el Helen Mirren post

Tijerones, el imprescindible.

La verdad es que Lennon tiene algo que tienen pocos y es que nos acordamos de dos, tres o cuatro cosas icónicas, que crean sello y autoría humana: gafas de sol en la sala, amor irredento por bellas estrellas clásicas, un acento para comérselo, estallidos de violencia tarantinianos y un spanglish que no olvidaremos jamás. Para colmo, el cabrón es buena gente.

El icono sirve para la caricatura, el jolgorio y el chiste, sí, pero sobre todo sirve para la leyenda y Lennon lo es.

Y ser leyenda es algo muy difícil, you know.
 
Que vuelva, cojones.

Anda que no se meten conmigo por hacer maratón de Crepúsculo y ver a mi Isabella. Yo les mando a esparragar fuerte y a la cara. Pero incluso a amigos. Luego ya de cubateo y a otra cosa.

Se ralla con nada y se lo toma demasiado en serio el amigo Mr Lennon. Que recapite, y venga.
 
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