El director, Denis Villeneuve, ya rajó hace unos días también por este movimiento de Warner hacia HBO Max.
Dune era (es) un proyecto muy arriesgado no solo porque la producción y el presupuesto han sido enormes sino que además está concebido para hacer 2 partes, y si la primera pincha no se podrá completar. La cuestión es que, según él, las películas de este tamaño y ambición es imposible que se rentabilicen en streaming y podrían dejar de realizarse, que es lo que seguramente ocurrirá con la segunda parte de Dune.
Pero entonces no tiene sentido que se hagan cosas como esto de HBO Max si las cosas realmente van a ir a peor y van a palmar dinero, ¿no? Lo cierto es que están dispuestos a endeudarse a corto plazo a costa de establecerse a largo plazo en una posición sólida dentro de las plataformas online, pero ha sido un movimiento tan brusco y tan kamikaze que es difícil saber cuando les van a salir las cuentas, si es que lo consiguen algún día. Y es que se ha hecho tan en secreto y sin contar con casi nadie que luego pasan cosas como que HBO Max no podrá lanzarse en Alemania hasta al menos 2022 por los compromisos que tiene Warner con Sky. Apenas acaban de empezar y no parecen tener las cosas bajo control, la verdad.
Netflix, esa compañía tan todopoderosa y que es la referencia en este terreno, tiene una deuda tremenda y aún así sigue gastando muchísimo y aumentando la deuda. No sé cómo andará el tema de los beneficios, pero apostaría a que van tan al límite que como tengan un mal año y bajen de los alrededor de 200 millones de suscriptores que tienen a digamos 150 millones lo mismo hasta podrían quebrar, porque además a diferencia de Apple TV+, Prime Video o incluso Disney+ y HBO Max no tienen detrás un grupo empresarial enorme que respalde las pérdidas y permita pensar con calma en el largo plazo.
Quizá la ambición de Netflix era instalarse en una cuota mayoritaria del mercado y a partir de ahí poder regular ingresos y gastos dado que las inversiones en contenidos se pueden rentabilizar mejor si trabajas a escala global, pero de momento sigue teniendo una competencia fuerte y no parece que vaya dejar de tenerla, lo cual podría llevar a Netflix a sencillamente gastar menos en contenidos para ir cuadrando cuentas.