Después de limpiar el sensor de la Nikon Z fc pensando en llevármela a una escapada a París, y tras ver la castaña de pronóstico metereológico que teníamos, al final la he dejado en casa y las pocas fotos que he realizado han sido con el iPhone 14 Pro.
Sigo pensando que son fotos resultonas, pero sin la magia de una cámara de verdad, entre las que no incluyo a mi Nikon Z fc, que está muy bien, pero está muy lejos de la Nikon D850 que ha estrenado
@wfogg
No soy nada religioso, pero tenía muchas ganas de ver cómo ha avanzado la restauración de la catedral de Notre-Dame de Paris tras el incendio de 2019, y la verdad es que ha sido un gusto ver que tanto la fachada principal como el interior están ya renovados. Otra cosa es ver los laterales y la parte trasera, o los pequeños detalles, que tardarán años en terminarse, pero hoy en día está abierto para que el público en general pueda visitarla.
París nos recibía con frío, agua, y una luz mortecina de invierno con la que era difícil conseguir algo en planos abiertos. Ni el cielo era azul, ni el Sena parecía un río, pues iba bastante cargado de agua y muy revuelta, con un color KK.
Una ventaja para hacer una foto de la fachada es que en la plaza de entrada han habilitado una tribuna desde la que puedes tener un punto de vista elevado. La entrada está abierta al público y aunque se acumula bastante gente, el acceso es rápido y ordenado.
La luz exterior era muy mala, pero sin embargo la reforma del interior ha potenciado una imagen muy luminosa de la catedral, que luce espectacular tras la reforma.
Coincidimos con una misa en la que había un número importante de sacerdotes, no tengo ni idea de por qué, pero le otorgaban un carácter solemne a la ceremonia, acentuado por la presencia imponente del rosetón lateral.
Se ha cuidado mucho la iluminación, que con diferentes temperaturas de color es todo un reto para el balance de blancos de la cámara.
El iPhone hace un buen papel gestionando esas temperaturas de color, y también en el control de las altas luces.
Está claro que ese día algo pasaba, que había capas blancas por todas partes...
Tras el altar se sitúa el coro y una capilla a la que no se puede acceder directamente, pero a la que pude colar la cámara del iPhone, algo que no hubiera podido hacer con una cámara más grande.
Toda esa zona es majestuosa, y echo de menos un buen angular. Aunque tengo el modelo Pro con 3 cámaras, "Pro"curo no usar nada más que la principal, porque tanto el angular como el teleobjetivo dejan mucho que desear cuando lo comparo con la cámara de 48 megapixeles. Disparo en formato HEIF Máxima, y aunque sé que conseguiría más calidad con el formato ProRAW, no quiero archivos de 75MB en mi carrete.
Detrás de esa capilla estaba ubicado el relicario de la corona de espinas, que si habéis visto la película Arde Notre Dame, es uno de los temas donde ponen la máxima preocupación. Ahora en ese punto hay una extraña escultura circular tipo donut que no he terminado de entender, quizá porque nadie me lo ha explicado.
Tanto en la entrada como en ese punto, la gente deja sus ofrendas encendiendo una vela.
En la entrada también es habitual ver a gente realizando sus ofrendas, y de nuevo me parece que el control del color que realiza el iPhone es bastante acertado con respecto a lo que veía. No he aplicado ninguna corrección de color y quizá veo algún tinte raro en la escultura de la virgen, pero en general, me cuadra lo que veo.
En el lado de las curiosidades, en las capillas laterales faltan las obras que están pendientes de restaurar, y se ve claramente que hay un espacio para los donantes, como este rincón de algún chino cristiano en el que se muestra a un cura chino, a una virgen china con su bebé chino...
En general veo las fotos y no me disgutan, pero me quedo con las ganas de que el iPhone sea todavía mucho mejor en el aspecto fotográfico.
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