Génova controla con firmeza al grupo parlamentario, y no se temen fugas de voto a pesar del debate interno que ha provocado la censura de Vox al Gobierno de coalición. La única excepción es la ex portavoz Cayetana Álvarez de Toledo, que desde que fue cesada en el cargo, en verano, ha reforzado sin complejos su perfil de disidente interna y de oposición a Casado desde su escaño en la bancada popular. La ex portavoz utiliza las redes sociales para marcarle el terreno al jefe de la oposición, golpeando donde más le puede doler a la cúpula. Con el «debate» caliente dentro del PP, Álvarez de Toledo se ha posicionado a favor de la abstención desde la tribuna en la que da lecciones de política de principios y valores a los dirigentes del partido por el que sigue cobrando por su escaño como diputada. Con su posición crítica, «desleal», dicen dentro del PP, Álvarez de Toledo, está alimentando un gran rechazo dentro del conjunto de la organización popular. Internamente no tiene ya ningún apoyo. Ni siquiera en Cataluña, donde no la quieren ver pese a que se presentó, por imposición de Casado, por esta circunscripción a las generales. En el Comité de Dirección contienen las formas, pero no disimulan ya el rechazo hacia la que fuera la portavoz en el Congreso. Cuando se pregunta por el problema de que rompa la disciplina de voto, la respuesta de uno de los integrantes del Comité es categórica: «Cayetana es sólo una youtuber». En su comparecencia de ayer, Casado despreció la moción de Vox, sin revelar su voto ni quién la rebatirá por parte del PP. «No importa a nadie y no vale para nada. No voy a gastar ni un minuto en este tipo de cuestiones menores. Nuestra postura quedó fijada hace semanas», sentenció. En todas las declaraciones que han hecho representantes de Génova han trasladado la misma oposición a la moción de censura, aunque sin clarificar tampoco el voto. «Ya he dicho todo lo que tenía que decir. Nosotros estamos con la España real», precisó el presidente del PP al insistirle en la pregunta sobre el sentido de su voto. El PSOE se abstuvo en la moción de censura que presentó Pablo Iglesias contra Mariano Rajoy, y no hubo debate entonces al respecto.