Dani J.
Miembro habitual
Respuesta: El Hilo de MICHAEL MANN
A propósito de Miami Vice, un estupendo artículo sobre el apartado formal el film...
A propósito de Miami Vice, un estupendo artículo sobre el apartado formal el film...
Muy buen artículo.A propósito de Miami Vice, un estupendo artículo sobre el apartado formal el film...
De este modo funcionan la huida de Sonny e Isabella a Cuba —sobre la que volveremos— o unos planos muy característicos, de melancólica belleza, que se repiten varias veces a lo largo de la película en los quelos personajes en primer término se desenfocan para enfocar el fondo (generalmente, el mar como inevitable sugerencia de fuga). Como las miradas que Sonny lanza al mar en los momentos más inesperados —apretando al soplón en su apartamento para que les ponga en contacto con José Yero (John Ortiz)—; o ese momento que anticipa el suicidio de su colaborador en la autopista en el que una falsa cámara subjetiva abandona a Rico para centrar su atención en unas cintas que aletean en la mediana; o también esas tormentas que relanpaguean tras los personajes a lo largo de toda la película pero nunca llegan a alcanzarlos. Estas líneas de fuga instauran un permanente tono anarrativo que nos sitúa en un territorio virtualmente nuevo y, poco a poco, comenzamos a intuir que lo se nos está contando en Corrupción en Miami es otra cosa, indeterminada y difusa, que sobrepasa los límites del relato convencional y se relaciona indisolublemente con el dispositivo visual levantado por Mann. Forma y fondo, de nuevo a la par.
Pero la fuga definitiva es, como ya se ha apuntado, la escapada a Cuba de Sonny e Isabella, para mí la mejor secuencia de la película, que arranca con una de las escenas máshermosas del cine contemporáneo en la que la planeadora de Sonny atraviesa —al fin— ese mar de profundo scope que tan poderosa atracción ejercía sobre él mientras suena el "One of these mornings" de Moby interpretado por Patti Labelle. Muchos directores han caído en la tentación de remarcar en exceso determinada escena con una canción cuya letra es demasiado procedente, y ese podía haber sido el caso de Mann, pero a pesar de su calculada seducción —de diseño, dirán algunos— la escena funciona instintivamente, en un nivel primitivo y sensorial que nos lleva a un tipo de narración de los orígenes, del cine primigenio. Todo elparéntesis en Cuba se ha querido ver como un parón rítmico —un coitus interruptus como el que Rico finge cerca del comienzo de la película— que divide la película en dos o, peor aún, como la rendición de Mann a la inevitable historia de amor pero la relación entre Sonny e Isabella no sólo es pertinentecomo nunca sino que es el eje central que articula y encierra en su interior toda la película (y tiene su reflejo en la historia de Rico y Trudy). Lo que menos importa es precisamente el caso policial, que nada casualmente es un simulacro identitario en el que todos fingen ser quienes no son. Cuando se conocen, tanto Isabella como Sonny están atrapados en unas vidas que no les pertenecen (“Who are you?” se titula el tema de BSO compuesto por John Murphy que suele acompañar a ambos): Sonny finge ser un traficante de drogas e Isabella nos ha sido presentada —a nosotros y a Sonny— como la esposa del jefe de todo el tinglado, Arcángel de Jesús Montoya (Luis Tosar) pero declara, orgullosamente, que ella no es la esposa de nadie sino una mujer de negocios. ¿Contradicción o deseo soterrado de fuga? La verdadera historia de una película centrada en la simulación identitaria sólo podía surgir de otra fuga, sólo de la aceptación ingenua del simulacro podía nacer la ilusión —efímera, eso sí— de una vida real. Los momentos que ambos comparten en Cuba son los únicos que viven como ellos mismos a pesar de estar fingiendo, conscientes de que no puede durar, como auguran las inesperadas lágrimas que se asoman a los ojos de Issabellamientras hacen el amor por primera vez.
Coda fordiana
Y una vez que ha enviado de nuevo a Isabella a Cuba para evitar que sea detenida —alejándola, al mismo tiempo, de su lado—, Sonny se acerca al hospital donde Trudy (Naomie Harris), compañera y pareja de Rico, se recupera de sus heridas. Cuando está a punto de atravesar la entrada de servicio del hospital la película termina tan abruptamente como comenzó. No puedo evitar que tanto esta brillante y seca escena final como el personaje de Sonny —la última encarnación de un nuevo y melancólico antihéroe de acción al que habría que dedicar atención: el Vincent de Collateral, Spartan (Mamet), Bourne…— me recuerden a los adustos héroes fordianos interpretados por John Wayne en Centauros del desierto y El hombre que mató a Liberty Valance. Al igual que Ethan Edwards y Tom Doniphon, Sonny es un solitario excluido de cualquier vida familiar, obligado a velar y proteger desde el otro lado del umbral aquello que nunca podrá conseguir.
Mann desconoce el seamless branching.
Yo diría que esas escenas adicionales están muy bien pero no mejoran la película. Es una pena que no las pusieran por separado en el DVD/BD editado en Europa (en USA solo se ha editado el montaje extendido y tampoco se pueden ver las escenas nuevas por separado).