Para celebrar cabalmente un nuevo aniversario de la sacrosanta Constitución conviene recuperar una vez más aquella frase descarnada y cínica que Gregorio Pérez-Barba, uno de sus padrecitos, soltó desde la tribuna parlamentaria cuando se discutía si el artículo 15 debía decir ‘todos’ o ‘todas las personas’, pues los panolis de la época pretendían (’risum teneatis’) que la Constitución impidiese el aborto:
-Desengáñense sus señorías. El único problema es la fuerza que está detrás del poder político y de la interpretación de las leyes. Si hay un Tribunal Constitucional y una mayoría política proabortista, ‘todos’ permitirá una ley del aborto; y si hay un Tribunal Constitucional y una mayoría antiabortista, ‘personas’ impedirá una ley del aborto.