Esto me lleva directamente a la tercera cosa que me preocupa:
la propaganda, la mentira y el autobombo. Y no sólo lo digo por el ejército de palmeros y opinadores que salen a aplaudir el Presidente del Gobierno cada vez que habla y salen a masacrar a quien discrepa u osa criticarlo. Lo digo por las mentiras y exageraciones que dice el mismo Sánchez. Un ejemplo flagrante lo tenemos en las medidas económicas que anunció el 17 de Marzo.
Se nos dijo que "se MOVILIZAN 200.000 millones de euros para paliar la crisis del coronavirus". MOVILIZAN. Cuando anunció embargo, los ilusos (confieso que yo fui uno de ellos) pensamos que el gobierno pediría prestados 200.000 millones de euros al Banco Central Europeo y los usaría para pagar los salarios de la gente que perdería inevitablemente el trabajo, para garantizar que las empresas no quebrarían y dejarían de pagar salarios, para eliminar los impuestos, los pagos de electricidad y agua y las hipotecas durante las semanas o meses que estuviéramos confinados y sin posibilidad de trabajar y ganar dinero, para ayudar a los autónomos a pagar cuotas, seguridad social o incluso ayudarles a obtener algunos ingresos. Huelga decir que también esperaba que se gastara un dineral en dotar a los hospitales españoles del material necesario para que los médicos y médicas cuidaran de nuestros enfermos. Y lo esperaba porque
eso es precisamente lo que yo había pedido que hiciese en un post publicado unos días antes.
Pero no.
Pocos minutos después de hacer el anuncio grandilocuente, Sánchez dijo que 83.000 de los 200.000 millones serían aportados por el sector privado (sin decir cómo). Es decir, 117.000 millones de euros públicos y 83.000 millones de privados. Finalmente dijo que una parte de lo público sería en forma de avales.
Una vez leímos la letra pequeña comprobamos que los 117.000 millones públicos el Gobierno sólo pondría 17.000. El resto, 100.000 millones, serían en forma avales. Avales quiere decir que el Gobierno no pondría dinero sino que sólo garantizaría la deuda de las empresas. Es decir, cuando una empresa quiebra por culpa del paro de actividad resultante del coronavirus, el Gobierno pagaría la deuda de la empresa al banco. Si la empresa no quebraba (y esperamos que la mayoría no lo haga), el gobierno no ponía nada.
Si os fijáis más que una ayuda a los trabajadores, autónomos o empresas productivas, estos 100.000 millonesde avales eran una protección para garantizar que los bancos cobrarían las deudas sí o sí. Es decir, el 85% de los 117.000 millones que "ponía" el Gobierno, en realidad eran para ayudar a los bancos !!! Pero esto no lo dijo en su discurso. Al contrario, nos dio a entender que ponía 200.000 millones para ayudar a los más desfavorecidos.
El discurso económico del día 17 de marzo, pues, fue deliberadamente engañoso para hacer ver que se estaba haciendo más de lo que se hacía en realidad y para hacer ver que se ayudaba a quien no estaba ayudando en realidad.