sólo de imaginarme a la legionaria gritando otra vez como una posesa, a Nicky dando una nueva exhibición de su pedantería estúpida y supina, a Arturo en celo, persiguiendo las bragas de Nagore (para arrancárselas y darle delfín en directo), a mi Ainhoa Croft (el copyright es gatuno, al césar lo que es del césar), guerrera y borde a partes iguales o a Pepe cagándola y desprendiéndose sin querer de su aura de intocable puro e inmaculado (o reinventándose a sí mismo, porque capaz es el tío de eso y más)… me relamo como un gorrino feliz y satisfecho que se revuelca en un lodazal a la espera de que le traigan los desperdicios con los que satisfacer su estómago hambriento.
Porque este GH Heskoria, es más mío que ninguno, un regalo para frikis adictos, casposos cutres, hotelglameros amantes de Tómbolas, Salsas Rosas, culebrones baratos y operetas cuyo belleza reside precisamente en su afectación y en su teatrillo barato y mal disimulado. Pura basura maravillosa sólo disfrutable por los paladares más exigentes