JOHN FORD

Para mí, y por ceñirme a los títulos que ha citado @Ropit "La legión invencible", "El hombre tranquilo" y "El sargento negro" podrían ponerlas al lado de Valance o de Centauros... sin problemas. Son enormes, cuán más o menos enormes unas de otras, es ya cuestión de centímetros (de celuloide) yo al menos, me siento completamente impotente (incapaz) de hacer una lista ordenada de mejor a peor de las mentadas.

Centauros y Valance tienen de su parte la mítica de ser grandes títulos de la historia del cine, y esa mítica cala en el inconsciente colectivo, pero, ¿las hace mejores películas necesariamente?
 
joder, enormísima Rutledge, cosa que ya sabíamos, me parece por momentos una absorbente pieza de cámara, con estas transiciones desde la sala del juicio al pasado, o esos exteriores rodados en interiores, casi un Asalto a la Comisaría o al puesto de la estación, luego va metiendo toques de comedia gloriosos (la jarra de "agua"), lo convierte en un whodunit con Monument Valley al fondo, te plantea un discurso racial y sociológico avanzadísimo en 1960 y ajeno a toda moda cultural y se rodea de un casting secundario y fabuloso, empezando por un Stroode consciente de su papel.

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Es mejor que Liberty Valance. El juego con los puntos de vista, ese arranque fantasmal en la estación, como de peli de terror, el testimonio de Rutledge que, por pura puesta en escena, entra en otra dimensión y Monument Valley a lo bestia.
 
jajaja... Si que te ha dado con Liberty Valance*. Pero no. No es mejor que Liberty Valance. Ninguna lo es.

*A mi también, pero en el lado correcto de la carretera.
 
Ford también sucumbió a las putas series!

4 capítulos hizo en su carrera, 3 de ellos de series estilo antología (muy típico de la época), y el otro no pero casi que lo convirtió en ello:

-El que pone Elliott de Screen Directors Playhouse (Rookie of the Year), serie por la que pasaron también Frank Borzage, John Brahm, Leo McCarey, Allan Dwan, Fred Zinnemann, George Sherman, George Sherman, William Dieterle, Ida Lupino o Byron Haskin entre otros.

-Otro el mismo año de Jane Wyman Presents The Fireside Theatre (Bamboo Cross), otra antología presentada por la actriz del título, que también protagonizó varios de los episodios, como el caso del de Ford. Por lo que veo de la sinopsis en imdb, parece un antecedente directo de Siete mujeres.

-Un episodio de Wagon Train (The Colter Craven Story), la serie de Ward Bond que fue quien desafió a Ford a dirigirlo. La trama general del viaje en caravana se aparca cuando encuentran un médico alcohólico y el personaje de Bond le cuenta para darle ánimos su historia en flashback durante la guerra con Ulysses S. Grant. Cameíllo de Wayne haciendo del General Sherman, como posteriormente en La conquista del Oeste. Con este episodio, Ford se quitó ligeramente la espina de hacer un biopic sobre Grant, proyecto que durante un tiempo estuvo barajando.

-Un episodio de Alcoa Premiere (Flashing aspires), antología presentada por Fred Astaire. Con James Stewart y de nuevo ambiente deportivo centrado en el béisbol y viejos jugadores con oscuro pasado. De nuevo cameo de Wayne como árbitro gruñón.

Aparte, también realizó varios cortos y documentales para las fuerzas armadas a lo largo de los años una vez terminado el servicio durante la guerra…
 
Está muy bien el capítulo, la verdad, se respira ese periodismo deportivo de antaño, de viejos zorros, y tiene una estructura de flashbacks muy curiosa.

Ojo, que @sikander ya hizo reseña!

Y he descubierto uno de la misma época (1955) con Buster Keaton (estoy viendo sus largos de los 20's, todos son memorables) de protagonista y dirección de George Marshall, le echaré el ojo.
 
A Marshall últimamente lo estaba valorando muy positivamente Miguel Marías y gente de su entorno (Jesús Cortés, del blog Postcefalu, por ejemplo)…
 
alguien ha visto peregrinos??


merece?
 
Grande Victor McLaglen en El delator con su Gypo Nolan, un completo bruto que roza la idiotez y que se mueve por impulsos, más que por motivaciones claras, un completo descerebrado que sin embargo se alza con el protagonismo de un film en torno a la traición y al perdón, con el conflicto irlandés de fondo aún reciente. Traiciona a su mejor amigo, buscado por las autoridades británicas, con tal de obtener la exigua recompensa de veinte libras que ofrecen por su cabeza; la culpa la tiene el hambre, la necesidad y unas vagas ilusiones de una vida mejor en América con su pseudo-novia abocada a la prostitución.

