Yo no estoy de acuerdo con esa visión que tenéis algunos de "los jóvenes de ahora no saben lo que es el esfuerzo". En primer lugar porque todas las generaciones dicen eso de la siguiente generación más joven. En segundo lugar, porque generacionalmente me siento insultado tras pasar por 14 trabajos distintos hasta llegar al primero decente que es el que me ha permitido llegar donde estoy. 14 trabajos en los que la empresa para nada ofrecía ese parnaso laboral que comentáis, y en los que el trabajador (useasé, yo) era temporal, becario, horario nocturno, en prácticas o con contrato de obra. 6 de ellos compatibilizando trabajo y universidad (ojalá mis padres me hubieran podido mantener mientras!), y 10 de ellos poco por encima del salario mínimo.
Por un lado puede que haya mucho niño pera que prefiera la paga de sus padres a cualquier trabajo, pero sería injusto dejar fuera de la ecuación la tremenda cantidad de empresas cuya gestión de recursos humanos se basa en pagar poco, exigir mucho, y sólo el tiempo estrictamente necesario. Por cada uno que rechaza esas ofertas de trabajo magníficas, hay nueve consultores recién licenciados quedándose en los trabajos hasta las once y que cuando se van a dormir reciben como respuesta "dormir es de débiles y comer es de gordos" (anécdota real).
Y no pretendo un choque generacional, ojo. Y odio el rollo de los jóvenes de "lo tenemos todo muy difícil", porque creo que todos los jóvenes de toda la historia lo han tenido siempre difícil, porque el mundo está pensado por los adultos, como debe ser. Pero quería que la voz de un joven trabajador que ha conocido la hiel y la miel del mundo laboral estuviera representada en este debate. Toma ya!