Madrid y Valencia desploman el voto al PP y propulsan a Ciudadanos
Madrid y Valencia desploman el voto al PP y propulsan a Ciudadanos
Rivera defenestra al PSOE en las comunidades tradicionales del centro derecha y Podemos lo desplaza al cuarto puesto en Madrid
Madrid y la
Comunidad Valenciana, las dos autonomías que hasta hace sólo unos meses eran los símbolos de poder del
PP, las joyas de la corona de los gobiernos autonómicos, lastran ahora el voto popular y no consiguen contener a
Ciudadanos. Tampoco logra hacerlo el PSOE. El partido de
Albert Riverasustituye a los socialistas como segunda fuerza en
Castilla y León,Canarias,
Murcia,
Cantabria y
La Rioja -comunidades tradicionales de centro derecha- y entre Ciudadanos y Podemos aplastan al PSOE en Madrid, donde son relegados a cuarta fuerza. En
Baleares el segundo puesto se lo arrebata
Pablo Iglesias.
Según la encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO, el PP puede lograr en Madrid entre 11 y 12 escaños, apenas 3 ó 4 más de los que obtendría Ciudadanos. Un 29% de respaldo, sólo 6 puntos más que la formación naranja, que con el 23% de sufragios serían segundos con entre 8 y 9. El bipartidismo queda seriamente dañado en una de las circunscripciones más relevantes en número de diputados (se reparten 19) y más simbólicas en términos políticos.
El PP se mantiene con dificultad pero el PSOE cae arrodillado. Podemos adelanta a los socialistas hasta defenestrarles al cuarto puesto en Madrid. Un 22% de votos (8 diputados) conseguiría Podemos y un 18% (7 escaños), el PSOE. Un verdadero cataclismo político para Pedro Sánchez. La lista de Manuela Carmena ya les superó en las elecciones municipales. En las autonómicas mantuvieron a raya a Podemos y Ciudadanos. Sólo unos meses después, Albert Rivera y Pablo Iglesias adelantan al PSOE en Madrid.
En la Comunidad Valenciana, donde están en juego 20 diputados, la situación es similar aunque el orden en el podio de votos no es el mismo. Los populares tendrían un 28% de apoyo y pueden perder la mitad de sus escaños. De los 20 de 2011, a entre 10 y 12 el 20-D, cuatro años después. Como sucede con Madrid, el antiguo granero de votos del PP está esquilmado. El PSOE logra sobrevivir en el segundo puesto pero sin muchas garantías. La encuesta le otorga un 22% de apoyo pero inmediatamente después se sitúan Podemos-Compromís y Ciudadanos con un 20%, respectivamente. En número de diputados las tres fuerzas están empatadas: 7 el PSOE y entre 6 y 7 el resto.
En el resto de comunidades tradicionales del PP, el desgaste de la formación de Mariano Rajoy es menor por dos motivos: Los porcentajes de voto que pronostica Sigma Dos para el
20-D son más altos y el avance de Ciudadanos es más limitado. En Castilla y León, donde
José Vicente Herrera gobierna gracias al sostén del partido naranja, la marca PP baja pero resiste mejor que en otras regiones. Allí el PP se alza con un 37% de los sufragios. Es cierto que hace cuatro años cosecharon el 55,7%. Ahora pierden 5 diputados en favor de Ciudadanos. Pero un 37% en estos momentos es sólo un sueño para otros dirigentes territoriales. Al margen del arraigo que el PP tiene en tierras castellanas, en Castilla y León suelen también apuntar que ellos no se han visto afectados por casos de casos de corrupción, como ha sucedido en Madrid y Valencia.
En Castilla y León quien más sufre electoralmente es, de nuevo, el PSOE. Ciudadanos les arrebata el segundo puesto, además, con cierta ventaja. El partido de Rivera logra el 23% de los votos, los socialistas el 18% y Podemos el 15%.
