Bueno, pues fue un buen partido, sobre todo a nivel táctico donde Alcaraz demostró que es capaz de hacer cambios en su tenis y adaptarse a la perfección a otros estilos de juego. Ayer volvió loco a Sinner con las pelotas liftadas, con parábolas y efectos que al botar altas sacaban de quicio a Sinner y le hacían fallar una y otra vez, y por ahí derribó el juego sólido e intratable del italiano hasta que le hizo clavar la rodilla en tierra. Toda una lección táctica que demuestra que el tenis también es como una partida de ajedrez donde la táctica es fundamental a la hora de afrontar un partido contra alguien que partía como favorito y que parecía poco menos que imbatible. Ayer a Sinner se le vio vulnerable, por primera vez en mucho tiempo, pero seguro que va a trabajar para que cosas como las de ayer frente a Alcaraz no vuelvan a pasar.
Los que aseguraban que a Alcaraz la habían cogido la medida, en parte tenían razón pero en el fondo estaban profundamente equivocados. En tenis claro que llegados a un punto otros te pueden coger la medida, lógico, sobre todo a gente tan joven, pero si se es un jugador con tantos recursos y variables en el juego como Alcaraz, que además aplica a la perfección, revertir situaciones es más fácil porque pueden aplicar contramedidas y adaptarse a nuevos patrones de juego, por lo tanto, es normal que te cojan la medida durante un tiempo de la misma manera que es normal que un tío como Alcaraz tenga la capacidad para revertir ese tipo de situaciones. Algo parecido podría pasarle ahora a Sinner, ya que Alcaraz acaba de poner el foco en los defectos del tenis de Sinner, pero como Sinner es otro fuera de serie seguro que revertirá la situación y lo que ahora es un agujero en su tenis probablemente dentro de unos meses ya no lo sea. El problema es cuando un jugador, no es tan completo y conocen sus patrones de juego, a un jugador incompleto, que solo hace un determinado número de cosas bien, no tiene esa capacidad natural de Sinner y Alcaraz para adaptar su juego a otro tipo de táctica. Ayer Alcaraz, y en definitiva durante todo el torneo, jugó de manera muy diferente golpeando la pelota de otra manera y restando también de otra manera, y fue capaz de contrarrestar el juego intratable del italiano para vencerle finalmente en una clase táctica de enorme valor tenístico.