Cada día que pasa me resulta un poco más difícil encontrar películas ochenteras de las que disfrutar. Clásicos ochenteros me quedan pocos por ver, probablemente el último gran cartucho que me reservo es "Top gun". Nunca la he visto, precisamente por eso, quiero que me quede algún título mítico en la recámara.
En general, el terror y la ciencia ficción me apasionan, pero también me gustan las comedietas de adolescentes salidos, o ese "noir" teñido de glamour que impregna algunas películas con un estilo visual muy particular, las pelis de enredos... y no le hago ascos a una comedia amable, de las que llamamos "de sobremesa". De eso precisamente, hablaré hoy:
Plantón al cielo (18 again!, de nuevo, poniendo en España los títulos que nos sale de las narices) de 1988, es una de esas agradables comedias de sobremesa, que pertenece a ese subgénero de fantasía ligera de
cambio de cuerpos, con películas como Viceversa, o De tal astilla... tal palo, por mencionar un par de ochentadas que en su día tuvieron cierto éxito. Normalmente, esas comedias intercambiaban personalidades de dos familiares que se llevaban a matar, permitiéndoles así ponerse en los zapatos el uno del otro, adquiriendo mayor comprensión mutua y restableciendo su relación.
No es ese el caso de Platón al cielo. De hecho, aquí, uno de los cambiados pasará toda la película en coma en una habitación de hospital. La historia nos cuenta los avatares juveniles de David Watson, un chaval de buena familia, con ambiciones en el deporte, pero con poca seguridad en sí mismo. David idolatra a su octogenario abuelo, Jack Watson, antaño corredor de élite, hombre de negocios exitoso, millonario, con buenos amigos, y con una novia varias décadas más joven que él. David envidia en parte el desparpajo de su abuelo para desenvolverse, y sus viejas gestas juveniles, mientras que el anciano Jack daría lo que fuera por volver a experimentar ser joven...
Durante la fiesta del 81 cumpleaños de Jack, ambos, nieto y abuelo, soplarán juntos las velas de la tarta. Y esa misma noche, tras escaparse los dos a una cafetería y charlar, tendrán un accidente de tráfico. Jack despertará en el hospital, para descubrir que se halla ahora en el joven cuerpo de David, mientras que este, en el cuerpo de su abuelo, permanece en coma.
Jack se incorpora de nuevo a la vida estudiantil, conocerá al interés romántico de su nieto, la dulce Robin, novia del atleta estrella de la universidad, que es además el matón que suele obligar a David a hacerles sus trabajos a él y a sus compinches, volverá a experimentar el placer de hacer deporte con toda la energía de la juventud, clasificándose para un importante campeonato universitario, aprenderá a bailar nuevos estilos, gozará de popularidad, etc.
Sin embargo, como suele ocurrir en este tipo de cintas, lo más importante es que aprenderá a ver cosas de su entorno que antes no veía, como la mala relación que tiene con su hijo Arnold, y la insatisfacción de este, a quien suele tratar con desprecio; Arnold prefiere ser un creativo que un ejecutivo, pero su padre jamás se interesó realmente por conocer que quería para su vida, redescubrirá asímismo el cariño y la fidelidad de su mejor amigo, Charlie, única persona a la que le revelará que es él realmente, y que su juvenil amante, Madeline, es una arpía que solo está interesada en su dinero, y que intenta liarse con su nieto.
Película blanquita y con su clásica moralina americana de la época, quizás el punto más flojo es que aquí no hay excusa alguna para lo ocurrido, el cambio de cuerpos tiene lugar porque sí, su única explicación es que el deseo pedido por Jack en su fiesta de cumpleaños se cumple porque sí, y ya. Hay una escena bastante interesante, cuando Jack, en el cuerpo de David conoce a Robin y la invita a salir, en el sueño Robin está esperando en su casa para presentar a David a sus padres, pero el que aparece es Jack en su cuerpo de anciano (con el correspondiente pasmo y cabreo de los padres) al que se llevan por la fuerza dos loqueros.
Pregunta nº 1: Identifique al forero en esta foto
Escrita por Josh Goldstein (guionista, sobre todo, televisivo, Las gemelas de Sweet Valley, Blossom, El príncipe de Bel Air) y Jonathan Prince (lo mismo que el anterior, fundamentalmente) fue dirigida por Paul Flaherty, cuyos créditos son, de nuevo, casi enteramente televisivos, siendo director de ¿Quien es Harry Crumb?, protagonizada por John Candy.
De George Burns, que interpreta a Jack, poco podemos decir. Físicamente, pasa casi toda la película en coma, aunque oímos sus reflexiones y reacciones en off a lo largo de toda la película, ante las diversas situaciones que se le presentan. Charlie Schlatter es David, y le recuerdo interpretando a Ferris Bueller en la serie de televisión sobre el personaje que hubo en los 90, y que casi ni me acuerdo, solo que en el primer capítulo, destruía un cartón a tamaño natural de Mathew Broderick con una motosierra
Para interpretar a Robin, que mejor que Jennifer Runyon, era la chica a la que Peter Venkman le hacía pruebas de clarividencia al principio de Cazafantasmas, y una de las protas de esa obra gloriosa que es "Los albóndigas en remojo". Tony Roberts, Red Buttons o Earl Boen.
La película fue editada por aquí en videoclubs por "José Frade vídeo"
Que yo sepa, hoy en día no ha sido reeditada en formatos domésticos modernos, aunque es de fácil acceso (hasta hace bien poco, estaba entera y en castellano en Youtube). No es ninguna joya olvidada, sino una de esas películas cortas y simpáticas que te hacen la tarde. Aún tengo el VHS grabado de su pase por Antena 3 en los 90, en el espacio "El peliculón" que conservo más que por la película, por los anuncios de la época, que quiero digitalizar, pero nunca tengo tiempo. A ver si algún día...