Hipocresía y navajas en el paddock
A Fernando Alonso le llamó a la cara un periodista inglés del Daily Mirror 'sucio campeón' tras calificar su triunfo en Hockenheim de 'sucia victoria'. En la rueda de prensa más tensa y agresiva de los últimos años, el piloto de Ferrari fue fusilado por un pelotón de corresponsables británicos que desde 2007 le guardan rencor eterno. Con desprecio, falta de educación, altanería y un punto de superioridad insultante -clásico en el 'paddock'-, le juzgaron y sentenciaron en directo antes de que la FIA, siempre atenta a este 'lobby' de presión británico, investigara su carrera y sancionara económicamente a Ferrari por incumplir el código deportivo.
Desempolvaron polémicas antiguas, tergiversaron declaraciones del asturiano en circunstancias muy distintas a las del Gran Premio de Alemania e intentaron -prácticamente- que pidiera perdón por haber adelantado a su compañero. Aguantó el tipo el bicampeón contando hasta tres antes de responder a algunas de las intervenciones, donde apenas se planteaban cuestiones más allá de lanzarle reproches. Se pasaban el micrófono unos a otros, lanzaban miradas amenazantes e incluso llegaron a abuchear a un compañero español -Carlos Miquel, del AS- por salirse su pregunta de la línea de lapidación que ellos estaban marcando. Realmente bochornoso.
Mismos críticos, adalides de un presunto fair play, que cuando Alonso estuvo en McLaren no dudaron en echarle en cara que colaborara con la FIA en el caso de espionaje sobre Ferrari. Ellos le exigían entonces que ocultara la trampa para proteger a la escudería bandera del Imperio. Hipocresías de ida y vuelta en esta Fórmula 1 convertida en folletín, siempre con un capítulo todavía más extravagante por representar.
Alonso se limitó a firmar un competitivo fin de semana desde el viernes hasta el domingo sobre un coche que ha despertado. En carrera le adelantó su compañero gracias a la maniobra ilegal de Sebastian Vettel, al cerrarle violentamente contra el muro en la salida. Después, tras intentar adelantar -vuelta 21- a Felipe Massa y comprobar la defensa del brasileño, optó por evitar riesgos y accidentes en un duelo al sol con el colega de escuadra. Fue Ferrari, desde el muro, la que manejó la carrera, y al equipo sí se le podría recriminar falta de sutileza en el diseño de la victoria. Tardaron en reaccionar y atolondraron a Massa diciéndole en una vuelta que podía ganar y dos después, que Alonso iba más rápido... Éste quizá sobreactuó al decelerar exageradamente y apenas pudo ocultar su malestar en las ceremonia del podio y ante las cámaras, pero hay que entender que debe ser muy duro para un piloto renunciar a sus opciones de triunfo.
¿Órdenes de equipo? Claro, las que se dan en cada gran premio, como en McLaren se pide a Button que ahorre gasolina en plena persecución a Hamilton o en Red Bull, cuando optan por instalar un alerón mejor en el coche de Vettel que en el de Webber. Escudería, equipo, bien común. Es lo que hay. Sensatez cuando uno de los dos pilotos está situado 30 puntos más cerca del líder que el otro. ¿Por quién apostar? No hay dudas. Ahora ha sido Alonso el beneficiado, pero si se tratara de una situación contraria, con Massa mejor en la clasificación, hubiera sido el español el sacrificado.
Acciones como la de Massa las vamos a presenciar en las próximas carreras con el título mundial en juego, sobre todo en este año sin repostajes. Antes, el mayor número de pasadas por los garajes permitía disimular este tipo de movimientos, pero ahora, con apenas una entrada y casi siempre en las primeras vueltas, se va a dar el intermitente con claridad entre compañeros en más de una ocasión. Veremos si se les califica también de 'sucios ganadores' y se les pregunta a punta de navaja.