El contrato en juego implica la venta de cinco corbetas tipo Avante por unos 2.000 millones de euros y, aunque prácticamente todos los puntos del acuerdo están cerrados, es necesario un impulso político por parte de las autoridades saudíes que podría materializarse durante la visita del Rey Felipe VI.
Sobre la nueva base naval, la idea es seleccionar un puerto de la costa saudí; -la ubicación final no se conoce- y crear las instalaciones e infraestructuras que permitan albergar los futuros buques. Los trabajos estarían liderados por Navantia, como contratista principal del programa, si bien se prevé; que se realicen por empresas subcontratistas.
El contrato además de los buques y la base naval incluye apoyo durante todo el ciclo de vida de las corbetas, tareas logísticas e incluso la formación de dotaciones de la Real Armada saudí.