La canallada de ayer con el penalti hace un flaco favor a la competición, porque vuelve a demostrar, de manera absolutamente flagrante, que los árbitros benefician a Madrid y Barça por norma general. Y esto hace que todos aquellos aficionados que no son del Madrid ni del Barça se sientan dolidos, perjudicados y estafados, lo que, se mire como se mire, va en contra de la imagen de la Liga. La imparcialidad de los jueces es una pamplina, ya sea en deporte o en otros ámbitos. Siempre tienden a ir con el poderoso, aunque unos jueces lo disimulan mejor que otros, y a Muñiz ayer se le fue la mano en exceso.
Mientras siga existiendo la figura del árbitro/juez, esto seguirá siendo así toda la vida. Anda que no ha habido y habrá decisiones inexplicables en un deporte como el boxeo, por ejemplo, donde se han cometido ROBOS a mano armada. O los arbitrajes de baloncesto en las canchas griegas de hace unos años, donde era vergonzoso. O en el balonmano, otro deporte que se presta a que los árbitros muchas veces sean decisivos.
Lo que está claro es que las quejas de los grandes dan verdadero ASCO. Encima las cabezas de turco, o sea, los Elches de turno, se llevan sanciones por protestar. Encima de estafados, apaleados.
Pues bien... que el Madrid y el Barça hagan su SuperHiperLigaEuropea con Bayern y compañía. Y que se peguen/maten entre ellos.