EL POST DEL CINE SILENTE

El hombre con la cámara, de Dziga Vertov

“Esta película es un experimento en comunicación cinematográfica de eventos reales, sin la ayuda de intertítulos, sin la ayuda de una historia, sin la ayuda del teatro. Este trabajo experimental tiene como objetivo la creación de un lenguaje verdaderamente internacional”.

Obra clave del cine soviético y de la historia del cine en general. Retrato documental de la vida cotidiana en la URSS, realizado en 1929 siguiendo los postulados del llamado “cine-ojo” de Vertov, influyente teórico influido a su vez por las vanguardias artísticas, con la pretensión de crear un arte socialista y revolucionario. Renunciando a actores y guión, oponiéndose a la escenificación y teatralización previa, el cine se convierte en un testimonio de la realidad espontánea, donde el “ojo” de la cámara cinematográfica observa y encuentra un orden entre las múltiples y distintas imágenes captadas, creando su propia visión. Una filosofía al servicio del comunismo, haciendo hincapié en la unión, la colectividad, sin protagonistas claros... el cine es un arte del futuro, fusión de hombre y de máquina, elaborando un “todo” particular a partir de lo individual. Vertov se distancia así de su colega Eisenstein y de la narratividad, pese a compartir la misma concepción del montaje como principal herramienta expresiva.

Pese a su reducida duración es un trabajo monumental, realizado en varias ciudades, donde vemos labores e industria, formas de ocio, masas en movimiento... de lo más pequeño y detallado a grandes y lejanos encuadres, alternándose instantes de montaje frenéticos con otros más relajados. Una “sinfonía” visual, con superposiciones, cámaras lentas/rápidas, efectos de stop-motion... con unos espectadores en sus butacas al principio y al final, y un camarógrafo haciendo su trabajo como uno más (la película es a la vez su propio “making of”) al igual que la montadora, de tal manera que vemos el proceso completo de creación de un film y su acogida pública. Un paralelismo; mujeres trabajadoras/señoras en la peluquería, cierta crítica asoma demostrando que no es oro todo lo que reluce. Finalmente, destaco la banda sonora en la versión que he visto de unos tales “Cinematic orchestra”, música electrónica y jazzística que se ajusta bien a lo que vemos, aunque no sé si se pasa un poco de enfática.

Larguísimo videoclip prehistórico en blanco y negro, me parece que su interés, originalidad e impacto siguen donde están, más allá de elucubraciones teóricas.


DpAnD7J.jpg
 
en los años 20-comienzos 30, se pone "de moda" estos experimentos medio vanguardistas por las calles de San Petersburgo, Roma, París, Berlín, Manhattan.... sin duda la más adelantada de todas porque además juega a más cosas es la de Vertov, además metida muy de lleno en las corrientes de la época.

en el resto de su obra siempre juega con ideas interesantes pero no acaba de conseguir conjuntos tan atractivos.
 
Cada vez admiro más a esta peña que realmente estaban inventando un arte nuevo. Descubriendo su narrativa a lo bestia, ensayo y error. Eso si que tiene mérito...Ves ahora a Buster Keaton y te das cuenta de lo que es partir de cero y llegar a soluciones -ya no meramente visuales, en plan narrativa- sino el jugar con las posibilidades del espacio fílmico... y los putos rusos (Vertov a la cabeza), tratando de aunar política, sociedad, revolución, vanguardia artística y cine... Ya lo dijo Lenin, "De todas las artes, el cine es para nosotros la más importante". En seguida vieron que ese iba a ser el lenguaje del siglo XX....Otra peli "sinfónica" en este línea y también maravillosa es "Berlín, sinfonía de una ciudad" de Walter Ruttmann
 
La brujería a través de los tiempos, de Benjamin Christensen

Película de culto dentro del cine mudo y rareza adelantada a su época, a medio camino entre el documental y la ficción. Entre el cine de terror/fantástico primitivo y el ensayo histórico, no es tanto una “historia” de la brujería, sino un recorrido por las explicaciones que la humanidad le ha dado al fenómeno a lo largo de las épocas, desde los primeros tiempos hasta la actualidad (1922, por aquel entonces). Originariamente como parte de una concepción mítica del mundo, la magia y la brujería germinaron en una era de superstición y de oscurantismo como fue la edad media, convirtiéndose en el chivo expiatorio del fanatismo religioso imperante, que veía el mal por todas partes. El siglo XX, como época de la razón y del progreso, ha dejado atrás esta barbarie y encuentra las causas en las enfermedades mentales, sin que (por otra parte) aquella mentalidad paranoica haya dejado de existir (el enfoque cientificista y freudiano lo encotramos hoy más bien ingenuo).

