El Megapost de los 80: Repasando a Richard Franklin

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PD: Como esto siga así, me veo abriendo un Megapost de los 90, ¿eh?

se que peli es (la sufri)... pero que tiene que ver con los goonies??

No tiene que ver temáticamente en nada, pero algunos noventeros foreros la pusieron en su día como referente generacional comparable.
 



GREMLINS REFERENCES SPOTTED SO FAR: 1. WWII plane model on the shelf 2. The red lamp, similar to the one from Billy's old attic room 3. A fully colored poster version of Billy's evil Mrs. Deagle illustration 4. The white motorcycle helmet that Gizmo used to hide from hatching Gremlins 5. A pair of "neat" 3D glasses, used by Gizmo to read Billy's comics 6. A fully-illustrated Gremlin poster on the wall behind Billy 7. A movie theater popcorn machine, referencing the first film's Snow White scene 8. The Peltzer logo on Billy's vest.
 
Cada día que pasa me resulta un poco más difícil encontrar películas ochenteras de las que disfrutar. Clásicos ochenteros me quedan pocos por ver, probablemente el último gran cartucho que me reservo es "Top gun". Nunca la he visto, precisamente por eso, quiero que me quede algún título mítico en la recámara.

En general, el terror y la ciencia ficción me apasionan, pero también me gustan las comedietas de adolescentes salidos, o ese "noir" teñido de glamour que impregna algunas películas con un estilo visual muy particular, las pelis de enredos... y no le hago ascos a una comedia amable, de las que llamamos "de sobremesa". De eso precisamente, hablaré hoy:

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Plantón al cielo (18 again!, de nuevo, poniendo en España los títulos que nos sale de las narices) de 1988, es una de esas agradables comedias de sobremesa, que pertenece a ese subgénero de fantasía ligera de cambio de cuerpos, con películas como Viceversa, o De tal astilla... tal palo, por mencionar un par de ochentadas que en su día tuvieron cierto éxito. Normalmente, esas comedias intercambiaban personalidades de dos familiares que se llevaban a matar, permitiéndoles así ponerse en los zapatos el uno del otro, adquiriendo mayor comprensión mutua y restableciendo su relación.

No es ese el caso de Platón al cielo. De hecho, aquí, uno de los cambiados pasará toda la película en coma en una habitación de hospital. La historia nos cuenta los avatares juveniles de David Watson, un chaval de buena familia, con ambiciones en el deporte, pero con poca seguridad en sí mismo. David idolatra a su octogenario abuelo, Jack Watson, antaño corredor de élite, hombre de negocios exitoso, millonario, con buenos amigos, y con una novia varias décadas más joven que él. David envidia en parte el desparpajo de su abuelo para desenvolverse, y sus viejas gestas juveniles, mientras que el anciano Jack daría lo que fuera por volver a experimentar ser joven...

Durante la fiesta del 81 cumpleaños de Jack, ambos, nieto y abuelo, soplarán juntos las velas de la tarta. Y esa misma noche, tras escaparse los dos a una cafetería y charlar, tendrán un accidente de tráfico. Jack despertará en el hospital, para descubrir que se halla ahora en el joven cuerpo de David, mientras que este, en el cuerpo de su abuelo, permanece en coma.

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Jack se incorpora de nuevo a la vida estudiantil, conocerá al interés romántico de su nieto, la dulce Robin, novia del atleta estrella de la universidad, que es además el matón que suele obligar a David a hacerles sus trabajos a él y a sus compinches, volverá a experimentar el placer de hacer deporte con toda la energía de la juventud, clasificándose para un importante campeonato universitario, aprenderá a bailar nuevos estilos, gozará de popularidad, etc.

Sin embargo, como suele ocurrir en este tipo de cintas, lo más importante es que aprenderá a ver cosas de su entorno que antes no veía, como la mala relación que tiene con su hijo Arnold, y la insatisfacción de este, a quien suele tratar con desprecio; Arnold prefiere ser un creativo que un ejecutivo, pero su padre jamás se interesó realmente por conocer que quería para su vida, redescubrirá asímismo el cariño y la fidelidad de su mejor amigo, Charlie, única persona a la que le revelará que es él realmente, y que su juvenil amante, Madeline, es una arpía que solo está interesada en su dinero, y que intenta liarse con su nieto.

