Ayer renové por segundo mes la suscripción de ChatGPT. Cada vez lo uso más y la productividad que consigo es salvaje.
Hoy reinstalé de cero la RaspberryPi4. Tenía documentados los pasos, pero hubo algún paso que cambió. Desde cómo configurar la IP estática, hasta al instalar Grafana que en los logs sacaba problemas de permisos. Absolutamente nada se le atasca, todo te dice cómo solucionarlo y si no lo consigues acaba encontrando el camino.
Hay imágenes de Docker que vienen con el formato en docker compose, pero yo documento todo con el comando a pelo de docker run. Convertir un formato a otro es pan comido. Pero es que ni me molesto en escribir yo la zona horaria o los paths. Se los digo a la IA y ella me reescribe el código. Es más, salvo que se lo pidas, siempre te explica qué es cada campo, etc. Es una maravilla.
Al actualizar Node-Red, los códigos de javascript que usaba, por lo que sea la versión antigua que tenía de la imagen los usaba sin problemas. La última versión mostraba fallos en el código. Le fui pasando uno por uno a ChatGPT y dejé todo corregido en un minuto.
Y como esto mil cosas. Me dio por mirar un tema de iluminación con LEDs que se manejan individualmente. Conversé con la IA como si estuviese hablando con un experto y todo me lo explicó a la perfección, cualquier detalle que no sabes, al entender el contexto de la conversación, es muy fluido.
Pero en el trabajo igual. Estamos con temas de Azure DevOps y ciertas dudas de pipelines bastante complejas, nos las resuelve todas.
Son sólo algunos ejemplos. La diferencia con lo de antes es que para lo de hoy con las Raspberry significaría buscar decenas de veces en Google y rebuscar por páginas. Con ChatGPT es otro mundo. No habría podido resolver esto en tan poco tiempo sin su ayuda. Antes se perdía el tiempo a lo bestia, porque además Google ya es como buscar una aguja en un pajar.
A tope con la IA. 20€ al mes cuesta la suscripción. No sé lo que la usaré, pero es que dar marcha atrás a esto va a estar difícil.