En una sucesión de siete capítulos, se nos muestran (por ejemplo) grabados antiguos, instrumentos de tortura, y recreaciones dramáticas a modo de pequeñas tramas (la anciana alucinando, el señor cuya familia es acusada...). Cuidadoso el trabajo de recreación, caracterizaciones y efectos especiales, en secuencias surrealistas que parecen surgidas de los grabados de Gustave Doré, o de un mal viaje de LSD. Demonios libidinosos tocando la zambomba, monjas enloquecidas, señoras pariendo aberraciones y besándole el ojete a Satanás en persona, aquelarres... una locura. El director emplea efectos de cámara, sobreimpresiones, animación en stop-motion, de una manera original y sorprendente. Falla el soundtrack de la versión, por cansino y muchas veces fuera de tono (música clásica y bucólica que no cuadra mucho con las susodichas visiones del averno).

¿Obra maestra? No lo creo. Pero sí me parece un película que parece hecha por un mago, más que por un director cinematográfico, que sorprende por su carácter único y marginal, casi sin nexos con el resto del cine.



8nblvYp.jpg
 
La tengo pendiente desde hace mucho tiempo. A ver cuando puedo sacar un rato y visionarla.
 
Su lado más divulgativo cansa un poco (las secuencias a base de intertítulos y grabados) pero cuando tira a la narrativa es digno de verse, viñetitas e historietillas de una fuerza y una modernidad impresionantes. La orgía caníbal, las apariciones del Satán fucker, el vuelo nocturno con escobas, el tratamiento de las histéricas... ¡hay hasta un momento en que la peli explica visualmente y con dos inquisidores la técnica del poli bueno y el poli malo!
 
http://www.lashorasperdidas.com/ind...-dolan-y-sorrentino-homenajean-a-los-lumiere/

Almodóvar, Dolan y Sorrentino homenajean a los Lumiere
Los tres cineastas reproducen en un festival la 'Salida de los Trabajadores de la Fábrica' de 1895.


Pedro Almodóvar, Xavier Dolan y Paolo Sorrentino han realizado un pequeño homenaje a los hermanos Lumière con la creación de un tres cortos que homenajean la mítica Salida de los Trabajadores de 1895, y que han contado con la participación entre otros de Keanu Reeves, Marisa Paredes, John McTiernan, Elena Anaya o Bertrand Tavernier.

El realizador manchego rodó su aportación el pasado sábado en Lyon, colocando la cámara exactamente en la misma posición que la elegida por los hermanos hace ya más de cien años, en lo que se consideró como la primera película jamás realizada para el consumo público. Sin embargo, Almodóvar elige disponer a los participantes en líneas de cinco hacia la cámara, “dada su obsesión por la simetría”, según el comunicado oficial del Festival Lumière, que termina este domingo.

Sorrentino contó con la colaboración de Rossy de Palma, Berenice Bejo, Isabella Rossellini y Marisa Paredes a la hora de rodar una aproximación “más romántica” mientras que Dolan tuvo como participantes a Reeves, McTiernan, Edgar Ramírez, Tavernier y Anaya, grabándose a sí mismos con sus propios teléfonos mientras abandonaban lo que queda de la Fábrica Lumiére.

La culminación del festival coincide con el aniversario del nacimiento de Auguste Lumière, un 19 de octubre de 1862, responsable de perfeccionar junto a su hermano Louis el prototipo inicial de proyector cinematográfico para que varias personas pudieran disfrutar de él al mismo tiempo.

 
Llevo media EL ÚLTIMO de Murnau y me está dejando el culo torcido.

Cámaras que se pasean como moscas, incluso cámaras al hombro, fundidos locos, decorados gigantes con lluvia incluida, ensoñaciones, ni un puto intertítulo...

Esto no tiene más de 90 años, no me timéis.
 
Murnau era un puto genio y esta peli la venida del profeta. Incluso Ford aprendió y mucho de él a la hora de mover la cámara (aunque nunca fuera tan vanguardista en el cine mudo y primeros sonoros...)
 
Murnau era el jodido Kubrick del silente. No tiene película que no sea de flotar.
 
Yo me hice un ciclo en su día (se ven muy rápido) y en general, flipaba con todas (más o menos). Me pasa con muy pocos (Bergman es otro).
 
¿Qué ha hecho Murnau últimamente por cinefilia?

Bah, hace una de vampiros y ya parece que se le tenga que abrir hilo sí o sí.

(entiéndase que estoy hablando en sorna, no vaya a haber algún despistado y me tache de adicto a Bay y sucedaneos).

Groucho, ¿no te hace abrirle hilo al maestro?
 
La huelga, de Sergei M. Eisenstein

Los obreros industriales de la Rusia pre-soviética declaran una huelga, en demanda de mejores condiciones de trabajo. Sin embargo, el movimiento es despreciado por los propietarios burgueses y cruelmente reprimido por las autoridades zaristas. No es “El acorazado Potemkin”, sino el anterior y primer largometraje del gran maestro del cine soviético, quien hace gala del mismo estilo expresionista, impactante, de montaje cinematográfico. No hay imágenes ni secuencias tan icónicas para la memoria cinéfila, pero igualmente es un festín para quien disfrute con un cine tan peculiar, tan diferente, y dicha diferencia va más allá de la condición de cine mudo. La narrativa nos puede parecer confusa y más pendiente de explícitas metáforas, mientras que el protagonismo de la colectividad y no de individuos concretos queda lejos de una mentalidad de espectador moderno. Sumando tales factores, la impresión que uno tiene es incluso la de estar viendo un cine futurista, experimental, por irónico que parezca.

