Y no. La picaresca del despido en época de bonanza no era residual. Era norma.
Ponte a pensar. ¿Qué efectos tendría la tributación sobre esa picaresca? Ya te lo digo yo. Ninguno.
Conforme está redactada la norma obliga a tributar a trabajadores despedidos en contra de su voluntad. Imaginemos la situación. Trabajador despedido de manera objetiva. Al ser un despido de estas características en principio lo más normal es que no tribute. Dicho trabajador insta sus legítimos derechos, contrata a un abogado, consigue que el despido sea declarado en vía judicial como improcedente y, que sucede, que en ese caso tendrá que tributar. Osea, que el incumplimiento del empresario, tiene como resultado que el trabajador tributará.
A lo mejor si sirve para atajar ciertas prácticas viciosas que se han dado, por ejemplo, en el caso de Bárcenas, o similares donde era el dinero público el que explicaba comportamientos carentes de toda lógica empresarial...