He visto las que son, para mí, de momento, junto a The Wings of Eagles y Young Lincoln y a falta de revisar The Quiet Man y Grapes of Wrath, sus mejores películas fuera del western (y esto es bastante matizable en un caso). The Rising of the Moon (1957) es una delicia, lleva la disgresión casi hasta lo experimental, tres historias impregnadas en cada fotograma de ese aliento de la Irlanda de ensueño de The Quiet Man, mitad realidad, mitad mitificación y leyenda, estirando las situaciones para realzar las características que siempre le interesan (orgullo, raíces, humanismo, camaradería, tradiciones, nostalgia, humor ...) y contando unas historias mínimas que exprime para destilar todo el lirismo posible no solo con las imágenes de Irlanda, sus sitios y su costumbrismo sino también con unos diálogos llenos de cosas implícitas y de figuras retóricas. Joya libérrima.
Y 7 Women (1966) que, evidentemente, entre algo y mucho tiene de western, es la vida en un fuerte con amenaza exterior y choque de culturas, aunque el emplazamiento no puede ser más lejano al habitual. Es una pieza de cámara delicadísima, con un retrato psicológico de las protagonistas, que interactúan entre ellas de una manera fascinante. Lo memorable es que, pese al planteamiento casi de thriller psicológico, la película avanza sin descanso, no paran de ocurrir cosas que precipitan más y más capas de las protagonistas y reacciones que las desnudan, con un choque entre religión/ateísmo - conservadurismo/progresismo que no solo alimenta los enfrentamientos sino que camufla el misterio maravilloso de un lesbianismo reprimido y teje un auténtico poliedro entre las 3 principales (Bancroft, Leighton y Lyon). Como digo, además, tiene además una trama de amenaza exterior contada desde dentro que la convierte en una pieza de suspense sostenido. Es imposible, ahora mismo, rodar una película más moderna que esta memorable despedida del "fascista". Es que viendo sus últimas películas no es ya que no sea de ideología reaccionaria (que no lo es nunca), es que si las estrenara hoy le acusarían sin piedad de seguidor de la agenda progre, de estar a merced de directrices ideológicas izquierdistas de los poderes, etc.
También he visto The Informer (El delator, 1935) y me ha parecido menor comparado con todo lo que estoy viendo, es una película cuidadísima a nivel formal, con el expresionismo como protagonista, que además se beneficia de una temática irlandesa que tanto gusta a Ford (aquí el IRA en plena guerra civil irlandesa), de su mundo de taberna y sus motivos habituales y, además, consigue crear una atmósfera y un cosmos propio que delimitan la arquitectura y las normas de la película, sin abusar para nada de la moralina ... Pero se me antoja demasiado cerrada, no respira la libertad de las mejores películas de Ford, como si, pese al intento de Ford de llevarla a su terreno, el guion determinista y fatalista se apoderara en demasía del metraje y no nos dejara disfrutar de las disgresiones, tiene algo de Lang (de M o Scarlett Street, por ejemplo) pero el vienés domina ahí mucho más esa fatalidad, mezclándola incluso con humor o terror, según la película; tanto ese punto fatalista como los apuntes semidocumentales y el relato moral es más terreno de Lang que de Ford.