Este año he visto pocas carreras de la Indy en directo, vi su victoria hace dos semanas y la carrera de Indianapolis que fue súper emocionante.
Al final, aunque suene un poco rimbombante, me lo paso mucho mejor corriendo yo en mi simulador que viendo las carreras.
Esa lejanía entre espectador y piloto para mí se ha borrado casi por completo, y aunque no deje de ser todo una especie de sueño, cuando veo a Roman Grosjean que te hace un auténtico tutorial del circuito antes de la carrera, y que yo luego en casa puedo emularlo utilizando exactamente sus mismas técnicas, que luego él aplica en la realidad... Pues me vuelvo loco. El sueño del automovilismo aunque suene ridículo, se puede emular en casa, con las mismas sensaciones, excepto las hostias que te das.
Y con esta especie de extraño conocimento que tengo de las carreras y de la indycar en particular, vibro como nunca he vibrado viéndolos a ellos... Y yo luego los emulo muy locamente en casa.
No voy a caer en la tentación de comparar con la F1, el proceso de selección natural de los mejores pilotos está ahí, el glamour, la leyenda y la máxima gloria, pero también la increíble falacia de ver a Mazepines o Strolles que sólo están ahí porque son millonarios. Son competiciones diferentes, muy diferentes, no creo que sea necesario comparar, solamente me parece un buen contrapunto en el que ninguna competición copia a la otra, ambas tienen un ADN propio y con mucha solera, y de vez en cuando no está de más recordar que en Indianápolis se corre exactamente en el mismo trazado desde 1905...
Todo este rollo es solo para remarcar que Alex Palou ha hecho Historia del automovilismo español y tiene una relevancia importante.