Esas películas que prometían ser la plataforma de lanzamiento de futuras estrellas y que se pegaron tal hostia en taquilla y crítica que terminaron por ser un lastre insalvable para sus protagonistas.
Empezaremos por un clásico, Elizabeth Berkley y
Showgirls.
La película más escandalosa del año rezaba su slogan... y ni eso. La Berkley iba a ser la nueva Sharon Stone de Verhoeven, una apuesta arriesgada ya que venía de ser la naif y empollona adolescente de
salvados por la campana ( apuntaba menos maneras de zorrón que Tiffany Amber Thiessen por ejemplo ) pero esa oda al horterismo de Las Vegas que enloquecería a Alaska y Mario fue un fiasco que solo con el tiempo se ha reivindicado como cult movie , y ni eso ha supuesto para Elizabeth una resurrección artística. Tuvo papeles con directores importantes, si, ( Oliver Stone, Tom DiCillo o Woody Allen ) pero pasaba desapercibida y a día de hoy su filmografía refleja cosas como la secuela de
Donnie Darko y las consabidas apariciones como guest star en diferentes series.
Otro caso clásico, Skeet Ulrich venía de la primera
Scream y era el objeto de deseo de miles de quinceañeras, por lo que cada productora estaba deseosa de tenerla en sus proyectos. Ademas estaba despuntando en papeles pequeños pero de pelìculas prestigiosas (
Mejor imposible, Albino Alligator ) por lo que se esperaba como agua en mayo tanto su protagonista en
Touch de Schrader como en
The Newton Boys y su malvado de
Cabalga con el diablo . Todas ellas se estrellaron en taquilla ( alguna vino aquí directa a VHS )
A partir de ahí, su caída fue espectacular: comedietas con bebés, de estas que con salir Leslie Nielsen en el reparto les ponen el sufijo Como puedas aunque nada tengan que ver con la saga o el canoso no sea prota, etc.
Solo en la pequeña pantalla ha encontrado cierto prestigio con
Jericho, pero el cine parece poco menos que vedado para él.
¡Hasta ha perdido su look Johnnydeepesco con su perilla y flequillo!
Para terminar este triunvirato recurriré a un caso intermedio: no está acabado ni mucho menos, pero si que prometía muchísimo mas cuando empezó . Hablo de Ray Liotta, que con su papel de psicópata en
Algo salvaje deslumbró al mismísimo Scorsese que decidió darle el papel de su vida: el Henry Hill de la monumental
Uno de los nuestros. Ray estaba soberbio , como todo el reparto, pero ya el hecho de que no le nominaran al Oscar sería un detalle agridulce que se confirmaría en presagio: su carrera posterior no le catapultó al firmamento de los Sean Penn o Tom Hanks que por aquellos años se llevaron los mejores papeles.
Sus elecciones fueron mucho más discutibles: un trhiller carcelario exótico y simpático como
Escape de Absolom, otro thriller erótico y policíaco donde repetía su rol de psicópata (
Falsa seducción ) , ¡comedias Disney !(
Corina, Corina u
Operación Elefante ) o la confirmación de que a John Dahl fue flor de un día ( la risible
Escondido en la memoria ) . Todas ellas fracasos mas o menos sonados.
Así que una vez que quedó confirmado que no era garantía de éxito ponerle al frente de un reparto, se recicló en secundario, como en la magnífica
Hannibal y desde ahí ya explota mucho mejor sus papeles y personalidad, bien sea en copias de éxitos (
Narc ) o autoparodias (
Ases calientes ) pero nos queda la duda de saber si no habrá sido otro talento desperdiciado por la maquinaria hollywoodiense.