Ciudadanos da un salto mayúsculo en Castilla y León. En todas las provincias menos en
Zamora adelanta al PSOE como segunda fuerza. De hecho sus resultados son verdaderamente buenos. El PP aguanta por encima del 35% pero Ciudadanos se coloca en porcentajes superiores al 25% en
Ávila y
Segovia; y del 26% en Palencia y del 27% en Salamanca. De los 8 escaños que obtendrían, 5 proceden del PP y el resto del PSOE, que puede perder entre uno u dos más a favor de Podemos. Los partidos emergentes, sobre todo Ciudadanos, consiguen entrar en una de las comunidades con un comportamiento electoral más uniforme, donde históricamente sólo se ha votado a PP o a PSOE.
El PP de Galicia también pierde diputados
Otra de las regiones donde el PP ha tenido sólidos cimientos,
Galicia, la formación que dirige
Alberto Núñez Feijóo, se ve desestabilizada por circunstancias ajenas al impulso de Albert Rivera. Allí Ciudadanos no logra una gran representación -de los 23 diputados en juego, la encuesta sólo le adjudica 2- y sin embargo el PP puede perder hasta 6 parlamentarios. De 15 que ha tenido esta legislatura, a 9. El motivo es el empuje de las llamadas mareas, donde se ha integrado Podemos. El PSOE resiste allí con sus exiguos 6 diputados, mientras que al PP le comen terreno tanto las mareas como Ciudadanos. Este resultado obliga a una reflexión autóctona, al margen del análisis general.
En Canarias los populares también sobreviven. Incluso lo hace el PSOE, aunque de nuevo es desplazado por Ciudadanos como segundo partido más votado. El PP obtendría un 32% de apoyos; Ciudadanos un 21%; PSOE un 18% y Podemos un 16%. Los populares pierden un tercio de sus escaños -de 9 a 6- y los socialistas uno de cuatro. Ciudadanos puede tener entre 3 y 4 y Podemos, 2.
En Murcia el porcentaje de voto también supera el 30% pero la merma en escaños es muy notable. De 8 a 4. De los 4 que se volatilizan, 2 van a Ciudadanos y 2 a Podemos. Como en muchas de las autonomías citadas, el segundo partido deja de ser el PSOE y pasa a ser Cuidadanos. Pero no es suficiente escarnio porque los socialistas compiten también por el tercer puesto con Podemos. El PP, que gobierna la comunidad, consigue el 36% de los votos; Ciudadanos, el 23%; PSOE, el 19% y Podemos, el 18%.
El hundimiento del PSOE le convierte también en una fuerza casi residual en Baleares, a pesar de que ostenta el gobierno autonómico. El PP, aunque está muy debilitado en las islas, sigue siendo la fuerza más votada con un resultado del 32%. La sorpresa en las islas la da Podemos. Segundo puesto para el partido de Pablo Iglesias y 26% de apoyo, que el pasado martes reunió a 5.000 personas en el
Velódromo del Palma Arena. El tercer lugar es para Ciudadanos con un 16% y el cuarto para el PSOE con un 13%. De los ocho diputados que se disputan, los socialistas sólo consiguen uno. Ciudadanos entre 1 y 2; Podemos, entre 2 y 3 y el PP, 3.
La Rioja
En La Rioja se repite la misma secuencia. Gana PP, aquí con más solvencia (39%) y Ciudadanos (22%) sustituye al PSOE (21%) como segunda fuerza. En cuarto lugar, Podemos (11%). Y lo mismo en Cantabria: PP (33%), Ciudadanos (23%), PSOE (20%) y Podemos (19%).
Aunque lo habitual es que los diputados que suma Ciudadanos sean a costa del PP, la promoción de Albert Rivera en las últimas semanas, la fuerza con que llega al final de la carrera y la remontada de Podemos dejan al PSOE en una situación dramática en las comunidades donde en la última década ha gobernado el centro derecha.
El PP, aunque en algunos de sus feudos tradicionales supera ampliamente el 30% de apoyo, sufre un importante retroceso en las plazas clave, donde se reparten más diputados: Valencia, Madrid, Andalucía y Cataluña. Ciudadanos se le acerca peligrosamente en muchas provincias -en Zaragoza incluso le supera-, según el sondeo de
Sigma Dos. Los partidos tradicionales, sobre todo el PP, resisten el envite del 20-D pero pasarán a ser, a partir de ahora, la sombra de lo que han representado en España en las tres últimas décadas. Desde el próximo 20 de diciembre el cuatripartidismo asalta la política española.