Stancito
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La consecuencias de todo esto (EFE):
* Motores: La F-1 se ha quedado sin potencia para 2010. Al retirarse la totalidad de constructores, todos los participantes quedan a merced de los V8 que diseñe Cosworth. En otras palabras, lo mismo que en la GP2, pero con libertad constructiva en materia de chasis. Para el KERS, queda la opción de recurrir al suministro de la unidad que Williams lleva desarrollando desde la temporada pasada y todavía no ha montado en su coche esta campaña.
* Carreras: La F-1 FIA tiene firmados contratos de larga duración con la mayoría de circuitos que actualmente componen el calendario. Así, mientras Montmeló, Monza, Mónaco o Melbourne, por nombrar sólo a unos pocos, tendrán que seguir encadenados a la F-1 FIA, los constructores deberán buscar nuevas localizaciones. Curiosamente, uno de los que se salvará de la quema será Silverstone, que organizaba este año su último GP de F-1 para ceder su plaza en el calendario a Donington Park a partir de 2010. Lo que tampoco cambia en este sentido son los leoninos contratos entre el promotor, Ecclestone, y las empresas gestoras de los trazados, que a duras penas llegan a cubrir los gastos derivados de la organización después de pagar el canon al tío Bernie. Sin duda, una F-1 sin constructores pero, sobre todo, una F-1 sin Ferrari, no generará jamás ingresos que justifiquen las cifras actuales.
* Derechos de TV: Igual que con los circuitos, los contratos de televisión firmados con la Formula One Management seguirán en vigor. En consecuencia, La Sexta y TV3 seguirán encadenadas a la F-1 FIA por varias temporadas, mientras los equipos negocian con nuevos canales los derechos de emisión del campeonato paralelo. Esta decisión abre el mercado a otros operadores que, al menos en España, podrán pelearse libremente por vincularse al nuevo campeonato de Fernando Alonso.
* Historia: Esta división fractura la línea histórica del automovilismo mundial en dos mitades. La primera era de la F-1 dejará paso a un campeonato nuevo que, de seguir el modelo de ruptura entre la IRL y la ChampCar, terminará con la muerte de uno de los campeonatos propuestos...
* Motores: La F-1 se ha quedado sin potencia para 2010. Al retirarse la totalidad de constructores, todos los participantes quedan a merced de los V8 que diseñe Cosworth. En otras palabras, lo mismo que en la GP2, pero con libertad constructiva en materia de chasis. Para el KERS, queda la opción de recurrir al suministro de la unidad que Williams lleva desarrollando desde la temporada pasada y todavía no ha montado en su coche esta campaña.
* Carreras: La F-1 FIA tiene firmados contratos de larga duración con la mayoría de circuitos que actualmente componen el calendario. Así, mientras Montmeló, Monza, Mónaco o Melbourne, por nombrar sólo a unos pocos, tendrán que seguir encadenados a la F-1 FIA, los constructores deberán buscar nuevas localizaciones. Curiosamente, uno de los que se salvará de la quema será Silverstone, que organizaba este año su último GP de F-1 para ceder su plaza en el calendario a Donington Park a partir de 2010. Lo que tampoco cambia en este sentido son los leoninos contratos entre el promotor, Ecclestone, y las empresas gestoras de los trazados, que a duras penas llegan a cubrir los gastos derivados de la organización después de pagar el canon al tío Bernie. Sin duda, una F-1 sin constructores pero, sobre todo, una F-1 sin Ferrari, no generará jamás ingresos que justifiquen las cifras actuales.
* Derechos de TV: Igual que con los circuitos, los contratos de televisión firmados con la Formula One Management seguirán en vigor. En consecuencia, La Sexta y TV3 seguirán encadenadas a la F-1 FIA por varias temporadas, mientras los equipos negocian con nuevos canales los derechos de emisión del campeonato paralelo. Esta decisión abre el mercado a otros operadores que, al menos en España, podrán pelearse libremente por vincularse al nuevo campeonato de Fernando Alonso.
* Historia: Esta división fractura la línea histórica del automovilismo mundial en dos mitades. La primera era de la F-1 dejará paso a un campeonato nuevo que, de seguir el modelo de ruptura entre la IRL y la ChampCar, terminará con la muerte de uno de los campeonatos propuestos...