Fritz Lang

No tardéis en ver "Perversidad". Mi favorita de este señor hasta el momento, obra maestra.

La que no tragué fue "Los verdugos también mueren". No pude con tanta caricatura, y ni siquiera me pareció algo bien contado.
 
A mí me parecen maravillosas todas las películas de Fritz Lang, incluyendo Cloak and Dagger y American Guerrilla in the Philippines.

Y adoro sus tres westerns: The Return of Frank James (secuela de Jesse James, la obra maestra de Henry King), Western Union y Rancho Notorious.
 
Junto a Los sobornados, las dos que comentáis, Perversidad y Los verdugos también mueren, eran las que me parecían mejores de su etapa americana, ahora mismo ya no lo sé, todo es brutal. Pero Los verdugos también mueren la recuerdo como muy paradigmática de lo que es Lang, capaz de contar un acontecimiento tan reciente, tan delicado en forma de cine de género. Las volveré a ver, también las he adquirido en bluray, igual que Mujer en la luna. Por cierto, también he conseguido una restauración de Las Arañas de casi 3 horas entre las 2 películas en las que se recuperó bastante metraje y está muy decentemente editada en DVD aquí.

Las que sí he visto estos días son 2 de sus películas más poéticas, curiosamente separadas por muchos años de diferencia, Encubridora (Rancho Notorious, 1952) que es un western en forma de balada lírica con un romanticismo que recuerda a Nicholas Ray o Sam Peckinpah en su tono crepuscular, llaman mucho la atención sus rasgos noirs y un ritmo endiablado como buena serie b RKO que era, una trama y un desarrollo muy originales, una cantidad increíble (por la corta duración del film) de personajes caracterizados y, sobre todo, una definición de los 3 personajes principales absolutamente demoledora, uno noble pero cegado por el odio, otra de vuelta de todo pero enamorada del que no debe y otro carismático pero con un amor no correspondido, que la elevan (y ya es difícil) a una de sus mejores películas.

Y La muerte cansada / Las tres luces (1921), una fábula romántica y fatalista, como todo el cine mudo de Lang, con un non-stop de ideas visuales y una imaginería desbordantes entorno a amor, muerte y destino, pero también con un exotismo delicioso en 3 intrahistorias ambientadas en Arabia, Venezia y China, con esos irresistibles diseños de producción y unos efectos especiales acojonantes, se habla de lo mucho que gustó a Hitchcock y Buñuel, y añado que no es nada difícil ver la influencia de la atmósfera de esta película que tuvo en grandes como Bergman y Kurosawa. Otra vez, trata temas profundos con gran sencillez y, además, ofrece un espectáculo dinámico para el gran público, insertando esas aventuras románticas enmedio de la trama principal onírica y sombría.
 
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"Bresson, Grémillon, Lang y Dreyer

Straub: Siento mucha admiración por Les Dames du bois de Bologne y Journal d´un curé de campagne y Bresson ciertamente influenció mi trabajo. Pero no me gustan nada las películas que hizo más adelante. Lancelot du lac, por ejemplo, no tiene a mi modo de ver ningún interés. Es difícil hablar de las influencias que sufrí. Richard Roud siempre dice que soy de la cultura alemana, pero esto no es verdad. Tengo la formación típica de un estudiante universitario francés y ningún conocimiento especial de la cultura literaria alemana. Aprendí alemán en la escuela primaria, durante la guerra, hice todos mis estudios en francés y estuve por primera vez en Alemania, de forma seria, en 1956. Y después dice que tengo una cultura cinematográfica francesa, citando las influencias de Bresson y Grémillon. Grémillon me interesa mucho, en tanto que realizador verdaderamente comunista. Pero nunca tuve la oportunidad de ver sus películas con la debida atención. En cuanto a Bresson, vi aquellas dos películas de sus comienzos y estoy seguro de que me influenciaron mucho, pero sería incapaz de decir exactamente cómo (…).

