Fritz Lang

Die Nibelungen es, en efecto, una obra maestra. Yo prefiero la primera a la segunda parte, pero es una mera elección personal. Ambas poseen un valor incalculable y la segunda no solo alberga una de las más grandes secuencias de acción del cine mudo, sino de la historia del cine. Ver para creer. El maestro domina con mano firme cada espacio: las personas que lo habitan y los objetos que lo decoran, a la vez que retrata las relaciones de los personajes entre ellos y con las cosas que les rodean. Es, entre muchas otras cosas, una lección de cómo distribuir las fuerzas y relaciones de poder en escena, a través de un uso sublime de las formas geométricas y simetrías que se pueden formar dentro de un mismo cuadro. Mediante una particular mirada moral se transmite toda una forma de habitar el mundo. Una rígida mirada moral que se extiende al resto de su filmografía. No es casualidad que Rivette mencionara en Jacques Rivette. Le veilleur que cuando tuvo la oportunidad de entrevistar al genio alemán este solo le habló de moral y del efecto que esta tenía en la audiencia.

También posee una épica inabarcable. Una verdadera épica. La que confía en las miradas y construye un paisaje a través del ojo del cineasta que se extiende mucho más allá de lo que la profundidad del encuadre nos deja intuir. Porque en esta particular concepción de la épica existe, sin duda, el misterio. Y es en este misterio donde hallamos de nuevo todos los enigmas y claves secretas de una de las filmografías más férreas de la historia del cine. Baste atender a los ojos de Krimilda mientras estos arden en la pantalla.

die-nibelungen-kriemhilds-revenge.jpg
 
Última edición:
M, el vampiro de Düsseldorf

Clásico del cine con mayúsuculas por la importancia que tiene, mucho más que una película sobre un psicópata (iniciadora de la temática en los géneros del terror y el thriller, eso sí), más bien una lección de lenguaje visual en toda regla, donde destaca una primera secuencia donde descubrimos el modus operandi del monstruo y lo que da pie a todo; imagenes (el globo, el reloj) y sonidos (la canción de los niños, el silbido del malo), montaje (lleno de elipsis) y encuadre (sombríamente expresionista)... cine casi extraterrestre, entre lo mudo y lo sonoro, pura inquietud. Luego, una narración casi coral con dos protagonistas, el policía gañán (menudo “manspreading” que se marca el colega) y el gélido líder mafioso; paralelismos de montaje, algún plano-secuencia y dos caras de la sociedad con intereses comunes y métodos divergentes para atrapar al asesino. Más virtuosismo formal durante una dilatada persecución en unas oficinas... aquí el horror abstracto da paso a una compresión (que no justificación) de nuestro anti-héroe, un hombre perseguido por el puro mal en forma de silbido.

He mencionado lo relativo al inconfundible estilo visual de Lang, que tanto ha influido en el cine posterior. Sin embargo, el guión, las cuestiones sociales, políticas y morales que plantea, así como su desarrollo, no tienen desperdicio, de hecho son de una actualidad pasmosa (sustituimos al pobre Lorre por yihadistas, sin ir más lejos, y poco ha cambiado). Las fuerzas del orden público nada pueden ante una amenaza invisible y la ley tiene sus limitaciones ante semejantes criminales... por contra, la justicia popular, movida por agitadores tan siniestros como demagógicos, no es auténtica justicia, sino brutalidad y arbitrariedad... conclusión final; lo único importante es que el daño ya está hecho. El tramo final, con toda esa teatralidad y exposición, con Lorre desplegando exhibición actoral, me parece algo menos interesante que lo anterior... necesario, sin embargo, para ofrecer una visión completa de lo que es el monstruo, que ya no da miedo si no es por lo terriblemente humano que resulta, un ser roto, desgraciado, sin salvación posible.

Viendo ésto, entiendes la trayectoria posterior de Lang en Hollwood, una película con tanto donde rascar que te puedes volver loco. Muy buena.

