El milagro de Corbacho: convierte 195.000 parados en 55.000 ocupados
ROBERTO CENTENO
Algunos españoles somos sin duda gente injusta y desagradecida. Calificamos al gobierno Zapatero del peor desde la guerra civil, decimos que sus ministros y ministras son unos indocumentados que más bien parecen sacados de una escombrera, o que Zapatero va a arruinar a este país y a las generaciones futuras, cuando la verdad es justamente la contraria. Y si no ¿digan ustedes qué gobierno del planeta tiene ministros capaces de realizar milagros? Muchos, ingenuamente, creíamos que el milagro de los panes y los peces, la multiplicación sobrenatural, era irrepetible, y sin embargo no era así.
Para D. Celestino Corbacho, un espabilado alcalde de pueblo, exaltado a Ministro del Gobierno de España, nada es imposible. Corbacho podrá no saber la diferencia entre una cifra desestacionalizada y otra sin desestacionalizar, podrá no saber que el paro, como todas las demás variables macroeconómicas tiene que cuadrar con otras magnitudes, porque si no te pillan con el carrito de los helados en dos minutos, pero si el señorito le dice, “oye Celestino, este mes 55.000 empleos, que el pesimismo no crea puestos de trabajo, y hay que animar al personal, que anda un poco flojucho”, Celestino, que ni es muy sutil ni falta que le hace, obedece y punto.
Y así, ni corto ni perezoso, el alcalde Celestino nos cuenta el jueves que el paro registrado se ha reducido en 55.000 personas. Total, a él que más le da. Y no solo eso, como enfrente tienen una oposición de la Srta. Pepis, que en lugar de tirársele al cuello y acusarle de tramposo, farsante y trilero, ni sabe ni contesta, no vaya a ser que Zapatero se enfade y les llame fascistas, pues eso, más fácil imposible. ¿Y qué es lo que no cuadra? Bueno, en la España de Zapatero, cuadrar no cuadra nada, vamos, absolutamente nada, ni el PIB, ni el déficit, ni la deuda, ni los parados sin cobertura, ni nada de nada, pero en este caso concreto lo que no cuadra es que, según los datos de afiliación a la Seguridad Social, durante el mes de junio se dieron de baja en la misma 182.000 personas, es decir, que según éste registro oficial, 182.000 personas perdieron su empleo el mes pasado y dejaron de cotizar.
Evidentemente, aunque al bueno de Celestino nadie se lo ha explicado, el paro registrado solo podría ser inferior a las bajas de la SS siempre que la población activa estuviera descendiendo, pero como estos repentes del señorito se improvisan sobre la marcha, según amanece el día, pues el INE no estaba avisado, y resulta que nos dice que la población activa está creciendo no retrocediendo, entre 12 y 15.000 personas mes, ergo Corbacho, eres un ‘tramposín’, porque el paro en Junio ha crecido e unas 195.000 personas y no bajado en la cifra que te han indicado desde Moncloa.
Pero es que hay más, muchísimo más, Eurostat ha publicado las cifras de paro europeas correspondientes a fin de mayo, y donde España no sólo sigue a la cabeza de los 27 en nivel de paro, es que la diferencia es cada vez mayor. De un incremento del paro europeo en dos décimas, el español había crecido en seis, del 18,1 % al 18,7 %, o 4.319.887, lo que supone un incremento del desempleo en 138.600 personas, justo donde la pareja de mentirosos compulsivos Zapatero-Corbacho habían asegurado un descenso de 25.000, e incluso la cifra desestacionalizada del Ministerio de Economía daba un incremento de poco más de 90.000. Es decir, se trata de una estafa tan gigantesca, tan fuera de dimensión, que supera los límites de todo lo imaginable. Cuanto peor vayan las cosas, y van a ir mucho peor en meses venideros, mayor será la mentira de éste gobierno de irresponsables y tramposos.
