Este lunes, por primera vez tras once sesiones de juicio,
un testigo se ha referido a la relación entre Millet, Aznar y el Institut Catalunya Futur, la rama catalana de FAES.
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) siempre sospechó que de esa amistad podría salir una pieza separada del caso Palau. Como acusación popular de la causa, en 2013 pidió que se investigara si el Palau había participado en un supuesto desvío de fondos hacia el Institut Catalunya Futur. El juez instructor y la Audiencia de Barcelona lo desestimaron.
"Pedimos que se investigaran varios hechos que no nos cuadraban", explica el abogado de la FAVB, Àlex Solà. Las sospechas de la FAVB versaban sobre el sobrecoste que Hacienda y la auditora Deloitte detectaron en las obras de ampliación del Palau, que pagó en su mayoría el ministerio de Cultura, y el aumento en donaciones anónimas que recibió el Instituto Catalunya Futur.
Las auditorías mostraron que entre las certificaciones de obra en la ampliación del Palau del ministerio y las certificaciones reales había una diferencia de dos millones de euros. Por el otro lado, el aumento de donantes anónimos a la FAES catalana entre 2003 y 2004 ascendía a un millón de euros. La época coincide con la entrada como patrono de la FAES catalana de Millet, hijo de uno de los fundadores de una de las entidades más representativas del nacionalismo catalán, Òmnium Cultural. Como el juez rechazó abrir una investigación, la identidad de los donantes anónimos de la FAES catalana sigue siendo desconocida.
Además, una carta anónima dirigida a los Mossos d'Esquadra donde se afirmaba que la fundación del PP estaba implicada en los tejemanejes de Millet terminó por disparar las alarmas. Y es que también fue un anónimo, en este caso a Hacienda, el que denunció la cantidad sospechosa de dinero en efectivo que movía el Palau. El fisco abrió una inspección que terminó desvelando un desvío de más de 30 de millones, 6,6 de ellos supuestamente pagados por Ferrovial a Convergència a cambio de obra pública. Sin embargo, Hacienda no pudo confirmar la denuncia anónima referente a la FAES catalana.
Millet se hizo patrón de la FAES catalana mientras el Gobierno financiaba la ampliación del Palau. En conjunto, las subvenciones del ministerio de Cultura ascendieron a 12,6 millones, mientras que el resto de administraciones locales y autonómicas catalanas aportaron poco más de 3 millones. Según se desprende de lo declarado por el extesorero del Orfeó Català, Pau Duran, Millet sólo buscaba alguien que le financiara la ampliación del Palau: en 2005, el mandamás del Palau comunicó a la junta que dejaba de ser patrón del Institut Catalunya Futur "porque ya no funcionaba". La última subvención del ministerio de Cultura para las obras del Palau fue en 2004.