Película blanquita y con su clásica moralina americana de la época, quizás el punto más flojo es que aquí no hay excusa alguna para lo ocurrido, el cambio de cuerpos tiene lugar porque sí, su única explicación es que el deseo pedido por Jack en su fiesta de cumpleaños se cumple porque sí, y ya. Hay una escena bastante interesante, cuando Jack, en el cuerpo de David conoce a Robin y la invita a salir, en el sueño Robin está esperando en su casa para presentar a David a sus padres, pero el que aparece es Jack en su cuerpo de anciano (con el correspondiente pasmo y cabreo de los padres) al que se llevan por la fuerza dos loqueros.

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Pregunta nº 1: Identifique al forero en esta foto

Escrita por Josh Goldstein (guionista, sobre todo, televisivo, Las gemelas de Sweet Valley, Blossom, El príncipe de Bel Air) y Jonathan Prince (lo mismo que el anterior, fundamentalmente) fue dirigida por Paul Flaherty, cuyos créditos son, de nuevo, casi enteramente televisivos, siendo director de ¿Quien es Harry Crumb?, protagonizada por John Candy.

De George Burns, que interpreta a Jack, poco podemos decir. Físicamente, pasa casi toda la película en coma, aunque oímos sus reflexiones y reacciones en off a lo largo de toda la película, ante las diversas situaciones que se le presentan. Charlie Schlatter es David, y le recuerdo interpretando a Ferris Bueller en la serie de televisión sobre el personaje que hubo en los 90, y que casi ni me acuerdo, solo que en el primer capítulo, destruía un cartón a tamaño natural de Mathew Broderick con una motosierra :lol

Para interpretar a Robin, que mejor que Jennifer Runyon, era la chica a la que Peter Venkman le hacía pruebas de clarividencia al principio de Cazafantasmas, y una de las protas de esa obra gloriosa que es "Los albóndigas en remojo". Tony Roberts, Red Buttons o Earl Boen.

La película fue editada por aquí en videoclubs por "José Frade vídeo" :atope Que yo sepa, hoy en día no ha sido reeditada en formatos domésticos modernos, aunque es de fácil acceso (hasta hace bien poco, estaba entera y en castellano en Youtube). No es ninguna joya olvidada, sino una de esas películas cortas y simpáticas que te hacen la tarde. Aún tengo el VHS grabado de su pase por Antena 3 en los 90, en el espacio "El peliculón" que conservo más que por la película, por los anuncios de la época, que quiero digitalizar, pero nunca tengo tiempo. A ver si algún día...

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- Me gusta bastante. Confieso mi debilidad por las películas de aquella década maravillosa en la que se producían intercambio de cuerpos, sobre todo si las personalidades son opuestas y una de ellas es la de un clásico. "De tal astilla, tal palo", "Vice versa", ambas basadas en la deliciosa novela cómica victoriana de Thomas Anstey Guthrie, que os recomiendo muchísimo. La única versión de la novela correctamente ambientada en la Era Victoriana es precisamente también la única película que dirigió Peter Ustinov, "Vice versa" (1948)

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y uno de mis guilty pleasures, "Una chica de ensueño", en la que Jason Robards y Corey Feldman se intercambian los cuerpos (aparece Corey Haim como el mejor amigo del prota, aunque en horas bajísimas pobre y además menos de lo que estaba previsto debido a un accidente que lo dejó KO, teniendo que alterar los planes originales de rodaje) Una cucada de filme romántico con Piper Laurie y Harry Dean Staunton como secundarios (que podría haber sido mucho mejor si Corey Feldman hubiera gastado otras pintas menos extremadas y no se hubiese empeñado en pasarse todo el rodaje vestido como un clon de Michael Jackson, artista por el que estaba obsesionado y con el que tuvo una relación con sus luces y sombras...) y es que no se me ocurren dos personajes más opuestos para intercambiarse cuerpos que Jason Robards y Corey Feldman.

