El cine de Peter Weir

¿Qué película os gusta más de este director?

  • La última ola

    Votos: 2 8,0%
  • Gallipoli

    Votos: 1 4,0%
  • El año que vivimos peligrosamente

    Votos: 2 8,0%
  • Unico testigo

    Votos: 3 12,0%
  • La costa de los mosquitos

    Votos: 2 8,0%
  • El club de los poetas muertos

    Votos: 2 8,0%
  • Matrimonio de conveniencia

    Votos: 1 4,0%
  • Sin miedo a la vida

    Votos: 0 0,0%
  • El show de Truman

    Votos: 12 48,0%
  • Master & Commander

    Votos: 0 0,0%

  • Votantes totales
    25
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Picnic en Hanging Rock

Nada que añadir sobre una media hora inicial que es atmósfera pura y dura, ejercicio de estilo sublime, magistral anuncio de compresas... historia del cine, sin más. Un cuento de hadas, de misterio (sin solución) y de terror gótico a plena luz del día, combinando inquietud y belleza a partes iguales. E inmejorable carta de presentación de un cineasta primerizo, cuyo eco resuena en gente como Lynch y la Coppola. Gran ojo para captar la naturaleza salvaje australiana, tan peculiar. Notable conjunción con lo musical (si acaso chirría un poco el soniquete electrónico del momento). Cada imagen, cada movimiento de cámara, parece primorosamente escogido (ciertos recursos videocliperos quedan hasta bien) tanto para plantear el mcguffin como para definir a los futuros implicados en el drama que está por llegar (maestras, fuerzas del orden, testigos… y un pueblo entero). El lugar en cuestión es una “zona” que respira, con vida y reglas propias, donde el tiempo permanece inmóvil y un paisaje prehistórico parece engullirlo todo. Ésto recuerda al realismo mágico, tan propio de tierras ajenas a lo europeo, donde lo natural, lo cotidiano, puede convertirse fácilmente en extraordinario, como si otros mundos muy antiguos, remotos, estuviera por descubrir y aguardase a la vuelta de la esquina.

Lo que sigue a partir de ahí (aunque volvamos a Hanging Rock intermitentemente) es la meticulosa disección de una sociedad y de las consecuencias de un hecho trágico, terrible y que nos deja impotentes, que obsesiona, que cambia las vidas de todos (nada será igual… ni siquiera para una de las chicas al volver del “otro lado”, ya adulta y vestida de rojo). El puritanismo, la confianza en la razón cartesiana, en jerarquías y disciplina, queda en nada ante los instintos más atávicos (dos mundos que chocan y contrastan vivamente, lo habitual en Weir). La desaparición tiene algo de ritual, de sacrificio pagano (San Valentín, año 1900, - el último año del siglo XIX-) donde una suerte de inocencia perversa despierta en unas adolescentes guiadas por un raro instinto (¿sexual?), como volcanes dormidos pero que empiezan a despertar, a dejar la infancia atrás (los demás sigue un camino similiar, como la directora; de antipática bruja a mujer vulnerable cuyas certezas se desmoronan). Más de un enigma hay, incluso, como lo de los dos hermanos, a un paso el uno del otro… y sin saberlo (lo cual resulta fatal). Y desigualdades fundadas en lo económico (la situación de los huérfanos), pero que pueden anularse gracias a una sana camaradería masculina (entre el joven amo y el criado).