Un sinfonía visual al servicio de la propaganda más vil; de un maniqueísmo risible y una caricatura llevada al extremo (los ricachones explotadores no son los únicos retratados como alimañas, también el “lumpen”, colaborador del capital y con su propio “rey” de los marginados). Los valientes proletarios, eso sí, son un ideal de compañerismo y lucha hasta el final. El carácter, la personalidad de quien está detrás, casi desborda el panfleto; inventiva, espectáculo en movimiento, división en capítulos (la lucha obrera hecha épica, desde la chispa originaria hasta un brutal desenlace, cargado de ideología y significado). El simplismo convertido en universalismo, el efectismo, en lírica. La opción por lo grotesco es acentuada por la gestualidad teatral de unos intérpretes que más parecen cómicos circenses. Una mancha de tinta extendiéndose por un mapa es sangre corriendo por las calles, un limón es exprimido mientras una muchedumbre es reprimida... ¿ingenuidad, o todo lo contrario?.

¿Qué, no te sientes un poco más comunista por dentro, una vez finalizado el visionado? Objetivo conseguido.


stachka.jpg
 
La cinemateca francesa lleva días subiendo pelis gratis por el confinamiento, hoy han subido una de Marcel L'Herbier restaurada:

 
El gabinete del doctor Caligari, de Robert Wiene

Nada menos que un siglo nos separa de esta obra clave y fundacional de la historia del cine, en relación directa con las vanguardias artísticas y anticipo de un período (la república de Weimar) tanto de efervescencia cultural como de inestabilidad política y crisis económica.

Fantasmagoría en seis actos que sienta las bases del género de terror y de la propia narración, siendo lo más destacable los característicos escenarios y decorados de diseño expresionista (término, no obstante, muy debatido), de formas retorcidas, asfixiantes, objetivación de unas emociones turbulentas. Una obra de arte en sí mismos, a lo que se añade el uso del maquillaje y el histrionismo interpretativo con el fin de representar una realidad deformada. Será por la economía de medios (se repite el espacio de la feria) o porque Wiene no es Murnau ni Lang, pero al margen de la parte estética, tanto el montaje como la dirección adolecen de cierto estatismo (a menos que se trate de una decisión intencionada). Se han hecho numerosas lecturas sociopolíticas, como la que contempla a Caligari como anticipio de los totalitarismos (no he leído el libro de Krakauer), que podrán ser más o menos acertadas, pero una cosa está clara; el momento que atravesaba un país que acababa de dejar atrás una guerra mundial era el más propicio para la realización de films (como éste y Nosferatu) de tan ominosa temática.

La huella de lo kafkiano es fácil de intuir en una burocracia implacable y sentada en sillas elevadas, o en el temor del hombre común (encarnado por el espectral Cesare), que permanece dormido o sonámbulo, dominada su frágil voluntad por fuerzas superiores que deciden quién vive y quién muere… la presencia de Conrad Veidt, estilizada cual la de un bailarín, lo mismo es tan conmovedora como siniestra (cuando abre los ojos en la feria, cuando cae desplomado tras raptar a la damisela…). Y si Caligari es el Pingüino de Batman, Cesare es Eduardo Manostijeras (nada disimulado lo de Burton). La otra gran aportación es la narración subjetiva y poco fiable, el giro final; el relato del loco justifica lo pesadillesco del asunto, un intento por dar forma a su locura. Se anticipan por lo tanto los peores males del siglo XX (al menos los presagios del durmiente no son nada tranquilizadores), la pérdida de confianza en la explicación racional y estable del mundo, en nuestra propia cordura, así como en figuras tan respetables y benévolas como la del sospechoso doctor.


MV5BMTAzMDg5ODg4NjFeQTJeQWpwZ15BbWU4MDc2NDExNTIx._V1_.jpg
 
A muchos historiadores cinematográficos les encanta ver el nazismo reflejado en el cine de Weimar como si de una bola de cristal se tratase. Yo creo que más bien reflejan traumas presentes o inmediatamente anteriores, como la guerra, el caudillismo prusiano o el fascismo italiano que ya dominaba Italia por entonces, elementos que sin duda influyeron posteriormente en el ascenso de Hitler, pero yo creo que este hecho no se podía contemplar ni tan siquiera en el subconsciente de los artistas, que ya tenían bastante con vivir con un país en ruinas donde el hambre y los radicalismos políticos de toda clase campaban a sus anchas.

Un saludete.
 
Arriba Pie