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- Me gusta bastante. Confieso mi debilidad por las películas de aquella década maravillosa en la que se producían intercambio de cuerpos, sobre todo si las personalidades son opuestas y una de ellas es la de un clásico. "De tal astilla, tal palo", "Vice versa", ambas basadas en la deliciosa novela cómica victoriana de Thomas Anstey Guthrie, que os recomiendo muchísimo. La única versión de la novela correctamente ambientada en la Era Victoriana es precisamente también la única película que dirigió Peter Ustinov, "Vice versa" (1948)

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y uno de mis guilty pleasures, "Una chica de ensueño", en la que Jason Robards y Corey Feldman se intercambian los cuerpos (aparece Corey Haim como el mejor amigo del prota, aunque en horas bajísimas pobre y además menos de lo que estaba previsto debido a un accidente que lo dejó KO, teniendo que alterar los planes originales de rodaje) Una cucada de filme romántico con Piper Laurie y Harry Dean Staunton como secundarios (que podría haber sido mucho mejor si Corey Feldman hubiera gastado otras pintas menos extremadas y no se hubiese empeñado en pasarse todo el rodaje vestido como un clon de Michael Jackson, artista por el que estaba obsesionado y con el que tuvo una relación con sus luces y sombras...) y es que no se me ocurren dos personajes más opuestos para intercambiarse cuerpos que Jason Robards y Corey Feldman.

Ver el archivo adjunto 26914

Viceversa la tuve en VHS en una cajita de cartón, de esas ediciones que regalaban con los periódicos los domingos en su día, y me la vi hasta sabérmela de memoria los diálogos. De tal astilla... no la veo desde los tiempos del videeoclub, y le tengo ganas. La que no he visto nunca es la de los dos Coreys. ¡Otra a la lista!

También me quiere sonar una donde las que se intercambiaban eran una madre y su hija, incluso durante un tiempo estuve seguro de que a la madre la interpretaba Shelley Long, de Cheers, pero lo comprobé y nope. Ya la encontraré. Creo recordar haber visto el trailer en una peli de Filmayer en VHS, incluso.

Otra que recuerdo ver en su día en la tele, era una con Steve Martin, aunque más que intercambio de cuerpos era que compartía su cuerpo con el alma de una mujer, y era ella creo, la que controlaba el cuerpo, aunque él estaba presente en espíritu, y hablaban entre sí.

Y bueno, se nos escapa, por década, pero está... LA MEJOR, claro:

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Viceversa la tuve en VHS en una cajita de cartón, de esas ediciones que regalaban con los periódicos los domingos en su día, y me la vi hasta sabérmela de memoria los diálogos. De tal astilla... no la veo desde los tiempos del videeoclub, y le tengo ganas. La que no he visto nunca es la de los dos Coreys. ¡Otra a la lista!

También me quiere sonar una donde las que se intercambiaban eran una madre y su hija, incluso durante un tiempo estuve seguro de que a la madre la interpretaba Shelley Long, de Cheers, pero lo comprobé y nope. Ya la encontraré. Creo recordar haber visto el trailer en una peli de Filmayer en VHS, incluso.

Otra que recuerdo ver en su día en la tele, era una con Steve Martin, aunque más que intercambio de cuerpos era que compartía su cuerpo con el alma de una mujer, y era ella creo, la que controlaba el cuerpo, aunque él estaba presente en espíritu, y hablaban entre sí.

Y bueno, se nos escapa, por década, pero está... LA MEJOR, claro:

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- "Una chica de ensueño" tiene como muchas de las películas de los 80 la sensación de que podrían haber dado mucho más de sí pero aplaudiéndoles la valentía de haber apostado por ideas, argumentos que hoy no tendrían salida comercial. En algún caso, tal vez Netflix las compraría, al menos el Netflix de los primeros años que se convirtió en el reducto de actores a los que el cine les ha cerrado la puerta, ya sea por edad o por otros motivos, y a proyectos que nadie más habría querido producir antes.

