Y otras dos, las dos que hizo en 2010, la primera ganó premio en Cannes y la segunda la presentó en Venecia. Me parece absolutamente acojonante que este hombre no baje el pistón en ninguna película, siempre introduciendo cosas nuevas en su cine. Curiosamente me han parecido, respectivamente, la más sencilla y la más sofisticada.
Hahaha (2010). Rebosa sencillez pero, a la vez, la manera de contarlo es novedosa, 2 amigos se emborrachan (cómo no) y deciden contarse mutuamente una estancia en una localidad costera, en la que resulta que estuvieron al mismo tiempo sin darse cuenta y sólo los espectadores lo advertimos. Formalmente digo que es novedosa, también, porque de la conversación de los narradores sólo vemos fotos en b/n y oímos la voz, al estilo de La Jetée, cosa que le da al relato, a la vez, un toque nostálgico y también desdramatizador por el buen rollo del momento presente.
Mientras, en las 2 historias, Hong Sang-soo aprovecha para mezclarlas, colisionarlas y juega magníficamente con los ecos y los detalles de una a otra (especial atención a una gorra roja). Como siempre hace, identifica personajes, la madre de uno le llama, también, hijo al amigo del otro, aprovecha localizaciones recurrentes para ello, para repetir situaciones o variantes con distintos personajes, etc. Con uno de los protagonistas de director de cine (cómo no), también hay guiños meta, como una recomendación en un sueño por parte la reencarnación de una figura mitológica local, un almirante que le habla al director de la mirada y el punto de vista. El tono es distendido, casi de comedia, cosa que contrasta con las habituales miserias y momentos patéticos que vuelven a habitar en sus protagonistas. Extraordinaria resolución de las 2 tramas en el mismo pasaje y, por lo tanto, una de ellas ejecutada elegantemente en off.
Oki's movie (2010). Ésta es la sofisticada porque la estructura en una suerte de Rashomon, como si 4 cortos formaran la película (cada vez vuelve a sonar Elgar y salen los créditos). De hecho, leo sinopsis que me parecen, directamente, erróneas, hablan de 4 historias que son variaciones y para nada, todo es parte de la misma historia en momentos diferentes, puntos de vista diferentes e incluso formatos diferentes.
La decisión de esta estructura y cómo la maneja vuelve a ser maravillosa, el primer capítulo vendría a ser, si todo fuera lineal, una especie de largo epílogo con todas las secuelas y consecuencias de lo que nos contará después y con alguna incómoda identificación entre personajes. Los dos capítulos centrales, muy diferentes entre sí, relatan y evidencian 2 relaciones cruciales para la historia (atención al descacharrante momento pulpo buñuelesco que cierra el tercer capítulo). Y el definitivo es el de sacarse la chorra, narrado como si fuera una película dentro de la película, paraleliza momentos en el mismo lugar y misma época del año con distintas personas y separados por 2 años, todo en busca del momento mágico en que pueda unir las 2 líneas paralelas. Otro finalazo.
Y la película crece al recapitularla y ver lo bien dosificada que ha estado la información, los guiños, detallitos que después cobran importancia y, otra vez, el magnífico y abundante uso del off, ya que hay prácticamente una relación entera que ocurre en off. Una delicia.