Esto le ocurrió a una mujer de 63 años en Corea del Sur, según recoge un artículo científico del Centro Nacional de Información sobre Biotecnología en Bethesda, Maryland. Tras ir a comprar al mercado, la mujer se decidió a comer un rico plato de calamares. Tras hervirlos, sintió algo extraño en su boca después de morder uno de estos ejemplares.
Inmediatamente, dejó de comer y se fue corriendo al hospital. Los médicos le dieron una extraña noticia: tenía 12 calamares pequeños entre sus encías, su lengua y la parte interior de sus mejillas. Se puede decir que había sido inseminada por el animal.
Los médicos descubrieron que el macho le había lanzado espermatóforos, es decir, una especie de cápsulas creadas por los machos de varios invertebrados que contienen espermatozoides y que son liberados al órgano sexual femenino durante la cópula.
Por suerte la cosa no fue a más ya que a la mujer le fueron extraídos estos pequeños bebés cefalópodos presentes en el semen.