, etc.) en este caso no molestan y cuadran perfectamente con el tono aventurero de la gran parte del metraje, con las pirámides de fondo y un agradable esfuerzo por no parecer impostado. Incluso las escenas acuáticas con el coche submarino, con cierto aroma a "Operación Trueno" sólo que más espectaculares y menos chirriantes, la batalla interior del barco con la fuga del submarino o la pelea final entre Bond y Karl Stromberg en un duelo de tiros y una muerte patética por parte de éste hacen que "La espía que me amó" sea muy divertida, amena, interesante en su propuesta y sabiendo conjugar lo serio con lo fantasioso pero sin resultar sobrante, aburrido o caduco.
Vamos allá, amigos...
(The spy who loved me, Lewis Gilbert, 1977)
Tercera entrega de la era Moore donde en este caso se recurría a la mezcla del género de aventuras con el de espionaje como ya ocurría en Dr. No o Sólo se vive dos veces, con un guión más serio de lo que nos tenían acostumbrados con el nuevo actor intérprete del agente 007 pero sin alejarse demasiado de la comedia bufonesca, dándole mayor amplitud a los gadgets pero consiguiendo una acción más fresca, dinámica y sorprendiendo por su espectáculo y efectividad (cítese las escenas pre-créditos). Con un tono más pulp en cuanto a la historia el villano de la función no es otro que Karl Stromberg, un fanático de la fauna marina que tiene en mente arrasar el mundo entero y sucumbirlo bajo las aguas para construir una nueva civilización.
Bastante idílico y en cierta manera utópico pero con un gusto aceptable por la fantasía digna de Julio Verne, donde los decorados fastuosos y la sensación de aventura de corte clásico va como un guante para las constantes de la saga y donde ésta funciona mejor, al contener un villano con ansias de dominar el mundo embutido en un engranaje de megalomanía desquiciante, artefactos mecánicos dentro de un universo propio (el Atlantis es una guarida digna de un villano en ciernes) y con un esbirro letal, Tiburón, uno de los más destacados, recordados de todas las entregas y cuya fisonomía va a medias entre alguien mortífero, caricaturesco y porqué no decirlo, digno de un cuento infantil como si de un gigante gruñón se tratase, armado con una dentadura metálica y una fuerza sobrehumana.
Si por algo funciona "La espía que me amó" es por varios motivos. Uno de ellos es la guerra de sexos enfocado al clásico juntos pero no revueltos, donde la batalla de ingenio y ego patrio (junto con una belleza hipnótica más que patente) dará pie a divertidas y no menos patéticas luchas por conseguir clavar la bandera de la supremacía para acabar sucumbiendo a los brazos del agente secreto. Le añadimos una pequeña píldora sentimental para provocar rechazo entre la agente Triple X hacia James Bond con un suspense de telenovela a media tarde y conseguimos un romance demodé pero muy placentero a fin de cuentas.
Otro motivo es que el humor está enfocado en cierta medida en las patéticas actuaciones de Tiburón y su inmortalidad frente a cualquier prueba que se encuentre y no deja de tener cierto halo de villano de opereta con aroma a terror soft en no menos momentos concretos como esa pelea contra la furgoneta, la pelea en el interior del tren (la más divertida y atractiva visualmente) o la escena final donde un gran iman servirá para trasladarlo al interior del agua en una rocambolesca puesta en escena. Su presencia en todas y cada una de sus escenas es necesaria para redondear el tono del humor, haciéndolo más infantil si cabe (la salida de la casa italiana) y consiguiendo un personaje del todo agradecido en la saga.
Si bien el guión es más liviano de lo que pueda parecer el tono es acertado en todo momento y si bien es cierto que lo bufonesco sigue estando presente y patente en muchas ocasiones (la escena de la furgoneta antes citada / el cigarrillo somnífero / la prueba de gadgets por parte de Q, onomatopeyas incluídas dignas de cualquier capítulo de Benny Hill, etc.) en este caso no molestan y cuadran perfectamente con el tono aventurero de la gran parte del metraje, con las pirámides de fondo y un agradable esfuerzo por no parecer impostado. Incluso las escenas acuáticas con el coche submarino, con cierto aroma a "Operación Trueno" sólo que más espectaculares y menos chirriantes, la batalla interior del barco con la fuga del submarino o la pelea final entre Bond y Karl Stromberg en un duelo de tiros y una muerte patética por parte de éste hacen que "La espía que me amó" sea muy divertida, amena, interesante en su propuesta y sabiendo conjugar lo serio con lo fantasioso pero sin resultar sobrante, aburrido o caduco.