Pero en realidad, pienso que las influencias más importantes que sufrí en términos de cine vinieron de realizadores alemanes. Cuando veo las películas alemanas de Fritz Lang, y las americanas también, no veo apenas los problemas formales y las preocupaciones del teatro expresionista alemán de los años 30, sino algo más, en el cine americano veo la subversión del cine americano, su reflexión sobre el cine, sobre el cine americano. Y, como bien apreció Louis Séguin, está la influencia de Lang anterior a 1933, la influencia de Die Nibelungen y hasta de Metropolis en Moses und Aron. Y hay montones de películas americanas que vi y que me influenciaron, aunque cien veces menos de las que vieron Godard y Rivette, por ejemplo, porque dejé muy temprano París y me fui a Alemania, donde era muy difícil ver estas películas. Y es todo. Vi algunas películas de Lang y tres o cuatro de Mizoguchi y algunas películas de Renoir que me influenciaron al menos tanto como Bresson, ya sea en relación al paisaje, o alguna cosa de Eisenstein y creo que es todo. Pero es lo suficiente. No es importante conocerlos todos, es importante conocer muy bien a algunos. No es necesario conocer todo lo que hay en un museo, basta con algunas pinturas. En mi caso, por ejemplo, conozco muy bien tres pinturas de Cézanne. No gané nada en ir todo el tiempo al museo y sí en reflexionar concretamente sobre un cuerpo de trabajo específico. Esto es la cultura, como se dice. No consiste en tenerlo todo, sino en haber reflexionado concretamente sobre algunas cosas. A propósito, hay otra cosa en pintura que conozco bien, porque en 1952 pasé algún tiempo en una iglesia en la que había algo de Giotto. Fui allí muchas veces y tengo la certeza de que esto también tuvo una gran influencia en nuestro trabajo. En ese sentido nuestra cultura, o lo que otros llamarían nuestra “cultura”, es precisa, está focalizada en dos o tres puntos. Y para volver al comienzo de esta conversación, la influencia de Bresson tiene su papel, como estos otros ejemplos de los que hablé. También mencionaría a Dreyer. Dos películas en particular, Vredens Drag y Vampyr, que las conozco mejor que las películas de Bresson. La única diferencia es que conozco a Bresson personalmente y nunca conocí a Dreyer."

...

"Fritz Lang

Straub: Fritz Lang tiene una moral de hierro, se siente esto en cada uno de sus planos y de sus ángulos de cámara, pero también se siente esto en su relación con los productores: es el único que ha conseguido hacer una superproducción que no es un superproducto. Der Tiger von Eschnapur y Das Indische Grabmal son las únicas películas que son superproducciones sin ser superproductos, que están hechas con todo el dinero del que se dispone sin crear una cortina de humo. Y que, con todo, no están hechas contra el dinero. Porque esto es más fácil de hacer; en su evolución, Godard percibió que es necesario hacer películas de oposición. Pero para un hombre de la generación de Fritz Lang, una idea de estas no era posible. Y a pesar de esto consiguió hacer estas dos películas, en las que realmente da algo a los alemanes, que morían de hambre hace tantos años, desde 1933 o antes de 1933, hasta la Währungsreform, que los intelectuales de izquierda tanto despreciaban, hasta el momento en que las personas volvieron a saber un poco lo que era vivir: es a esto a lo que llamaron el milagro económico alemán. Para mucha gente, este fue el momento en el que volvieron a vivir, en que volvieron a comer de forma normal –claro que había especulación y todo lo demás, okay. El aspecto negativo de esto, es la llegada de la sociedad del consumo. Pero en este momento Fritz Lang le dio a los alemanes una prenda, digamos, de oro. Y esto es lo que es importante. Cualquier otro habría hecho un becerro de oro. El productor estaba realmente deseoso de hacer un becerro de oro. Y Fritz Lang hizo una película."