P. D. Y sobre todo, tabaco y más tabaco... los actores debieron de salir todos con cáncer de pulmón de esta película, porque vaya tela.
 
pero su problema principal para mí es un guión alarmantemente simplón en su desarollo que lastra el esfuerzo de producción o la sobriedad y elegancia de Lang, vamos, Thea von Harbou y sus tramas de todo a 100 o el que las adapte, que no lo sé, a mí siempre me pareció una mediocre con inspiración fugaz -M- que tuvo la suerte de que un gigante como el alemán con el poderío de su puesta en escena rodase sus historias

Yo tengo que discrepar con lo de von Harbou, no tengo el placer de haber visto el díptico, caerá pronto porque voy como drogado con Lang, pero no estoy de acuerdo en cargarnos el folletín per se, se me ocurren pocas cosas más deliciosamente pulp que un mastodonte de 4 horas y media con un villano llamado Mabuse como protagonista o el encantador libreto lleno de imaginación de Metropolis, por no hablar de la adaptación de los Nibelungos o 2 de las mejores películas de la historia como M y El Testamento, y todas son historias muy bien trazadas ya desde el libreto. Que todo esto lo hizo grande y apoteósico Fritz Lang? Es de perogrullo, no sólo es mi favorito sino que creo que tiene la obra completa más descomunal de cuantas he visto, y me lo parece porque labró una filmografía con una concepción lúdica y misteriosa del cine, y ahí en su primera época ayudaron mucho esas ideas de von Harbou; en América, por supuesto, ayudaron esos géneros maravillosos que son el noir y el western.

Por cierto, vi Man Hunt, qué película! Qué arranque, qué maravilla de Sanders como villano, qué sentido de la aventura dentro de un noir, qué sensibilidad en esa relación y qué cojonazos en el final.
 
Puede ser perfectamente el mejor director de la historia del cine, sí.

Yo he revisado hace poco la enorme Spione y me sigue pareciendo una de las obras más grandes que ha dado el cine. A ver si comento algo pronto.
 
Puede ser perfectamente el mejor director de la historia del cine, sí.

Yo he revisado hace poco la enorme Spione y me sigue pareciendo una de las obras más grandes que ha dado el cine. A ver si comento algo pronto.

La tengo encargada, me llega esta semana el bluray junto al de Las tres luces. He estado viendo el del Dr. Mabuse, la de 1922 y es fantástica. Leí que Spione (sólo he visto trozos) es como una depuración de Mabuse, tiene una pinta fenomenal.

Las que tienen una deliciosa pinta a Indiana Jones y que no he visto son las dos de Arañas, ¿las has visto? creo que Mensch comentó una

Por cierto, recordaba de hace más de una década en Miradas de Cine un estudio maravilloso a Lang, que no tenía manera de encontrar ... hasta hoy (una lástima que no todos los enlaces estén disponibles, pero mucho y muy jugoso material).

Miradas de Cine nº 46 - Estudio Fritz Lang (I)
 
Sí, el díptico de Las arañas es delicioso, un serial pulp con ecos de Feuillade. Pero aun mejor es La muerte cansada (Las tres luces), película que influyó de manera decisiva a Buñuel y Hitchcock, nada menos.

Y no conviene olvidarse de El tigre de Esnapur y La tumba india, dos de las grandes producciones más precisas que se hayan filmado nunca.
 
Hace poco vi El doctor Mabuse. No me desagradó... pero, claro: cuatro horas y media :fiu

A ver cuando me animo a ver el resto de su filmografía porque, aparte de Metropolis y M, me faltan todas.
 
Furia

Un hombre que se dirige a ver a su novia (Spencer Tracy) es arrestado y erróneamente acusado de secuestro. Ésto desata las iras de la gente local, que se dispone a lincharle sin pararse a considerar su posible inocencia.