El cine de los 80, es un cine imaginativo de momentos, de secuencias, que sin ser redondo, hace que haya instantes, pasajes motivadores que no se te olviden y vuelvas a ellos para revisarlos una y otra vez. Me viene a la cabeza, uno de mis momentos favoritos de otro de mis guilty pleasures "San Elmo, punto de encuentro" (repartazo) con el desaparecido en combate Emilio Estévez cuando se presenta en el albergue que ocupa Andie MacDowell y su novio porque está obsesionado con ella y a pesar de que ella no quiere saber nada de él, él le planta un beso de cine de cinco estrellas que deja a la chica con más de una duda, mientras él se marcha de allí liberado de su obsesión riéndose como un loco ¡¡¡con dos cojones cuando se toman la foto y él se la regala a ella!!! Eso sí que es terapia de la buena:

:atope:palmas:atope



Otro momentazo es cuando uno de esos actores por los que siento debilidad (no Kevin Bacon, hoy no es tu turno ni el de tu melenaza de león, al menos no ahora. Te reservo para otro momento cuando hablemos de "Quicksilver"), Andrew McCarthy se declara a la chica que está prometida con su exitoso mejor amigo y de la que ha estado enamorado toda su vida. Recuerdo hará unos 20 años un coloquio en "Versión española" cuando emitieron "Cosas que nunca te dije" de Isabel Coixet y al pobre McCarthy agarrado al pinganillo de la traducción con cara de: "¿Cómo demonios he terminado aquí?"

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:hail:hail:hail



Pero bueno, yo estaba hablando de "Una Chica de ensueño" o al menos esa era la idea. Aunque ya se sabe que cuando se comienza a hablar de los 80, uno nunca sabe dónde va a terminar. Tiene sus momentos, algunos muy logrados como la doble relación entre Jason Robards y Piper Laurie y la de Corey Feldman y Meredith Salenger a ritmo de Frank Sinatra, tanto cuando son ellos mismos, como cuando se encuentran poseídos por el espíritu de los anteriores. La presencia de Harry Dean Stanton aunque mínima, como el mejor amigo de Robards, le da mayor categoría a una producción que a pesar de comenzar a oler un pelín a años 90 (como diría Josebas "¿Es que sólo me doy cuenta yo? Lo huelo... lo huelo aquí"), se eleva por encima del cine de adolescentes que pueda hacerse ahora. Para recordar, el momento en que Jason Robards se despierta en el cuerpo de Corey Feldman e intenta peinarse las rebeldes y estropajosas melenas rockeras del chaval y buscar ropa "normal" que ponerse, incluida una chaqueta y una corbata para ir al instituto.

En este sentido tiene menos suerte que el protagonista de otro de mis guilty pleasures (¡Y ya van hoy...!), "Al filo del abismo", Christian Slater en el ochetentero e imprescindible ritual del cambio de imagen. En este caso, lo que hace destacable su cambio es que a diferencia de títulos como "El chico celestial" o "No puedes comprar mi amor", el cambio es a la inversa, pasando de macarrilla skater a serio y formal con jersey de cuello de pico, cambiando la tabla de skate por una bicicleta. Menudo fondo de armario tiene el chaval, no le falta nada de ropa y planchada además:

:atope:atope:atope



Nada, que no hay manera... comienza uno por una peli y acaba por muchas otras más. Como diría Anakin Skywalker,

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digo... asuntos de los 80... regresen a sus Mirindas.
 
La de Steve Martin que comparte cerebro con una mujer la vi de pequeño y me hizo gracia. Recuerdo que él se va a acostar con una tía y la mujer de su mente no le "ayuda" y le dice que piense en cosas excitantes. La tipa empieza a pensar en Clark Gable y Steve Martin le dice que le añada un par de mujeres O ALGO.
 
- "Una chica de ensueño" tiene como muchas de las películas de los 80 la sensación de que podrían haber dado mucho más de sí pero aplaudiéndoles la valentía de haber apostado por ideas, argumentos que hoy no tendrían salida comercial. En algún caso, tal vez Netflix las compraría, al menos el Netflix de los primeros años que se convirtió en el reducto de actores a los que el cine les ha cerrado la puerta, ya sea por edad o por otros motivos, y a proyectos que nadie más habría querido producir antes.