INTERNACIONAL STRAUB Les yeux ne veulent pas en tout temps se fermer ou Peut-être qu’un jour Rome se permettra de choisir à son tour (Othon): entrevista con Jean-Marie Straub y Danièle Huillet
 
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"¡Y no me vengan con Spielberg o Coppola! Ellos hacen películas como quien sale de una escuela de cine. No conocen el cine de su propio país. ¡Nunca vieron, con ojos de ver, una película de John Ford o de Griffith o de Stroheim! Conocen a Fellini y copian al último Godard.

Spielberg, en Raiders of the Lost Arch, comete un error de raciocinio por plano y por corte. Está montada como una mala película de animación ¡Es lamentable! No sabe siquiera montar una película."


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Pues muy a favor de lo que dice del díptico indio (que además me parece influencia directa de El templo maldito), es el libro de cómo utilizar el dinero.

Y muy en contra de lo que dice de Raiders que, además de magníficamente montada, es muy langiana en aspecto lúdico.

He visto el díptico de Las Arañas (1919-1920) y me parece casi obvio que Lucas y compañía las tuvieron muy en cuenta para parir Raiders, la selva peruana, dos grupos persiguiendo un tesoro contra los incas, ... Contienen una cantidad de ideas deliciosas de la que destaco la de ese Chinatown subterráneo o ya esas organizaciones del mal burócratas y organizadas (como Spione o M). Un auténtico non-stop de sensaciones, de sense of wonder y de creatividad, incluso de riesgo (atención a cómo acaba la primera). Hasta un flashback de un episodio que aconteció 400 años antes. Lástima que no rodara las otras dos que escribió.
 
He visto 3 supuestos Lang "menores" y sigo alucinado con solidez de la obra de este hombre.

Secreto tras la puerta (1947) es quizás la única que, para mí, puede responder al calificativo de menor, como bien se ha comentado, tiene ese elemento freudiano tan característico de la época muy forzado en su argumento. Por otra parte, también se le puede acusar de parecerse demasiado a Rebeca, sin embargo a mí el tono me satisface más que en Rebeca, si bien ambas son capaces de generar una atmósfera fantasmagórica a base de pura puesta en escena, Lang, como es habitual, desdramatiza más e incluso se sirve para ello de elementos en la trama casi de serie b como la copia de habitaciones dónde hubo crímenes y es capaz de tirar hacia el misterio lúdico con esa habitación cerrada e inaccesible (que Rivette homenajea en L'Amour par terre). Después tiene algún pasaje memorable como el que acontece en México. Menor sí, no está a la altura de las bestiales La mujer del cuadro y Perversidad ni es tan sólida como House by the river, pero es perfectamente rescatable.

Clandestino y caballero (1946). Si la anterior no aguantaba el nivel del ciclo noir, ésta para mi sorpresa, cierra cojonudamente el ciclo antinazi, de hecho, si se hubiera incluido el rollo final de unos 15 minutos con los que Lang había acabado la película, probablemente hablaríamos de un título a la altura de las extraordinarias Hombre atrapado y Los verdugos también mueren. Aquí Lang se sirve del leit motiv de la fabricación de la bomba atómica para entregar un mecanismo de relojería de lo que es el cine de espías, de una set piece a otra y tiro porque me toca, pasando por varios países, con un encadenamiento fantástico de peligros, emboscadas, rescates, organización de la resistencia como en la de Praga y, cuando se para la película a la hora de metraje, lo hace de manera modélica para dibujar un romance clandestino con una descripción fabulosa de los efectos psicológicos de la guerra en la protagonista, para finalizar acelerando otra vez con una set piece de western. Ya digo, con el epílogo que rodó Lang sobre la bomba atómica sería una masterpiece, de todas formas queda bastante patente el toque pesimista de la película con respecto a este tema.