Debut de Fritz Lang en Hollywood y primero de sus títulos de cine negro, aunque en este caso nos encontramos más bien ante un drama judicial, acerca de un pobre hombre injustamente acusado de ser un criminal. Una película que habla del individuo frente a la sociedad, acosado y destruido por ella, y que supone una condena del linchamiento, del poder ejercido por la turba irracional y vengativa, con la complicidad del político interesado de turno y de los medios de comunicación (pullas con muy mala idea por parte de Lang). Del mismo modo, ese mismo acusado se convierte en otra persona distinta a la que era, rencorosa y con las mismas ansias de venganza... de modo que la historia nos lleva a un dilema moral, eso sí, resuelto sin la lucidez con que se plantea, con un final demasiado sentimental como única salida para el protagonista del infierno en el que vive.

Cine americano de los años 30 pues, un poco ingenuo para el espectador actual (el perro que ejemplifica la bondad de nuestro héroe, la casualidad de los cacahuetes...) pero sólido, con una realización clásica y hábil con el relato (con una última parte dedicada al juicio en cuestión), así como algunos recursos expresionistas puntuales (el inserto cómico de las gallinas, la evocación traumática del fuego), o de cine mudo (el rostro desencajado de ella frente a la prisión). Un notable recurso; las escenas de la muchedumbre exaltada, su representación a través de un único plano subjetivo y por contra, los travellings en el juicio. Se comenta que el polémico final fue impuesto por la productora (el amor puede más que el odio, qué bonito), abriendo la puerta a la esperanza en un mundo de hijos de puta, aunque no hay verdadera redención ni arrepentimiento moral detrás.

En conjunto, una buena película en la cual echo en falta algo más de desarrollo, aunque acierta en su planteamiento de unas cuestiones más bien complejas (y desde luego atemporales).

La volví a ver, me parece tremenda, la intensidad y la velocidad a la que va la película es impresionante, al igual que hace en M, cómo va tejiendo mini-películas dentro del metraje que dialogan entre ellas (comedia romántica, peli de acción, drama judicial). Cómo está rodado el linchamiento es pura apoteosis, Arthur Penn en una magnífica película como La jauría humana no llega a la precisión de Lang en esta parte de la película, no es sólo la tremenda fisicidad de todo, la dirección de las masas (no hace falta recordar cómo rodaba esas escenas en su etapa alemana), el aprovechamiento de cada extra o el milimétrico montaje, es que, otra vez como en M, tiene una enorme facilidad para introducir y dar importancia a personajes en un instante, la eléctrica y compleja cadena de sucesos y personajes que dan lugar al linchamiento está ejecutada con una clarividencia y una facilidad para el espectador imposible de imaginar. Para el absoluto recuerdo la escena en la que los policías y la muchedumbre se retan casi en silencio, cuál western, hay ahí un acercamiento de la cámara para encuadrar (con una simetría perfecta al acabar, cómo no) al sherif y los policías que es memorable.

En cuanto al discutido final, por lo que he leído, Mankiewicz (que era productor) y Lang tenían visiones distintas de cómo encarar al protagonista, éste quería que fuera un abogado y que no se retractara y el otro quería un final más esperanzador, pero la película ya se concibió con la idea de Mankiewicz, no es que el final sea un pegote, de hecho se ve una intención clara desde el principio con ese idilio tan azucarado de querer justificar el final, sino, probablemente, ese inicio sería más frío e incluso cínico. En cualquier caso creo que, temáticamente, es muy interesante tanto en la transformación (más brutal por el inicio idílico) de Spencer Tracy como en la dialéctica (doble, primero la masa, después él) entre venganza y justicia. Y viniendo de películas tan tenebrosas como M y El Testamento Mabuse tampoco creo que le viniera mal ese enfoque a Lang.
 
