Me pasa a veces que veo en una película un cúmulo de elementos que podrían convencerme de estar ante algo notable como mínimo, pero algo no me termina de encajar. Por momentos tenía la sensación de estar ante ese gran cine americano, entre clásico y moderno, pero también ante una propuesta en el fondo mediocre, que hubiera sido maquillada para parecer más sofisticada y prestigiosa, para competir por la estatuilla de turno. Bennett Miller apunta maneras de meticuloso observador, de cínico cronista del sueño americano y sus mentiras, en plan Historia Oculta de las Grandes Dinastías Americanas. La primera mitad, con el protagonismo de Steve Carell, me ha parecido lo más digno; personaje absolutamente grotesco y patético el suyo (narizotas chanantes aparte)... puro decadentismo y american gothic, no sabes muy bien por dónde te va a salir (momentazos lo del helicóptero y lo de la pistola en el gimnasio).
Sin embargo, al final todo es más parecido a un The master de segunda, con una fotografía intencionadamente artística y musiquita de piano genérica. Las comparaciones con PTA son acertadas, al menos en cuanto a trama, personajes, intenciones metafóricas... pero mientras en éste veo una narrativa elíptica, sugerente, aquí encuentro tedio. Lo que en uno son psicologías torturadas y difícilmente escrutables, aquí no dejan de ser tópicos que intuyes desde el principio. Y desde luego, lo que en uno es más o menos abierto a la interpretación, aquí es demasiado obvio y lo recalcan más de una vez. Visto lo visto, me recuerda más a las historias de Patricia Highsmith, donde el crimen no es sino la consecuencia lógica de unas mentes retorcidas... igual el enfoque más acertado para semejante caso era ese y no otro. O a lo mejor soy yo quien no valora lo que hay, sino lo que hubiera querido yo ver.
No diría que es una mala película, y por ejemplo, discrepo en lo de la excesiva solemnidad impostada (encuentro bastante cachondeo, incomodidad y humor negro que ayudan a evitar precisamente eso). En cualquier caso, sigo sin ver lo que hay que ver.