El cine de los 80, es un cine imaginativo de momentos, de secuencias, que sin ser redondo, hace que haya instantes, pasajes motivadores que no se te olviden y vuelvas a ellos para revisarlos una y otra vez. Me viene a la cabeza, uno de mis momentos favoritos de otro de mis guilty pleasures "San Elmo, punto de encuentro" (repartazo) con el desaparecido en combate Emilio Estévez cuando se presenta en el albergue que ocupa Andie MacDowell y su novio porque está obsesionado con ella y a pesar de que ella no quiere saber nada de él, él le planta un beso de cine de cinco estrellas que deja a la chica con más de una duda, mientras él se marcha de allí liberado de su obsesión riéndose como un loco ¡¡¡con dos cojones cuando se toman la foto y él se la regala a ella!!! Eso sí que es terapia de la buena:

:atope:palmas:atope



Otro momentazo es cuando uno de esos actores por los que siento debilidad (no Kevin Bacon, hoy no es tu turno ni el de tu melenaza de león, al menos no ahora. Te reservo para otro momento cuando hablemos de "Quicksilver"), Andrew McCarthy se declara a la chica que está prometida con su exitoso mejor amigo y de la que ha estado enamorado toda su vida. Recuerdo hará unos 20 años un coloquio en "Versión española" cuando emitieron "Cosas que nunca te dije" de Isabel Coixet y al pobre McCarthy agarrado al pinganillo de la traducción con cara de: "¿Cómo demonios he terminado aquí?"

Ver el archivo adjunto 26933

:hail:hail:hail



Pero bueno, yo estaba hablando de "Una Chica de ensueño" o al menos esa era la idea. Aunque ya se sabe que cuando se comienza a hablar de los 80, uno nunca sabe dónde va a terminar. Tiene sus momentos, algunos muy logrados como la doble relación entre Jason Robards y Piper Laurie y la de Corey Feldman y Meredith Salenger a ritmo de Frank Sinatra, tanto cuando son ellos mismos, como cuando se encuentran poseídos por el espíritu de los anteriores. La presencia de Harry Dean Stanton aunque mínima, como el mejor amigo de Robards, le da mayor categoría a una producción que a pesar de comenzar a oler un pelín a años 90 (como diría Josebas "¿Es que sólo me doy cuenta yo? Lo huelo... lo huelo aquí"), se eleva por encima del cine de adolescentes que pueda hacerse ahora. Para recordar, el momento en que Jason Robards se despierta en el cuerpo de Corey Feldman e intenta peinarse las rebeldes y estropajosas melenas rockeras del chaval y buscar ropa "normal" que ponerse, incluida una chaqueta y una corbata para ir al instituto.

En este sentido tiene menos suerte que el protagonista de otro de mis guilty pleasures (¡Y ya van hoy...!), "Al filo del abismo", Christian Slater en el ochetentero e imprescindible ritual del cambio de imagen. En este caso, lo que hace destacable su cambio es que a diferencia de títulos como "El chico celestial" o "No puedes comprar mi amor", el cambio es a la inversa, pasando de macarrilla skater a serio y formal con jersey de cuello de pico, cambiando la tabla de skate por una bicicleta. Menudo fondo de armario tiene el chaval, no le falta nada de ropa y planchada además:

:atope:atope:atope



Nada, que no hay manera... comienza uno por una peli y acaba por muchas otras más. Como diría Anakin Skywalker,

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digo... asuntos de los 80... regresen a sus Mirindas.


Con comentarios como estos, solo cabe... :hail:hail:hail SEÑOR Wontnerman.

Me habla usted de amigos cuando habla de St Elmo... es una de esas películas que vi compulsivamente en mi niñez / adolescencia hasta considerar a sus protagonistas miembros de mi propia familia. La obsesión de Kirby por Dale (Andie está adorable, le entendemos) y como va desmontando su vida y cambiando mil veces de profesión para acercarse a ella, la embriagadora pasión por la vida de Billy y sus duelos con el saxofón, la angustia vital de Kevin y sus conversaciones con la prostituta negra, el desbarre y pérdida de norte de la pobre Jules... los que peor me caían eran Alec y Leslie, siempre me parecieron los dos, tal para cual, dos cretinos. Y eso que Ally está adorable, TAMBIÉN entendemos a Kevin, pero no sé...
 
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