Sólo se vive una vez (1937)
en menuda forma estaba Lang al irse a USA, iba de la cima -M, Mabuse- hasta mas arriba -Furia, Sólo se vive una vez- aunque Liliom es un bache, extraño, poético pero bache afrancesado...
pero su inicio americano es que es pura furia narrativa y lo de esta peli es rabiosamente moderno, siendo del 37 parece dos décadas posterior, de hecho sus mismos títulos de los 50 parecen mas encorsetados, esto es cine negro cuando éste apenas existía sino que se perfilaba y se iba inventando sobre la marcha, drama fatalista de aire criminal, que en ocasiones bordea el sensacionalismo amarillista, poco importa, acaba siendo arrolladora- y que al final, casi parece un cuento, con esa irrealidad de los bosques, la niebla y la muerte acechando, cuento tan trágico como bello,
ademas es absolutamente desgarradora, en buena parte gracias a su pareja protagonista, un Fonda excelso en su línea y la exótica Silvia Sydney, un talento muy especial,
la modernidad viene tanto del tratamiento, y soluciones argumentales (las 3 portadas del periódico son una genialidad) o la escena de la fuga que es un prodigio narrativo, aunque el cine mudo sea a estas alturas del 37 esté lejos y la "sonoridad" de la escena sea incontestable, esa escena sólo la puede manejar un director con experiencia en el mudo como Lang, el ruido, los silencios, la tensión, el perdón que no llega, el cura, la niebla, la desconfianza, madrededios!!! que visión más pesimista de todo, en fín, fabulosa.

YouOnlyLiveOnce1937b.jpg

Clavado, arrolladora es la palabra, el pulso dramático de Lang que describes en esa paradigmática escena de la fuga es inigualable. Al margen de esto, lo que me sorprende es haber leído algo de concesiones en este hilo con respecto a esta película, en Furia todavía lo puedo entender, pero en esta? Si no puede ser más fatalista y desgarradora, y es un fatalismo asumido, anunciado y coherente durante toda la película; iba a decir un fatalismo en la línea de Perversidad pero es que diría que todavía es más cruel porque en Perversidad hay un refugio en el patetismo de su protagonista, aquí tenemos una pareja que se quiere con locura y tiene unas ganas rabiosas de vivir y la sociedad no les deja y les empuja al precipicio! Clavar esto en Hollywood de buenas a primeras es brutal, las películas fatalistas noir de James Cagney como protagonista van en esta línea argumental pero no moral, podemos tener ligera simpatía por Cagney en algún instante pero es el villano absoluto de la película, aquí no, el referente moral de la película es el defensor del pueblo (también el cura, como contrapunto) y está con ellos en todo momento. Es de un romanticismo avanzado 30 años a Bonnie & Clyde, y mejor porque es más sutil. Fantástica.
 
Vistos 3 títulos de los 50's, Clash by night, Mientras Nueva York duerme y Más allá de la duda. En el estudio de la Nosferatu, en el capítulo dedicado al cine de negro de Lang en América, comentan acertadamente que el noir de Lang describe muy bien cada una de las 3 décadas que tocó en USA (y también la propia posición de Lang allí), el regeneracionismo de la gran depresión de los 30's en forma de películas con fuerte contenido moral y de denuncia contra el peligro de una sociedad descontrolada (Furia, Sólo se vive una vez), con intención de hacer rectificar; el miedo y la angustia de la postguerra mundial de los 40's en forma de películas pesadillescas y psicológicas (La mujer del cuadro, Perversidad); El control y el descreímiento del maccarthismo, la guerra fría y la época post-nuclear de los 50's en forma de noirs mucho más realistas, en entornos reales, pesimistas, sin refugios morales (Clash by night, Los sobornados, Deseos humanos).

Ciertamente son 3 películas muy de los 50's, sobre todo las 2 últimas, en esa mezcla de cinismo de todos los personajes y del punto de vista de la película, de pura corrupción moral en todas las esferas (prensa en Mientras Nueva York duerme, una red de todas ellas en Más allá de la duda), edulcorado con un tono desenfadado en gran parte del metraje. Mientras Nueva York duerme (1956) me ha encantado, majestuosa en lo que Lang domina tan bien, el reparto dramático coral con un ritmo y un montaje trepidante, no lejos del pulso de M, es un ritmo y un ambiente que recuerda (en clave dramática, no humorística) a Luna nueva de Hawks por su cinismo y su dinamismo en el seguimiento del caso. El contrapunto del asesino en serie aporta una negrura y rima muy bien con la falta de un referente moral en "la otra parte".