La falacia de las estadísticas españolas
Lo que subyace en esta sucesión de mentiras es realmente gravísimo: España, al contrario del resto del mundo civilizado, y al igual que si fuéramos una “democracia popular stalinista”, tiene un sistema estadístico nacional prostituido hasta la médula, que miente y manipula todas y cada una de sus grandes cifras, en función de los intereses políticos cortoplacistas de Zapatero, y recalco Zapatero porque esto con Felipe González, por poner un ejemplo, no pasaba. En el caso del paro, todo comienza menos de un año después se que ganara las elecciones, en enero 2005 el INE cambia la metodología de cálculo de la EPA, a mayor gloria del personaje, reduciendo de golpe el paro en 600.000 personas, que pasan de ser consideradas paradas a “empleadas a tiempo parcial”.
Para que tengan una idea de lo que va la fiesta: una persona “trabajando sin remuneración para su propia familia” es un “empleado a tiempo parcial”, y ello aunque esté cobrando el subsidio de desempleo. El paro registrado cambia también su metodología de cálculo en marzo 2005, para “homogeneizarla” con la de la EPA, lo que no fue obstáculo para que mi paisano Caldera, un profesional de la de mentira y de la manipulación –nos juraría a los salmantinos que para llevarse los papeles del Archivo Histórico Nacional tendrían que pasar por encima de su cadáver, y luego no solo no se opuso ¡es que votó a favor!– introdujera con vistas a las elecciones generales un nuevo concepto, “parados en formación” que saca del paro registrado a casi 300.000 personas.
El sistema de cálculo del paro registrado se realiza a partir de los demandantes de empleo en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo, una cifra de la que se van restando diversas cantidades, unas objetivas y otras caprichosas o subjetivas. Zapatero, como he señalado, manipula masivamente el sistema estadístico en función de sus necesidades políticas, pero el paro registrado posee dos ventajas esenciales: la primera que al ser mensual, sirve perfectamente para enviar los mensajes cortoplacistas que se deseen, y la segunda que su margen de manipulación es casi ilimitado.
Para que se hagan una idea de cuán enorme es dicho margen, solo decir que frente a 4.956.195 demandantes de empleo en junio, el paro registrado publicado ha sido de 3.564.889, es decir, 1,4 millones inferior a los demandantes de empleo. ¿Y qué demandantes se excluyen? Primero, aquéllos que, estando empleados, se inscriben para encontrar un trabajo mejor, en total, y en el mes que nos ocupa 899.301. No es que el nivel cultural de los españoles sea para tirar cohetes, pero ¿se imaginan ustedes. que puedan existir en éste país 900.000 descerebrados que crean que las Oficinas de Empleo, incapaces de encontrar un trabajo al 98% de las personas que lo necesitan de verdad, van a mejorar el empleo de alguien?
La inutilidad de la oposición y la desinformación de los medios
Le siguen aquellos desempleados con disponibilidades limitadas, 194.711; y finalmente los excluidos por mi paisano Caldera, denominados “otros no ocupados”, 297.294. ¿Y qué tenemos como diferencia en junio?, ¡oh casualidad, casualidad!, que los demandantes de empleo para mejorar han crecido en 70.000, eso es tener mas moral que el Alcoyano, los desempleados con disponibilidades limitadas en 11.000, y los del “efecto Caldera” en 32.000, todos han crecido menos el paro registrado “como se quería demostrar” que ha bajado. En total, 113.000 demandantes de empleo que Corbacho coloca donde le sale del gorro, ¿y cuál es el resultado final? Pues el resultado final, Sras y Sres de la calle Génova, es que mientras ustedes se dedican a apuñalarse los unos a los otros, los medios de comunicación transmiten la información oficial, y la opinión pública en ausencia de la explicación real, se la traga sin pestañear, que las terminales mediáticas y los militantes del Partido Socialista, que no se tocan las narices, propalan “urbi et orbi” que se trata de un éxito espectacular, y dicen verdad, un éxito espectacular de agitación y propaganda, mientras los acomplejados, los inútiles del PP a los que en mala hora votamos 10 millones de españoles, se callan como muertos incapaces de reaccionar.
Es indignante, es frustrante, es desolador, que a Rajoy le pongan las carambolas como a Fernando VII, y sea incapaz de hacer una O con un canuto. La única que ha reaccionado y denunciado la tropelía, ha sido Rosa Díez, boicoteada miserablemente por todos los medios del país. Y mientras tanto ¡dos de gambas! que las vacaciones están aquí, y en otoño Dios y el iluminado de Moncloa proveerán.