Una cosa inabarcable del todo.
 
le vimos en Sitges, super majo, me firmo el CD y el blu-ray M&C!

y vino a decir que hacer una peli ahora es muy caro y muy complicado... y que PA QUÉ
 
Master and commander: Al otro lado del mundo

El género de aventuras en su más pura expresión, con un grupo humano enfrentado a todo tipo de peligros y un retrato a fondo de la vida en un barco de guerra; mientras tanto, Napoleón se adueña de Europa a cientos de kilómetros de distancia. Espectáculo visual y sonoro de primer orden que merece ser visto en pantalla grande y (sobra decirlo) lección tanto de guión (con todo calculado al milímetro y cada detalle sumando algo) como de narrativa visual que recupera el legado de los clásicos, en su momento una rara avis, y ya no digamos en el actual. El comienzo, con la aparición de un navío enemigo que será a partir de entonces un barco fantasma, parece de cine fantástico. Y el sentido de lo maravilloso, del descubrimiento de nuevos horizontes (conforme a los nuevos tiempos e ideas que estaban llegando tras la revolución francesa) y de culturas distantes, está muy presente, contagiándose al espectador, filmándose de manera muy viva la naturaleza y los elementos (en forma de niebla, tormentas, calor y sed extremos, nieve…), más que como simple escenario… todo ello denota en el australiano (quien se propuso prescindir de efectos digitales en todo lo posible) una sensibilidad muy próxima a la de los poetas románticos, dejándonos imágenes (tanto las más paisajísticas como las del interior de la nave -los marineros subidos al velamen-) que permanecen en la retina, músicas (con Boccherini y otros maestros a la cabeza) que nos siguen acompañando.

Se alternan la calma, el profundizar en motivaciones y en la parte humana, con una aproximación directa y realista, incluso febril, a la acción y las batallas, en las que el riesgo y la muerte se perciben con claridad. Se va de lo inabarcable a lo diminuto, y para muestra, el plano que relaciona a un escarabajo con el temible Acheron. El capitan, chapado a la antigua, con su fidelidad al rey y a las órdenes recibidas, representa tanto la experiencia y la astucia humana enfrentada a la técnica como el apego por las jerarquías. Apenas un par de detalles bastan para saber lo que ha sacrificado y dejado en tierra en favor de una causa superior. En el extremo contrario está el doctor, el nuevo hombre ilustrado y positivista que rechaza la anterior mentalidad y no forma parte del mismo mundo. Amigos pese a sus diferencias, se acaban aportando mucho y no son tan diferentes (incluso el capitán gabacho demuestra caballerosidad ante el rival, con ese gesto de entrega de la espada). La subtrama del pobre tipo rechazado por los demás refleja también la intolerancia y las consecuencias de la superstición, en contra de esa visión más idílica de una sociedad. Una tremenda iniciación la del niño, que atraviesa experiencias durísimas y sigue entero (hombres a la antigua usanza y de otra pasta, que diría alguien -sí que es cierto que estamos ante una película rotundamente masculina). Muy novelesco el giro final: esta gente nunca descansa, el final es el principio de otra aventura.
 
Es verdad lo de verla en pantalla grande, siempre recuerdo el tremendo susto de la batalla inicial cuando sonaban los cañonazos y re corrian la sala de arriba y abajo, un excelente film de aventuras que nos dejo el bueno de Peter.
 
Y una pena que no hayan hecho más películas de la saga literia. Son 21 libros.

Es una gran película y una estupenda adaptación aunque pica de varios libros y no de uno concreto.
 
Es una muy buena película, pero a veces la veo tan sobredimensionada en algunos lugares que me da la sensación de que quiénes la comentan casi no han visto películas de aventuras marinas de los 30, 40 y 50.
 
Ahí está el asunto. Yo esas películas las he visto, no todas, pero son películas que ya tenían al menos 50 años cuando se estrenó ésta. Hubo medio en que no se hicieron y hacía falta.
 
la del Ron Howard que hizo con Thor se pegó un buen hostión, no? Ahí tenéis la razón de que no se hagan, son caras y tampoco dan taaaantos beneficios.
 
Tampoco esa era gran cosa. No todas las pelis de barcos son buenas.

Luego está el tema suerte. Ahí tienes La Isla de las Cabezas Cortadas y Piratas del Caribe. Un fracaso vs una saga exitosa con 8 años de diferencia. Y a nivel batallas es mucho mejor la de Harlin, cosas de la digitalización.
 
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