Ya lo hacen. Le he pedido a Chatgpt que haga un fragmento literario sobre un mendigo joven, rechazado en una fonda cuando va a pedir limosna.
El propietario de la fonda no resultaba ser una persona amable, y la situación pintaba mal desde el principio. Pablo lo percibía de alguna manera, una especie de instinto que había desarrollado tras dos años de vivir como un mendigo. Un sexto sentido destinado a la autoconservación.
A pesar de sus reservas, Pablo se vio obligado a intentarlo. El hambre apretaba, el cansancio pesaba, y necesitaba desesperadamente un respiro. Cruzó el bar en dirección a la barra de "Los Felices Hollister", aunque la elección del nombre resultaba un misterio. A esa hora, solo unas pocas personas se encontraban en las mesas de la terraza, todas desgastadas por el tiempo. Definitivamente, no era un lugar de lujo, sino más bien un simple bar de carretera. El interior, vacío y mal iluminado, no mejoraba la impresión.
-Buenos días, señor -saludó Pablo al hombre detrás de la barra-. Estoy buscando trabajo...-No hay -respondió con brusquedad. Su tono áspero intentaba compensar la blandura de su cuerpo inflado por la comida y el vino-. No hay trabajo, chico.-Hace tres días que estoy caminando por la carretera -dijo Pablo-. ¿No podría darme algo de pan, o...?-¡No! No tengo nada que darte. Lárgate, chico.-¿Ni siquiera un vaso de agua? -intentó el joven.-¡Te dije que no hay nada!
Pablo notó la intención un segundo demasiado tarde. La enorme mano, cubierta de vellos morenos, se abatió sobre su pecho, agarró su camisa y lo lanzó, más como si fuera un objeto pequeño y ligero que una persona. Por unos momentos, Pablo perdió todo sentido espacial y cayó, golpeándose en varias partes del cuerpo. Aturdido, tardó un momento en recuperar la conciencia y entender dónde se encontraba.
¿Eres positivamente capaz de decirme, sin que te lo haya dicho yo antes, que esto lo ha escrito una máquina?