Estoy un poco hasta las narices de no disfrutar con la imagen cuando voy al cine. Como solo voy a ver versión original, ya no sé si es que Kinepolis Valencia tiene solo proyectores "pata negra" para las salas donde se proyectan las cosas dobladas. Es por eso que esta vez iba con alguna esperanza de encontrarme con algo diferente, ya que normalmente la V.O. la relegan a las salas más pequeñas del complejo, y resulta que una de las sesiones de Wicked en V.O.S. era en la sala 18, que es de las consideradas medianas en Kinepolis Valencia y al final resulta que... igual de mal que siempre. Pantalla gris metalizada, por cierto.
El nivel de luminosidad, correcto, sin aspavientos, pero el contraste es simplemente horrible. El suelo de negros es como volver a los tiempos de los primeros televisores LCD pero con un pantallón descomunal, haciendo que cualquier escena que no sea diurna se vea horrible. Y sé que Wicked es una de "esas películas" que juega con el bajo contraste, pero por los trailers y las imágenes promocionales, no hasta ese punto.
Y luego está la fuga de luz que llevo sufriendo desde hace años en todas las salas del complejo. Ayer en los créditos ya es que hasta me dio por hacer un vídeo para que veáis la luz del proyector que llega a las butacas y que me permite hasta proyectar sombras.
Luego el sonido muy por debajo de lo esperado. Al escuchar alguna canción de la banda sonora antes de ver la película, había flipado con lo buena que era la mezcla y lo bien que sonaba todo. Y luego en el cine, todo ese punch de la percusión, esa claridad de las voces, se esfumó. Es que hasta el rango dinámico me pareció raro... Aquí si que no puedo decir que la sala sonase claramente mal, pero sí que o bien les falta recalibrar o bien el sistema de sonido se ha quedado obsoleto. Kinepolis Valencia abrió en 2001 con el estreno de Tomb Raider (la de Jolie) y apostaría a que quitando la parte electrónica referente a la conversión a digital, todo lo demás sigue igual que hace 23 años.
El problema (mi problema) es que en versión original las alternativas son escasas y cada vez me resulta más difícil estar a gusto pagando por ver una película en el cine, que es donde debería ser feliz.