a ver si sale el trailer HD del caballo, que Kaminski creo que esta vez me calla la boca.
mas colorines en las anilladas???
a ver si sale el trailer HD del caballo, que Kaminski creo que esta vez me calla la boca.
“Todo sobre mi madre” (Pedro Almodóvar, 1999, fot: Affonso Beato, ASC, ABC):
Tercer y último trabajo del operador brasileño Affonso Beato para el director manchego, rodado principalmente en localizaciones de Barcelona con algunos breves exteriores en Madrid, con el que el cineasta rinde tributo a “All About Eve” (Joseph Mankiewicz, 1950) con una historia extravagante: una mujer ve morir atropellado a su hijo cuando éste intentaba lograr el autógrafo de la actriz principal de una representación teatral. Dos meses después, viaja a Barcelona, dónde ahora se representa la obra y, de paso, viaja también a su pasado, del que huyó al quedarse embarazada 18 años antes.
En su segunda película rodada en formato panorámico anamórfico, Almodóvar –quizá guiado por Beato- lleva a cabo una planificación en la que el ancho de la pantalla funciona a la perfección, con abundantes tomas que captan simultáneamente dos primeros planos o planos medios sin necesidad de cortes de montaje, o incluso que muestran a varios personajes simultáneamente en el encuadre, demostrando así la idoneidad y adecuación de este formato para historias íntimas y películas en las que el diálogo es el eje de la narración. No es que “Todo sobre mi madre” tenga un gran número de movimientos de cámara elaborados, o planos cuya ejecución o estética llamen la atención especialmente, sino que la técnica empleada se ajusta como un guante a la narración, sin estridencias o efectismos innecesarios, excepto en la escena del atropello, que por otro lado está muy bien resuelta desde el punto de vista de la cámara, con un plano subjetivo del chico moribundo. Quizá se pueda echar en falta el empleo de focales ligeramente más angulares (parece como si gran parte del film estuviera rodado entre los 75 y los 100mm), que posiblemente le hubiera dotado de una mayor elegancia en la puesta en escena.
La iluminación de Beato, como no podría ser de otra manera, está muy condicionada por el habitual diseño de producción de los films del director, plagado de colores muy saturados y variados que se muestran sin reparo en cada localización o decorado. En esas circunstancias, es lógico que el operador brasileño no opte por llevar a cabo un trabajo de estética realista, sino que la aprovecha para realizar una iluminación bastante libre, no demasiado cohesionada, pero sí efectiva. En bastantes interiores se aprecian haces de luz dura, imitando a la luz solar como si ésta penetrara por las ventanas, pero Beato no tiene reparos en utilizar en muchas ocasiones luces cuya procedencia no está justificada, especialmente cuando retrata a las actrices, bien sea a través de fluorescentes o de luz dura. En otras circunstancias, como en las escenas en el camerino, por ejemplo, simplemente se limita a crear una iluminación intensa pero que no es demasiado contrastada, dejando que sean los decorados y el vestuario los que creen la profundidad y el adecuado contraste de la imagen. Los exteriores nocturnos en localizaciones quizá pequen de un exceso de luz, pero dentro de un conjunto extraordinariamente teatral, quizá fuera el aproximamiento que más coherencia aportaba al conjunto.
Por todo ello, no se trata de una gran fotografía, pero sí que se fusiona lo suficientemente bien con el peculiar diseño del film, consigue un buen aspecto general y realiza un buen uso del formato anamórfico. Sin embargo, lo mejor, son los momentos en los que Almodóvar se permite el lujo de llevar a cabo metáforas visuales (como ese tren que de camino a Barcelona y de vuelta a Madrid, al pasar por un túnel, simboliza el túnel del tiempo que atraviesa el personaje principal, o la barandilla del hospital que anticipa claramente la cruz del cementerio), que a la postre son, sin lugar a duda, lo mejor de la puesta en escena. Panavision.
mas colorines en las anilladas???
a ver si sale el trailer HD del caballo, que Kaminski creo que esta vez me calla la boca.
a ver si sale el trailer HD del caballo, que Kaminski creo que esta vez me calla la boca.
os estáis volviendo muy sibaritas. Antaño, cuando solo había VHS , ¿no comentabáis la fotografía? ¿O esperabáis a que la reestrenasen en cines?
VALMONT (MILOS FORMAN, 1989): Lujosa adaptación de la novela de Choderlos de Laclos ambientada en la Francia anterior a la revolución y que trata acerca de la rivalidad que se produce entre una marquesa y un vizconde –especialistas en el juego de la seducción- cuando ambos deciden interceder en el amor entre una joven aristócrata y su profesor de música. Realizada a continuación de la exitosa “Amadeus”, “Valmont” fue la novena y última colaboración de Miroslav Ondricek [ASC] junto a Milos Forman.
Rodada en espléndidos decorados de Pierre Guffroy así como en bellas localizaciones francesas, “Valmont” es una película de una apariencia visual tremendamente similar en todos los aspectos al anterior trabajo de los cineastas, con una fotografía de interiores diurnos que hace uso –en apariencia exclusivo- de los grandes ventanales de los palacios en que tiene lugar la acción para recrear la iluminación natural de los mismos y escenas nocturnas que tienen como principal fuente las velas que aparecen en pantalla. Pese a que el aspecto es muy bueno en todo momento, técnicamente se le puede achacar a Ondricek la excesiva sobreexposición de las ventanas en las escenas diurnas así como la falta de contraste debido a los altos niveles lumínicos empleados, que incluso permiten que en ocasiones se utilice un zoom en los interiores (cuando en formato 35mm anamórfico requieren al menos un diafragma de T/4.5).
Las escenas nocturnas, aunque ocasionalmente resultan también algo planas y faltas de contraste, resultan más satisfactorias y muestran algunos efectos lumínicos muy interesantes. Técnicamente están muy bien resueltas; utilizando linternas chinas al igual que en “Amadeus” y beneficiándose de una emulsión de mayor sensiilidad (posiblemente, Kodak 5294, 400 ASA), Ondricek crea una luz de base que se complementa con las velas en pantalla –exponiendo para su luz-, y aunque las dificultades debido a la mínima profundidad de campo como consecuencia de rodar a grandes aberturas de diafragma son máximas, el resultado justifica los medios. Quizá lo más novedoso de todo el film sean los exteriores, cuyo reducido contraste y aspecto general soleado contribuyen a realzar la belleza de las localizaciones.
Un trabajo muy notable en su conjunto, que quizá por su tremenda similitud con un film de la envergadura de “Amadeus” y el haber aparecido el año después del éxito de “Las Amistades Peligrosas”–basada en la misma historia- permanece en un segundo plano pese a sus indudables méritos. Panavision.
Como siempre, los colores siempre aparecen muy fuertemente saturados, con negros profundos y un estilo de iluminación de muy alto contraste, mediante el cual se obtienen imágenes muy atractivas y estilizadas. [...]
Pero lo mejor, sin lugar a dudas, son los extraordinarios efectos de los que hace gala la película supervisados por Scott Farrar [ASC], especialmente en su tercio final en Chicago, en los que la integración entre elementos reales y digitales es realmente buena. Y es que, incluso con todos sus defectos y excesos, si algo bueno tiene esta película es que combina los últimos adelantos tecnológicos en el campo de la imagen, pero al mismo tiempo mantiene un aspecto verosimil y hasta cierto punto artesanal, lo cual resulta muy gratificante en estos tiempos que corren. HD + Panavision.