Jesse Custer
Miembro habitual
Señor Sánchez, su campaña parece un tren de mercancías desbocado y sin frenos. ¿Por qué es usted tan popular?
Cuando un técnico de un ente público puntúa la parte técnica de una oferta lo hace sin saber su oferta económica. La única forma de influir es puntuar al máximo a tu "colega" y mirar de perjudicar todo lo posible a los otros pero sin pasarte porque te pueden impugnar el expediente. Es difícil pero se puede, y se hace de forma bastante habitual
" Barrabés y The Valley propusieron a Red.es realizar el trabajo por 3.636.363 euros más IVA. Se trató de la tercera oferta más cara."
"Sin embargo, la parte subjetiva de este lote acabó siendo determinante, pese a valer menos que la objetiva. En concreto, Barrabés y The Valley lograron la máxima nota (10) en los "criterios cuya valoración depende de un juicio de valor"
"Por contra, Altia Consultores, penalizada en la parte subjetiva, terminó segunda por apenas 8 centésimas de distancia (8,68)"
Anda, solo 8 centésimas, LA CASUALIDAD XDD
Y hay que tener en cuenta bajas temerarias y demás... Que las formulas son la leche...Cuando un técnico de un ente público puntúa la parte técnica de una oferta lo hace sin saber su oferta económica. La única forma de influir es puntuar al máximo a tu "colega" y mirar de perjudicar todo lo posible a los otros pero sin pasarte porque te pueden impugnar el expediente. Es difícil pero se puede, y se hace de forma bastante habitual
Lo de "solo 8 centésimas" pues sí. No solo es posible sino que pasa mucho. Y eso sin sospechas de manipulación ni nada. Ayer mismo nos llevamos una obra por 190€ de un importe total de más de 200.000€ y recuerdo hace unos años, en una obra de 400.000€ ganamos esa licitación por.... 14 céntimos.
A mi a vomitara mí me sale todo a devolver ya.
Pretender aislar los restos de tal o cual persona implica inevitablemente la profanación vil de los restos de otras muchas, que están siendo removidos, trasladados, hurgados, examinados, alineados en mesas de aluminio, como si fueran piezas de carne en el mostrador de una carnicería. Una profanación que la visita del doctor Sánchez convierte, además, en exhibicionismo macabro y dolorosamente burlón que los pucheritos hipócritamente compungidos tornan aún más repulsivo.
De esta época maldita, donde los gobernantes pueden profanar tumbas alegremente y los jueces nada hacen para impedirlo, donde los clérigos callan como profesionales del amor mercenario y la sociedad sojuzgada ni se inmuta podría decirse lo mismo que Proust decía de los personajes de 'En busca del tiempo perdido': "Desde hacía tiempo ya no se daban cuenta de lo que podía tener de moral o inmoral la vida que llevaban, porque era la de su ambiente".