Después de muchos años considerándolo (más de una década), he decidido empezar una segunda carrera, mi verdadera vocación (Psicología), estoy acojonado de pies a cabeza, perdido, sin norte y con ansiedad por el elevado coste, pero con una ilusión tremenda.
Será para mí una verdadera odisea porque trabajo a tiempo completo, tengo hobbies que no dejaré del todo y cargas familiares directas, pero voy a por ello porque no puedo seguir sin hacer lo que realmente quiero con mi vida, estoy feliz porque tengo trabajo, pero es un trabajo que requiere algo de mí que no tengo realmente, todos los días siento que el que trabaja es otra persona, no yo mismo, es difícil de explicar. Probablemente me jubilaré en esta profesión (la que en cierta forma adoro porque me ha educado mucho, me ha dado techo, coche y comida que ha alimentado bocas), pero no es lo que quiero.
Ahora mismo comienzo a tener la sensación de que cuando sea anciano sentiré remordimientos por no haber intentado hacer lo que siempre he querido hacer, así que empiezo en la UNED, lo haré al paso de la tortuga y no me importa si me gradúo con 50 años, todavía soy joven y lo único que quiero es estudiar lo que siempre he querido y al final decir "lo he intentado", de esta forma el yo del futuro no será capaz de reprocharle nada al yo del presente.
Me queda claro (no soy ciego) que la UNED es una gran industria, una enorme maquinaria en donde se le exprime cada céntimo a todos los estudiantes, es muy cara y apenas seré capaz de costearla, pero es el precio que debo pagar si quiero perseguir mis sueños, estoy consciente de que me están timando en cierta forma y estoy dispuesto a afrontar ese hecho porque es la única forma que tengo para seguir mis metas y recuperar a ese hombre emprendedor que estaba enterrado desde principio de los 2000s.
Os quiero, tanto así que vengo a ventilar esta intimidad con vosotros, besos húmedos y deseadme suerte por favor, que la necesitaré.