Recuerdo alguna vez que la Generalitat catalana, ante los avisos del MeteoCat sobre riesgos de nevadas o de lluvias torrenciales, decretó alertas y recomendaciones de quedarse en casa, y al final quedó en nada.
Obviamente, al día siguiente no faltaban las críticas de la hostelería y estaciones de esquí por esa falsa alarma, que les hizo perder negocio.
La respuesta del MeteoCat y la Gene siempre es que si ven un riesgo, su obligación es la de avisarlo, aunque luego reciban críticas.
Me parece evidente que Mazón no quiso correr el riesgo de recibir críticas por una falsa alarma.
Primero la expectativa de voto, y luego todo lo demás. Pues diría que esta vez le ha salido el tiro por la culata.