La primera mujer que corrió un Fórmula 1 fue Maria-Theresa de Fillipis. Esta italiana debutó a los 32 años y se convirtió en la primera mujer en este deporte. Su primer intentó fue en Mónaco de 1958 con Maserati, pero no pudo clasificar (se debía estar dentro del 107 por ciento del tiempo de la pole). Luego, en el demandante circuito de Spa Franchorchamps, de Fillipis volvió a probar suerte. Esta vez sí lo consiguió y se convirtió en la primera mujer en clasificar para un Gran Premio y, al día siguiente, la primera en terminar una carrera, pese a haberlo hecho a dos vueltas del ganador. Continuando en 1958, la mujer piloto pudo correr en los Grandes Premios de Portugal e Italia, pero sin poder terminarlos. Sin embargo, al querer competir de nuevo en 1959, nuevamente en Mónaco y esta vez con el equipo Behra Porsche, una vez más quedó fuera del 107 por ciento y fue así como terminó su carrera como piloto de Fórmula 1.
La mujer que más éxitos ha tenido en la Fórmula 1 ha sido la también italiana Lella Lombardi; no obstante, sus ‘éxitos' nunca fueron importantes. Su primer intento para correr en Fórmula 1 fue en 1974 en el circuito de Silverstone con el equipo Brabham, pero no pudo clasificar. Al año siguiente, pudo correr once carreras con el equipo March y una de ellas fue su mejor resultado, incluso llegando a los puntos: en España en 1975, tras un accidente en el que murieron tres comisarios y un fotógrafo, se canceló la carrera en la vuelta 29 y Lombardi logró alcanzar el sexto puesto (que en esa época otorgaba un punto). Sin embargo, como la carrera había sido paralizada, solamente pudo conseguir medio punto. En 1976 corrió dos carreras más, pero esta vez con el enigmático equipo Williams. De todas las carreras en las que compitió, logró terminar siete y abandonar en cinco.
Davina Galica, nacida en Inglaterra, fue una piloto que quiso intentar suerte en el deporte; lamentablemente para ella, no lo logró. En 1976, la Fórmula 1 rompió historia: dos mujeres intentaron clasificar al Gran Premio de Inglaterra; una de ellas era Galica con el equipo Surtees y la otra fue Lella Lombardi. Sin embargo, Galica no pudo clasificar para esta carrera. En 1978, con Hesketh Racing, intentó clasificar para dos Grandes Premios más, pero tampoco lo logró (usaba el número trece). Su carrera de piloto, como las dos que le antecedieron, terminó temprano.
Desire Wilson es probablemente la menos reconocida. Esta sudafricana ganó una carrera en la Fórmula 1. No obstante, esta carrera no era considerada un Gran Premio y no contaba en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1. En 1980, con el Williams FW07, intentó clasificar al Gran Premio de Inglaterra. Después de esta clasificación, tuvo que dejar la Fórmula 1: no lo logró.
Giovanna Amati fue la última piloto que intentó correr un Gran Premio. En la temporada de 1992, la piloto intentó clasificar a los primeros tres Grandes Premios del año con el equipo Brabham. Al no lograrlo, Amati fue reemplazada por un inglés llamado Damon Hill, que cuatro años más tarde, en 1996, se convertiría en Campeón del Mundo.
Hace dos años y medio, la piloto estadounidense Sarah Fisher, que competía en ese entonces en la IRL, probó para McLaren cuando la Fórmula 1 llegó a su país en el circuito de Indianápolis. Su intento no pasó de ser una prueba y marketing para la misma piloto y para el equipo inglés.
La última piloto en subirse a un Fórmula 1 fue la inglesa Katherine Legge. En la última semana de vida del equipo Minardi, tras haber sido comprado por Red Bull para llamarse en 2006 Scuderia Toro Rosso, la joven corrió en el circuito de Vallelunga. Su intento no fue del todo decoroso, pues tuvo un leve accidente y un despiste. Todavía se habla de ella como una futuro mujer piloto de Grandes Premios.