Más allá de la duda (1956) empieza mejor que acaba, también era difícil que el final aguantara el pulso del arranque. El tono es muy autoconsciente pero lo es de una manera muy coherente porque la trama describe una ficción del propio juicio, hay un momento absolutamente genial en que los maquinadores del experimento ven un resumen del juicio por la TV, momento meta de cajón y de malísima baba en la que vemos un jucio como una ficción y un montaje a través de la pantalla y de los ojos de quién lo ha maquinado. El desenlace, aunque pueda parecer fruto de un giro efectista (no lo niego), refuerza la visión pesimista sobre la sociedad de Lang en la que tampoco hay ningún personaje positivo,
con una mujer condenando a muerte a su pretendiente. Lang deja bien claro su punto de vista con un comienzo alegre en su rechazo a la pena de muerte, por lo que ese giro final (no sé si impuesto) no contradice el mensaje de la película sino que dice algo negativo (o ambiguo) de su protagonista femenina y, por tanto, de la sociedad en general
.

Y Clash by Night (1952) ya la habéis analizado fantásticamente en el hilo, gran reivindicación por ser menos famosa; seca, sobria, crepuscular, atmosférica, muy violenta psicológicamente y, curiosamente, desdramatizada, es muy seria pero cuando se desencadena el drama, seguramente por su carácter crepuscular con personajes de vuelta de todo, Lang no varía la intensidad de la puesta en escena, es realmente curioso y original. Imprescindible retrato de personajes, efectivamente, rima mucho con la extraordinaria Deseos humanos.
 
El Doctor Mabuse (1922). He visto el bluray de la fantástica reconstrucción de la fundación Murnau, editado por Divisa, recomendabilísima edición con una impresionante calidad de imagen. La película, de 4 horas y media, es una improbable (por la temática) epopeya sobre un genio del mal y me parece, una vez vista en todo su esplendor, una bestia parda a la altura de su fascinante secuela o Metropolis, sólo M la podría por encima. Es muy curioso porque al estar hablando de un supervillano omnipotente, con poderes sobrenaturales y con una estructura de folletín lo normal sería que estuviéramos ante una propuesta totalmente lúdica, y nada más lejos de la realidad; por supuesto tiene esa parte pulp de su argumento, pero el tono general no puede ser más serio y, como pasa en muchísimo Lang, incluso con cierto gusto a documental, lo dice Garci en una tertulia de Mientras Nueva York duerme, Hitchcock se limitaba a contar su historia y sus personajes, en cambio Lang siempre introduce el estado de la sociedad en tiempo y lugar en sus películas, de hecho es el punto de partida de cada una de ellas. Aquí la desesperada Alemania de entreguerras, describe un pesimismo social desesperanzador, Mabuse es el mal encarnado sí, en abstracto, pero lo es porque se desdobla con acojonantes disfraces de males concretos, es la suma de males concretos, corrupción en el juego, abuso capitalista y bursátil, agitador social farsante, gángster, estafador, psicoanalista fake, incluso la materialización demoníaca de los miedos de los personajes en forma de depresión.

Las dos partes están bien diferenciadas, la primera es ágil en la presentación del personaje y la trama principal, y la segunda es más pesadillesca. Los temas, como ya he comentado, son fascinantes, la seducción y la erótica del poder, con una chica perdidamente enamorada de Mabuse, el aburrimiento de las clases altas, el retrato que hace del conde y la condesa no puede ser más desgarrador, la masa desesperada y tonta fácil de manipular para organizar un linchamiento, en un claro precedente de Furia. Da escalofríos ver los síntomas que hay en esta película de lo que se les venía encima a los alemanes en la década siguiente.

