¿No has advertido que ya no hay huelgas ni manifestaciones, aunque haya once millones de españoles en situación de pobreza, aunque los precios de los bienes de primera necesidad y los servicios básicos estén disparados, aunque padezcamos el mayor paro juvenil de toda Europa? Nuestro partido ‘woke’ ha desactivado toda forma de protesta organizada; y ahora el malestar social se expresa en dietas veganas, en cambios de sexo o de género, en macrobotellones o en vandalismo nihilista; en un zurriburri, en fin, de rebeldías aspaventeras sin cauce político.