Respuesta: Estoy deprimido
Me ha llegado una oferta de Fnac para vender cine y otra para videojuegos. Creo que sería un puesto perfecto para mi, las 2 cosas me encantan y estoy al día de las novedades.
Lástima que por la edad o por cualquier otra cosa nunca me vayan a llamar. Es una jodienda, porque sé que lo haría perfectamente y sería de los pocos que conocen lo que venden.
¡Pero no tires la toalla antes de tiempo, hombre! Ya sabemos que la cosa está jodida, y son cientos o miles de personas las que a veces se presentan a un mismo puesto de trabajo y al final sólo pueden coger a uno. No hay que tomarse como algo personal que no lo escojan a uno, ni pensar que porque ya te han rechazado varias veces van a hacerlo siempre.
Buscar un trabajo, tal como está la situación actualmente, es chunga. De cada 100 curriculums enviados, 99 acaban en la basura, y de cada 100 entrevistas, es posible que en 99 no te escojan. Pero la única manera de lograr que te contraten en un sitio es aumentando el número de oportunidades, y eso sólo se logra confiando en uno mismo y no dejar nunca de buscar. Ya sé que cuesta ser optimista cuando el futuro se ve tan negro, pero es que el pesimismo tampoco es solución. Nadie va a ir a buscarte a casa si tú no te mueves.
Hace poco un amigo estaba deprimido, porque le habían llamado para una entrevista de trabajo en A-Cero (que, para el que no lo sepa, es uno de los estudios de arquitectura más punteros de España, propiedad de Joaquín Torres, al que seguro que lo conocéis de verlo por la tele en mil programas) y, a pesar de haber quedado entre los tres candidatos finalistas, no lo escogieron a él. Yo intenté ver el lado bueno de aquello, y es que te llame uno de los estudios más importantes del país y te considere digno de estar entre sus candidatos idóneos no es moco de pavo: eso quiere decir que ha pasado por delante de muchos otros competidores, y que los entrevistadores lo valoran, y que sus posibilidades de conseguir chollo son mucho más altas de lo que él se imagina. Lo que no puede hacer ahora es deprimirse y bajar la guardia.
Creo que ya conté que una vez me presenté a un proceso selectivo, simplemente por probar, sin ninguna confianza de que me cogieran, porque no tenía estudios oficiales de la materia ni experiencia previa, y sin embargo me escogieron a mí por encima del resto porque vieron en mi ciertas aptitudes que los otros candidatos, aún con más formación y experiencia, no tenían. Si me hubiera dejado guiar por mis temores iniciales y no me hubiera presentado, en efecto, nunca me hubieran cogido. Resumiendo: si te presentas, es difícil que te seleccionen. Pero si no te presentas es directamente imposible.