El
bipartidismo en el que se sostiene el actual sistema capitalista en España, necesita dos partidos políticos que se alternen en el poder, para dar una
imagen de falsa democracia ya que ambos partidos defienden los intereses de la misma oligarquía.
Esas dos opciones políticas, el
Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), son los integrantes del bipartidismo en el país ibérico. Uno (PP), no oculta sus acciones políticas bajo un disfraz porque actúa como
representante de la derecha en el bipartidismo, mientras que el PSOE tiene que disfrazarse porque,
haciendo practicamente lo mismo que el PP, debe recibir los votos de parte de la izquierda. Los suficiente como para evitar que la verdadera opción política de izquierdas contraria al capitalismo, llegue al poder y gobierne contra los intereses de la oligarquía.
Entre los disfraces que usa el PSOE están el de la laicidad, memoria histórica, el del antiimperialismo, el rechazo al racismo, a la xenofobia y ahora se ha podido observar también el del apoyo la causa saharaui.
El PSOE habló en las pasadas campañas electorales de, incluso, un
decálogo por la laicidad, que al final se ha quedado en
continuar las políticas del ex presidente José María Aznar (PP), respetar los
acuerdos de la iglesia con el franquismo y aumentar el dinero público que esta institución religiosa recibe.
En cuanto al antiimperialismo, medio país se escandalizó cuando el presidente Zapatero no se levantó al paso de la bandera de los Estados Unidos y hablaba del retiro de las tropas españolas de la Guerra de Iraq. Aunque este retiro se ha hecho efectivo, España -bajo el gobierno del PSOE- permitió los ilegales vuelos de la CIA por el territorio español, las bases militares de la OTAN controlada por los EEUU que durante estos últimos años han sido directamente responsables del asesinato de cientos de personas. Aún hoy las tropas españolas apoyan, bajo las órdenes del gobierno dirigido por el presidente Zapatero, las
guerras que EEUU mantiene con Afganistán y el Líbano por el control de sus recursos hidrocarburos.
Pese a que el PSOE rechazó por ser racistas y xenófibas las propuestas del PP para una nueva Ley de Extranjería, la reforma que el gobierno ha llevado adelante ha sido
consensuada con el PP y calificada por organizaciones de Derechos Humanos como racista y xenófoba.
De la misma manera se ha comportado el PSOE en muchas otras cuestiones, que han visto un giro de 180 grados del PSOE justo cuando pasa de ser oposición a gobierno.
Durante el pasado fin de semana
se ha difundido una fotografía donde Trinidad Jímenez, actual ministra de exteriores española,
llevaba en su solapa una pegatina en la que se puede leer claramente "Sáhara Libre". Coincidiendo, como lo anteriormente mencionado, con la llegada del PSOE al gobierno, Jiménez ha pasado de apoyar la causa saharaui a respaldar a la monarquía de Marruecos, la cual está ejerciendo una represión brutal contra los saharauis que pacíficamente, expresaban sus reivindicaciones.
La jefa de la diplomacia española ni siquiera ha condenado los ataques violentos y hasta mortales responsabilidad del rey Mohamed VI. Además Jiménez fomenta la impunidad de estos crímenes al apoyar un diálogo entre las partes,
evitando juzgar a los que han masacrado a los pacíficos saharauis y a quienes han ordenado la matanza.