En tu mundo no se ven (o no se quieren ver) esos problemas, por eso piensas (o quieres pensar) que no son reales.
Luego vienen, de repente (y cuando las posibles soluciones son ya mucho más traumáticas), los baños de realidad (como lo de Saint-Denis).
En realidad sí que se habla de todo eso. Y hay mucha gente realmente cabreada (con razón).
Este mismo fin de semana una señora mayor me observó limpiando (debido a la inacción del ayuntamiento) la acera y las inmediaciones de una propiedad que tengo no muy lejos de su casa. No me conocía directamente pero sabe de qué pie cojeo y se me acercó para charlar y desahogarse. Me confesó que era votante de Podemos pero que para la próxima iba a votar a Vox; que estaba HARTA.