Y La venganza de Frank James (1940), en la que el vienés firma su primer western elevándose completamente por encima de un guión bastante normal, de hecho pone especial hincapié en temas completamente suyos como el toque social de masas y de justicia de Furia o la importancia de la prensa de Mientras Nueva York duerme. Rueda con muchísimo gusto e interés (a Lang le encantaba el western) las escenas típicas del género, apostando incluso por cierto realismo difícil de ver en la época (Henry Fonda ayuda mucho) e imprime, como suele ser habitual en él, un montaje con un sentido del ritmo fantástico. La joya de la película es una escena en la que el propio Frank James acude a una escenificación teatral falsa sobre la muerte de su hermano que él mismo boicotea, un pasaje meta que tiene especial relevancia cuando se sabe cómo concebía los westerns Fritz Lang, como Los Nibelungos para los alemanes, leyendas (falsas) y mitología para entretener al público y hacerlo partícipe de su propia cultura.
 
La gardenia azul (1953). Fascinante que esta película esté considerada como menor, un noir melódico elegantísimo en el tratamiento de su motivo musical, tristón y muy crítico con la sociedad americana (como en todas sus pelis de los 50's) durante la mayor parte del metraje, quizás un pelín demasiado amable en su resolución, pero que es capaz de desarrollar, como es habitual, todos los fantasmas internos de su protagonista que por azar (o no tanto) se ve envuelta en una pesadilla. Además tiene un tono delicioso de camaradería femenina en su primera parte y una cita antológica de Anne Baxter y Raymond Burr. Anticipa bastante el cinismo periodístico de su posterior Mientras Nueva York duerme.

Espíritu de conquista (1941).
Ésta no puede ser menor, de hecho, yo diría que anticipa algún Ford mayor en varios aspectos como el enfrentamiento amistoso entre el hombre del oeste y el de la ciudad, el tratamiento desmitificador del conflicto con los indios o esa épica intimista de las historias del oeste que tan bien se le dio a John Ford. Vuelve a tener, como sus otros 2 westerns, un ritmo antológico y un protagonista extraordinario tanto por la interpretación de Randolph Scott, por la definición ambigua, fatalista y llena de matices del personaje, como por su triple contraste de personalidades con el dueño de la Western Union (majestuoso prólogo), con el joven de la ciudad y, finalmente, con su hermano. Además, muy metafórica en ese incendio final que representa la explosión de su protagonista después de estar toda la película en una encrucijada imposible.
 
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Con directores tan maravillosos como Fritz Lang, lo de obra menor suele denotar una vagancia crítica enorme, derivada de un apego insistente al canon. Por eso, cuando vemos las filmografías de estos maestros, nos damos cuenta de que las grandes películas se encuentran por todas partes, y muchas obras que hoy en día pueden pasar más desapercibidas se nos revelan como fundamentales.

Supongo que ya habrás visto Moonfleet, una de las películas de Lang más especiales desde mi punto de vista. También es una película muy apreciada por Jacques Rivette.

jacques rivette's favorite films since 1950
 
Sí, la vi hace tiempo y la repescaré con muchas ganas, de hecho, creo que Noroit de Rivette se inspiraba en Moonfleet. Por cierto, las relación de las 3 chicas en Blue Gardenia es muy rivettiana.
 
M, EL VAMPIRO DE DÜSSELDORF (M, 1931 -Fritz Lang)


Extraño título español al más contundente "M" (el Murder al que se refiere la marca del asesino) y toda una delicia audiovisual, contundente y mayestática en su retrato del ambiente de ansiedad, paranoia y desconfianza que se ha apodera de una comunidad ciudadana cuando un asesino de niñas empieza ha hacer estragos. Uno de los primeros films sonoros del genio del cine Fritz Lang... que deviene en una monumental obra maestra cinematográfica en la que ya vemos como su talento se prolongaba en el cine hablado. Producto adelantado a su tiempo utilizando el sonido como recurso para hacer avanzar la acción y complementar su potencia visual la película que narra el proceso de acoso, búsqueda y captura de un asesino de niñas incorporado por un inmenso Peter Lorre es sin duda una de las cumbres del cine. Imprescindible
 
