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Bresson, Grémillon, Lang y Dreyer
Straub: Siento mucha admiración por
Les Dames du bois de Bologne y
Journal d´un curé de campagne y Bresson ciertamente influenció mi trabajo. Pero no me gustan nada las películas que hizo más adelante.
Lancelot du lac, por ejemplo, no tiene a mi modo de ver ningún interés. Es difícil hablar de las influencias que sufrí. Richard Roud siempre dice que soy de la cultura alemana, pero esto no es verdad. Tengo la formación típica de un estudiante universitario francés y ningún conocimiento especial de la cultura literaria alemana. Aprendí alemán en la escuela primaria, durante la guerra, hice todos mis estudios en francés y estuve por primera vez en Alemania, de forma seria, en 1956. Y después dice que tengo una cultura cinematográfica francesa, citando las influencias de Bresson y Grémillon. Grémillon me interesa mucho, en tanto que realizador verdaderamente comunista. Pero nunca tuve la oportunidad de ver sus películas con la debida atención. En cuanto a Bresson, vi aquellas dos películas de sus comienzos y estoy seguro de que me influenciaron mucho, pero sería incapaz de decir exactamente cómo (…).
Pero en realidad, pienso que las influencias más importantes que sufrí en términos de cine vinieron de realizadores alemanes. Cuando veo las películas alemanas de Fritz Lang, y las americanas también, no veo apenas los problemas formales y las preocupaciones del teatro expresionista alemán de los años 30, sino algo más, en el cine americano veo la subversión del cine americano, su reflexión sobre el cine, sobre el cine americano. Y, como bien apreció Louis Séguin, está la influencia de Lang anterior a 1933, la influencia de
Die Nibelungen y hasta de
Metropolis en
Moses und Aron. Y hay montones de películas americanas que vi y que me influenciaron, aunque cien veces menos de las que vieron Godard y Rivette, por ejemplo, porque dejé muy temprano París y me fui a Alemania, donde era muy difícil ver estas películas. Y es todo. Vi algunas películas de Lang y tres o cuatro de Mizoguchi y algunas películas de Renoir que me influenciaron al menos tanto como Bresson, ya sea en relación al paisaje, o alguna cosa de Eisenstein y creo que es todo. Pero es lo suficiente. No es importante conocerlos todos, es importante conocer muy bien a algunos. No es necesario conocer todo lo que hay en un museo, basta con algunas pinturas. En mi caso, por ejemplo, conozco muy bien tres pinturas de Cézanne. No gané nada en ir todo el tiempo al museo y sí en reflexionar concretamente sobre un cuerpo de trabajo específico. Esto es la cultura, como se dice. No consiste en tenerlo todo, sino en haber reflexionado concretamente sobre algunas cosas. A propósito, hay otra cosa en pintura que conozco bien, porque en 1952 pasé algún tiempo en una iglesia en la que había algo de Giotto. Fui allí muchas veces y tengo la certeza de que esto también tuvo una gran influencia en nuestro trabajo. En ese sentido nuestra cultura, o lo que otros llamarían nuestra “cultura”, es precisa, está focalizada en dos o tres puntos. Y para volver al comienzo de esta conversación, la influencia de Bresson tiene su papel, como estos otros ejemplos de los que hablé. También mencionaría a Dreyer. Dos películas en particular,
Vredens Drag y
Vampyr, que las conozco mejor que las películas de Bresson. La única diferencia es que conozco a Bresson personalmente y nunca conocí a Dreyer."
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Fritz Lang
Straub: Fritz Lang tiene una moral de hierro, se siente esto en cada uno de sus planos y de sus ángulos de cámara, pero también se siente esto en su relación con los productores: es el único que ha conseguido hacer una superproducción que no es un superproducto.
Der Tiger von Eschnapur y
Das Indische Grabmal son las únicas películas que son superproducciones sin ser superproductos, que están hechas con todo el dinero del que se dispone sin crear una cortina de humo. Y que, con todo, no están hechas
contra el dinero. Porque esto es más fácil de hacer; en su evolución, Godard percibió que es necesario hacer películas de oposición. Pero para un hombre de la generación de Fritz Lang, una idea de estas no era posible. Y a pesar de esto consiguió hacer estas dos películas, en las que realmente da algo a los alemanes, que morían de hambre hace tantos años, desde 1933 o antes de 1933, hasta la Währungsreform, que los intelectuales de izquierda tanto despreciaban, hasta el momento en que las personas volvieron a saber un poco lo que era vivir: es a esto a lo que llamaron el milagro económico alemán. Para mucha gente, este fue el momento en el que volvieron a vivir, en que volvieron a comer de forma normal –claro que había especulación y todo lo demás,
okay. El aspecto negativo de esto, es la llegada de la sociedad del consumo. Pero en este momento Fritz Lang le dio a los alemanes una prenda, digamos, de oro. Y esto es lo que es importante. Cualquier otro habría hecho un becerro de oro. El productor estaba realmente deseoso de hacer un becerro de oro. Y Fritz Lang hizo una película."
INTERNACIONAL STRAUB Les yeux ne veulent pas en tout temps se fermer ou Peut-être qu’un jour Rome se permettra de choisir à son tour (Othon): entrevista con Jean-Marie Straub y Danièle Huillet