Por otra parte, la película es un policíaco acojonante con la parte de la ley totalmente realista y el magnífico personaje del fiscal encarnado por Bernhard Goetzke (la Muerte en Las tres luces). La película, además, es fastuosa a nivel de localizaciones y diseño de producción, con números maravillosos en cabarets, restaurantes vanguardistas, escenas con cantidad de extras en garitos de juego ... Hay un desarmante truco de ocultismo en el que aparece una tribu asiática enmedio de un auditorio que parece lo que hizo Woody Allen en La Rosa Púrpura, todo está rodado a lo grande, set-pieces de acción maravillosas con persecuciones, otra de hipnotismo chino con tono demoníaco, un asalto final a la mansión con policía, militares, gángsters que parece sacado de un western de 25 años después, y para acabar un final redondo, irónico, fantasmagórico, anticlimático, casi de sentir lástima. Es un auténtico disparate de buena.

House by the River (1950). Ésta, como casi todo su cine en USA, mucho más modesta, de hecho comentaba Lang que después de Mujer en la luna acabó harto de superproducciones. Pero vuelve a ser modélica, rueda un noir rural con un sentido del ritmo y la puesta en escena deliciosos, coge el leit motiv del río para crear una atmósfera sombría y fantasmagórica con una set-piece inicial extraordinaria que siembra el tono que tendrá la película, que poco a poco se va desarrollando como una película de terror, una monster movie con un protagonista/monstruo desquiciado. Lo significativo es que no se olvida de introducir elementos sociales y psicológicos que hagan verosímil la actitud del protagonista, de hecho lo que le mueve primero es la frustración profesional y después, con contenido meta, su ambición profesional al estar escribiendo un libro sobre la propia trama, mientras que en los "buenos" introduce temas tan espinosos como la complicidad en el asesinato y el adulterio.
 
¿Este hombre tiene algo ni que sea regular? ¿La de Filipinas quizás? No me faltan muchas y la calidad en todas me parece un milagro porque hacía pelis como churros. Creo que comentaba al final de su carrera que lo había dado todo en cada proyecto, su vida era el cine, no me extraña nada.

@GROUCHO , tú que eras ultrafan del Testamento, llegaste a ver el Mabuse original? Si no la has visto, corre.
 
Pues no la he visto; en su día me vi muchas de su época muda, Los espías, el díptico Nibelungo, Las arañas.. y esta la dejé fuera probablemente por su duración. Craso error por lo que veo. Pero curiosamente me estoy pillando las estupendas ediciones de cine alemán de Divisa que van saliendo... Hace poco me hice con Caligari y Fausto. Me temo que esta va a ser la siguiente; como para no ponerse con ella después de lo que te he leído... La verdad es que podemos estar hablando del mejor narrador puro de la historia. Comobien dices, no solo avanza la trama de sus personajes, sino que todo el contexto social se mueve con él. Casi podríamos decir que el muy mamón está haciendo historia cultural-ficción, una cosa muy loca. Una que me pareció floja por buscarle tres fritzs al gato es Clandestino y caballero que, como curiosidad, es el argumento del que años después los Zucker harían Top Secret fotocopiándola por completo. Tiene un punto de peli de espías en la Europa postbélica pero la recuerdo un poco folletinesca para mal. Pero igual la veo y me encanta. Una que me vuelve loco y que nunca se menciona es Los verdugos también mueren, que para mi es top absoluto. Me recuerda a su etapa alemana de pleno rendimiento pero ya en USA...
 
Yo he revisado hace poco la enorme Spione y me sigue pareciendo una de las obras más grandes que ha dado el cine. A ver si comento algo pronto.

Pues no me extraña nada que digas eso de Spione (1928), porque es puro formalismo destilado. Es una película que debería volver locos a formalistas tipo Magnolia, amantes, por ejemplo, de la depuración que es Misión Imposible de De Palma, no es nada extraño que Garci lo emparente con Bresson en una tertulia de Más allá de la duda, con la cantidad de planos detalle que hay en esta película y la desnudez no sólo en los planos sino ya en la trama. Y es curioso porque se la emparenta con El Doctor Mabuse por la evidente concurrencia temática, pero aquí no está todo ese contexto social del que hablaba el otro día, como digo, Lang lo desnuda todo y la convierte en un embrión de lo que será el cine de acción, es un pulp desbocado.