Más allá de la duda

Con el fin de poner en evidencia las arbitrariedades del sistema judicial, un periodista (Dana Andrews) finge ser el autor del reciente asesinato de una bailarina, fabricando una serie de pruebas falsas que le señalen directamente para ser sentenciado y después demostrar su inocencia. Si nos olvidamos de lo inverosímil del plan (un delito en sí mismo la simulación de un crimen), estamos ante una crítica de la pena de muerte, de cómo pueden olvidarse las responsabilidades de un cargo sólo por ascender en lugar de aplicar la ley con proporcionalidad… sin embargo, ésto es el punto de partida y la trama se complica cuando irrumpe la fatalidad y las cosas no salen como deben. La vuelta de tuerca descubre la genuina naturaleza noir de la propuesta, tras el rocambolesco drama judicial en torno a un individuo injustamente acusado; en realidad un perdedor acechado por la mala suerte que intenta burlar un hado que acaba imponiéndose, haga lo que haga. De un pesimismo considerable, la obra termina igual que comienza, con un condenado dirigiéndose hacia la silla eléctrica sin que nada haya cambiado.

Hasta un tipo tan cabrón es digno de compasión, parece decírsenos. Lo de la mujer que hace lo correcto, pese a sus sentimientos (ese eterno no saber quién es en realidad la persona más cercana y querida) puede tener un punto de moralismo, aunque el final no es nada complaciente, desplazándose la crítica social y la denuncia de la corrupción hacia un terreno más metafísico; el afán de tentar a la suerte puede llevar a la aplicación de una justicia más severa e implacable que la humana… y nadie sale del todo bien parado, desconfiándose incluso del idealismo de una prensa que quizá sólo busca hacerse notar. Film muy depurado, sin alarde alguno y alejado del estilo expresionista de los inicios del director, me parece a mí, salvo en alguna secuencia corta (como la del accidente del colega, con esa radio envuelta en llamas, por no hablar de esas ominosas rejas de la prisión que encierra a nuestro hombre)… presentando las situaciones de manera concisa, propia de un artista maduro tanto en su labor formal como en el tratamiento de las oscuras cuestiones que aborda.
 
Lang fue un coloso del cine toda su vida, sus primeras películas de aventuras ya son memorables, pero la depuración formal de sus últimas películas en los 50 creo que es su cénit, y esta entra de lleno, la última de su etapa americana junto a While the City Sleeps. Después ya se fue y acabó con dos obras maestras.

Recuerdo un "Qué grande es el cine" especialmente bueno de esta película, con Miguel Marías dándolo todo.
 
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Hace siglos que no la veo, aunque la recuerdo tan simpática como inevitablemente naif, e innecesariamente alargada de metraje, como casi todo el cine de Lang (y puede que el alemán) de la época. Resulta curioso que su siguiente obra, 'M', sea tan precisa a todos los niveles.

Un saludete.
 
Hace siglos que no la veo, aunque la recuerdo tan simpática como inevitablemente naif, e innecesariamente alargada de metraje, como casi todo el cine de Lang (y puede que el alemán) de la época. Resulta curioso que su siguiente obra, 'M', sea tan precisa a todos los niveles.

Un saludete.
Spione, que es anterior a la de la luna, también es muy precisa, de hecho, va como un tiro.
 
No he visto ni una peli de lang. Ni metrópolis. A esta, odisea 2001, ciudadano kane y al acorazado potemkim, no me pregunten por qué, les he tenido manía siempre. Gorda, insuperable, casi psicópata y de ahí mis lodos cinéfilos.
 
joer, @Seoman, con lo inteligente y exquisito que eres y las gañanadas dignas de forero de Albacete que sueltas a veces para parecer de la plebe.

déjate de Metropolis, ponte M, el vampiro de Düsseldorf, no es muda, ¡hablan! y ademas en un alemán increíble, casi shakesperiano de lumpen, que ya se oye poco, además es modernísima, mucho más que los vejestorios esos de Marvel que tanto disfrutas.
 
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