Pronto sentiremos tanta compasión como ganas de espabilarle de un sopapo en cuanto comienza a actuar arbitrariamente, víctima de los remordimientos y del consumo cada vez más prolongado de alcohol (increíble la manera de beber del tipo) que le arrastra a las malas compañías, creyéndose el rey y siendo tan sólo el bufón. Gypo es puro lumpen, desarraigado, vagabundo prácticamente y sin empleo ni intención de tenerlo, considerado un paria por todos. Recurre a la agresividad, al autoengaño, a excusas poco creíbles y como de niño, pues guarda un fondo inocente, incluso tierno en su rudeza (cómo intenta patéticamente echarle el muerto a uno que le cae mal por haberle intentado robar a la chica). Se obtiene así un retrato meticuloso del calvario psicológico de un hombre, aun siendo un hombre más próximo a la bestia que otra cosa.

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El entorno es miserable, de pobreza, frío y necesidad; tabernas, burdeles, calles sombrías que patrullan incansables las brigadas de “black and tans” y donde para ser el amo no hace falta más que tener cuatro cuartos en el bolsillo. Sombras, las de un conflicto que se ha cobrado demasiadas vidas y que nadie es capaz de parar. La mirada con que se contempla la resistencia irlandesa es positiva y recaen en ella las simpatías; son valientes, patriotas, íntegros, cuentan hasta con sus propias instituciones para impartir justicia, pero incluso ellos están atrapados en una lógica de violencia y retribución, de no ceder un palmo al enemigo (que aparece deshumanizado), pues el mayor peligro es el de la delación, ya que puede dar al traste con todo.

Son las mujeres fordianas, sean madres, putas, o bien la frágil prometida del héroe, quienes encarnan la sensatez, la piedad, la comprensión, y son quienes más sufren… por otra parte, la subtrama romántica del líder es bastante anémica y en general la cosa pierde cuando no está McLaglen en pantalla. El trasfondo religioso y en concreto católico es indisimulado, pues la película se abre con una cita bíblica, el amigo muerto es literalmente Cristo, nuestro hombre es Judas y “no sabía lo que hacía”, en una historia sobre la redención y el perdón de los pecados para poner fin a tanto mal. Que no salvará nuestros cuerpos quebrantados, pero sí nuestras almas.

La herencia visual muda es descarada, en especial unos primeros minutos en que se nos presenta la situación y a sus implicados, con uso de sobreimpresiones. Es también expresionista y sombría, en una película nocturna, con presencia de un ciego siniestro como los de Lang y de un tribunal que dicta sentencia en una especie de catacumbas, nada casual. Las actuaciones pueden ser tirando a histriónicas y, aunque no abundan, tampoco faltan unos puntos de humor borrachuzo y picaresca callejera, con porrazos varios de exagerado efecto. Pocos planos amplios, más bien cerrados, opresivos, aún con numerosas figuras dentro del encuadre a veces, y algún que otro detalle visual propio del cineasta; la repugnancia con que el villano acerca, con la punta del bastón, ese dinero maldito, o la secuencia del tiroteo con el prófugo, el momento en que este es abatido y se aferra desesperadamente al marco de la ventana antes de caer.

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No me parece mala película pero sí de lo más flojo que he visto de Ford, está tan encorsetada que le falta humor y le sobra psicologismo y herencia del expresionismo, en definitiva rebosa poca libertad.

El arado y las estrellas, del mismo tema y la misma época es muy superior.

Los Oscar ya iban al pedo en aquella época.
 
En el programa de Garci en Telemadrid (Torres Dulce, De Cuenca y Lamet, creo) se nota que no les convence demasiado y la defienden sin ganas.
 
Película perfecta para los que berrean que Ford nunca iba de artista.
 
Yo creo que es una buena adaptacion de la novela, novela que admire mucho en mi juventud. Ford hizo un buen trabajo, puede que no sea de sus mejores peliculas pero si recomendable.
 
Revisada How Green Was My Valley en el bluray que me ha llegado esta semana, buffff, me parece top Ford (ahí con pocas) y su mejor pre-guerra mundial, es una película absolutamente memorable en su sencillez, que mezcla el realismo con una especie de ensueño idealizado (se cuenta desde 50 años en el futuro).

Como en el mejor Ford, casi todos los temas están en segundo plano, el brutal cambio de lo que suponía una cohesión familia-religión-corona hacia una dicotomía capitalismo salvaje-comunismo y, como consecuencia, la generación antigua se ve superada y desilusionada y la "nueva" tiene que emigrar.

Es una película de tener los pelos como escarpias continuamente, los trabajadores cantando cuando vuelven del trabajo, una arrebatadora historia de amor perdido (ojo al plano de ella de novia y el párroco arriba al fondo, en tercer plano!) y las sobrecogedoras figuras de Donald Crisp y Sara Allgood como patriarcas, ...

No hace falta ni siquiera conocer mucho la figura de Ford para intuir que todo lo hace suyo (un encargo!) y le afecta personalmente, parece ser que moldeó a la madre a imagen y semejanza de su madre. Lo que siempre trató, ese cambio generacional (a peor!) aquí está en todo su esplendor.

Aquí los Oscar acertaron!!! Es mucho mejor que Ciudadano Kane. También creo que es netamente superior a su contemporánea Las uvas de la ira, en la que la miseria y el tema de la película se hace mucho más evidente, How Green es mucho más susurrada, menos consciente que la de la Gran Depresión.

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