Evidentemente se deducen cosas de la sociedad como el clima de paranoia y conspiración, el pesimismo existencial (se suicidan personajes a punta pala) o los bancos como entes del mal, el pulp no es en absoluto cachondo, al contrario, el tono es serio, a ratos triste, y muy romántico, pero basta ver los 10 primeros minutos para darse cuenta del ritmo al que es capaz de llegar Lang en el montaje y la narración de las diabluras del villano. La trama de espías es acojonante en su complejidad para un primer visionado, hay espías hasta en la sopa de 3 organizaciones diferentes, claro está que Lang centra el foco en lo que más le interesa pero sin descuidar ninguna subtrama, inolvidable toda la subtrama y el desenlace de Matsumoto (qué bien usa los fantasmas en su cine); después el detallismo integrado en la trama es apabullante, todos los planos detalle con multitud de gadgets, ideas visuales, de diseño de producción o directamente de guión íntimamente relacionados (y lo que se han reutilizado) a la temática de espías, como microcámaras, micrófonos, teletipos on line, tintas invisibles, ...

Pero dónde la película se eleva hasta el altar es en su parte final, si ya en Mabuse la set-pieces eran espectaculares, aquí están perfeccionadas y enlazadas en esta parte final, convirtiendo la película en un auténtico carrusel: trenes, choques, bombas, asaltos a bancos, terrorismo químico, etc. Y para acabar un número inolvidable de un payaso, qué manera de concluir.
 
Última edición:
El tigre de Esnapur / La tumba india (1959). Descomunal obra maestra del cine de aventuras, a primera vista se aprecia un gusto por el deleite del exotismo, los paisajes, cada baile, las construcciones arquitectónicas, los decorados en forma de catacumbas, lo que sería una típica definición del elegante cine clásico de aventuras, agigantado aquí por el tiempo que se toma en cada escena, el estatismo de la cámara bien entendido, un regocijo estético del que sabe la belleza de lo que está filmando y, por supuesto, la exquisitez de Lang en cada encuadre (geométrico, que diría el tópico langiano). Pero yo creo que hay algo más que la hace realmente única (al margen de las ganas que debía tener Lang de rodar una producción con medios), y es esa tendencia de su cine, más acentuado en los 50's, de aplicar la teoría de la desdramatización (en la Nosferatu la asocian a Bertolt Brecht, que tuvo muhca relación con Lang), y no es una desdramatización en forma de humor a lo Hawks, este díptico no es humorístico, sino que consiste en no elevar el tono en los momentos más dramáticos, y esto afecta sobre todo a los actores (se aprecia mucho en Clash by night, Mientras Nueva York duerme y Más allá de la duda), pero también a la utilización de la música, la cámara y el montaje. Me parece que en esta película este efecto, juntamente con el gusto estético, hace que se desnude la aventura, equilibra un "sense of wonder" permanente y la aleja de los efectismos dramáticos de los blockbusters de la época. Es pura aventura y exotismo.

