El Ayuntamiento de Mojácar ha declarado una guerra abierta a los ruidos. Si su alcaldesa Rosa María Cano (PP) hace poco anunciaba que este verano los chiringuitos de la playa no podrán tener música 'disco', sino sólo de ambiente, "como establece la ley", ahora ha elaborado una controvertida ordenanza reguladora del ruido procedente de usuarios de vía pública, actividades domésticas y vecinos, que prohíbe, por ejemplo, jugar al dominó o a los dados en las terrazas de bares y cafetería por "generar ruidos de impacto".
La ordenanza, a la que ha tenido acceso ELMUNDO.es, prohíbe cantar, tocar instrumentos musicales, gritar o mantener conversaciones excesivamente altas en las terrazas. El texto también se refiere a actividades en la calle o en el interior de urbanizaciones y domicilios, donde también se prohíbe "correr, saltar, patinar y taconear", igualmente por tratarse de "acciones que generan ruidos de impacto".
De la misma forma, no se permitirá "permanecer en concurrencia con otras personas en la vía pública cuando no exista autorización, o incumpliendo las condiciones establecidas en ella".
El incumplimiento de este artículo -que como afirma la alcaldesa está destinado a evitar el botellón, aunque pueda dar lugar a otras interpretaciones- y al igual que las anteriores, será considerado como falta leve si se produce durante el día, grave si es por la noche y muy grave si se trata de zonas de situación acústica especial o saturada en cualquier horario. Las faltas leves se penarán con multas de 300 a 600 euros; las graves de 601 a 1.500 y las muy graves de 1.501 a 3.000 euros.
Aunque estaba previsto que la ordenanza fuera discutida y aprobada en el pleno del pasado jueves, las críticas recibidas, tanto desde la ciudadanía como desde la oposición, llevaron al equipo de gobierno a posponerla, y este jueves se reunirá con los grupos municipales para intentar limar asperezas.