Después están los temas y el desarrollo de la historia, que también me parecen fascinantes cómo están tratados, por una parte está el eterno dilema entre fe y azar pero con hasta 3 interpretaciones, hay un gesto de la diosa cuando el arquitecto entra en el templo sagrado (y prohibido para extranjeros) que la bailarina lo interpreta como que la diosa lo ha salvado, su asistenta como que lo ha señalado y condenado, y el escepticismo europeo como que fue fruto del azar; en la misma disyuntiva está la escena de la araña que teje en la puerta de una cueva para protegerlos después de una pregaria a Shiva (?) y, en general, la espiritualidad, relacionada con el escepticismo europeo, sirve para tejer alianzas a favor y en contra de la forma de gobierno de Esnapur, igual que serpientes y tigres cogen diferente significado en función del prisma espiritual con el que se los mire. Después está el tema del golpe de estado que se prepara que es muy curioso porque los diferentes conspiradores actúan por distintos motivos, el hermano del marajá ansía poder y traición, el jefe de una tribu guerrera y cuñado del marajá está rabioso porque la sustituta de su difunta hermana no es digna y el sacerdote porque la bailarina no puede ser la mujer del marajá según la inflexible religión; todo esto se solapa muy bien con el triángulo amoroso que domina el metraje y, al final, gana sitio la espiritualidad bien ententida sin intereses ni fundamentalismos, pero tampoco el escepticismo. El guión sirve en bandeja el "what the fuck" que se encuentran la hermana del arquitecto y su marido también contratado por el marajá cuando encuentra a éste "on fire" por su desengaño amoroso, de hecho la idea de la construcción de una tumba homenaje al amor de alguien que todavía está vivo y que quiere que sea ejecutado es una auténtica genialidad.

Maravilloso díptico.
 
Interesantísimo comentario, me parece una de las claves para comprender la maestría de Lang, su capacidad para aúnar todas sus obsesiones existenciales y sociales con un cine lúdico y ser uno de los padres de géneros tan populares como pelis de espías, thrillers, noirs, aventuras o ciencia-ficción. Poquísimos han logrado ese equilibrio, y mucho menos durante toda su carrera.

Las arañas. Tras los pasos europeos de Fritz Lang

En Lang siempre coexistieron varias personalidades. El autor que retrataba la fatalidad del destino; la inutilidad de la venganza; el crítico implacable del desorden, la crueldad y la barbarie a la que puede llegar la sociedad moderna; el analista de la inquietante dualidad del alma humana. Y por otro lado, un lúdico narrador que trabajaba con el rigor de un mecanismo de relojería. Tanto en Alemania, primero, como Estados Unidos, después, diseña las bases del moderno thriller, influenciando a realizadores como Alfred Hitchcock, Orson Welles, Carol Reed, Claude Chabrol o la avispada artesanía de la serie de James Bond, entre otros. Un Lang que no olvida nunca que las peliculas están destinadas a una audiencia mayoritaria. Son célebres sus discusiones con Bertolt Brecht, mientras redactaban el guión de Hangman Also die, film antinazi de 1943. Brecth autor marxista, y, en teoría, a favor del pueblo, se escandalizaba por que Lang siempre le planteaba la misma objeción: «¿Lo entenderá el publico?» (ente que al distanciado dramaturgo no parecía importarle demasiado). Muchas de las peliculas de Lang, pueden verse como entretenimiento puro, porque aunque son ricas en muchas connotaciones tanto intelectivas como formales, así como en su lenguaje plástico, no olvidan contar una buena fábula que tenga cautivado al espectador durante toda la proyección. Este era el secreto del cine de la republica de Weimar y de cineastas coetáneos a Lang como F.W. Murnau, Henrick Galeen, Paul Leni, Carl Mayer, G.W. Pabst, Paul Wegener, Joe May o Robert Wiene que lograron crear uno de los momentos más estimulantes de la historia del cine europeo.
 
Lo vi hace poco, impresionante como contrastan 2 maneras opuestas de hacer cine desde el respeto y la admiración mutuas. Cuando Lang empieza a hacer dibujos sobre el ángulo de la cámara, el espacio sobre la habitación ... y Godard le dice "yo iría allí y si no me covence buscaría otra" jajajajjaja

No debía ser fácil Lang porque en la entrevista con Friedkin se muestra distante y altivo, pero aquí Godard se gana su complicidad absoluta (ya le había dirigido en Le Mepris).

Una lástima que no se llegara a materializar ese proyecto que tenía en mente sobre una chica con remordimientos de la época en la que estuvo con los nazis. Pintaza.
 
Arriba Pie