- Vaaaaale. La cara B del disco. Me siento como cuando Juan Muñoz de
"Cruz y Raya" fue a
"La Noria" a explicar sus nuevos y
"serios" proyectos artísticos y los entevistadores le dijeron: "Eh... sí eso está muy bien... pero haznos la imitación del abuelo que hacías en la tele y esos ruidos con la boca de: "¡Aaaaaah válgame Dios!" y la de Canduterio con el flamenco y tal".
En fin... vamos allá. Va por ustedes.
Nos encontramos ante un típico producto de rápido consumo propio de estos tiempos en los que el cine se digiere con la misma velocidad que un cubo de palomitas. Como no queremos estrujarnos el molondro inventando nada nuevo, qué mejor que volver a situar la trama en plan fotocopia veinticinco años después en la Isla Nublar (Ese pedazo de Isla Nublaaaaaaar... con más hierba que una convención de fans de Bob Marley ¿Te da cuén?), en plan parque de atracciones
"por favor dejen su cerebro fuera antes de entrar".
- "¡Cobardeeeee pecadooor fistroooo! ¡Ponme un cubalibre con Cacacola que quiero cogé un pelotasoooor!"
Ya no se trata de mostrar dinosaurios, recreando especies extinguidas sino de montar un circo con monstruos en el que nos importa un bledo si se parecen a los animales que vivieron hace 65 millones de años o no.
"Que sean más grandes, con más dientes y más guays", como dice literalmente el millonario Masrani, típico y tópico ricachón sobrado, sacado directamente del manual de
"Ricos tontolabas que la palman antes del final para purgar sus culpas". Respecto a este personaje, no me quedó muy claro el papel del acompañante, asistente, secretario, mudo de las gafas de sol, barbita y las melenas que le acompañaba en el helicóptero, más allá de vomitar cuando aterrizan y sospechosamente parecido al Keith Carradine del video de Madonna "
Material Girl":
- "¡Qué petardo de tía! Estoy hasta las narices de divismos de la industria del pop. Con ganas cambiaría de negocio. Lo que fuera..."
- "¿Lo que fuera?"
- "Lo que fuera".
- "Verás... hay un millonario hindú al que le encanta volar y financiar parques con bichos raros y..."
En el parque tenemos como jefe de laboratorio al Dr Henry Wu (BD Wong), más tayudito que en la primera entrega. Desde el momento en que aparece, no sé vosotros, pero yo ya vi que el tipo era raro-malo. No os fiéis nunca de un sosias del Sr Sulu, repeinado y con jersey de cuello alto...
- "¡Como que yo soy el malo!... anda que no habéis visto cine ni na gañanes".
Su conversión, de muchachete alegre, chaval de confianza y dicharachero de la primera entrega:
a villano siniestro, pesetero y frío como el hielo...
- "¡Encerradlos en la guarida del Kraken!"
es menos creíble que la de Ug en
Critters IV" (menudo trauma, con lo bien que me caía el andoba)
:
- "Ven conmigo... si quieres vivir, aunque sea en los 80."
- "Las cosas cambian... la gente cambia... excepto Kevin Bacon".
También en el sector de los villanos tenemos a Hoskins, un Vincent d'Onofrio pasadísimo de rosca con un plan más absurdo que el del Dr, Maligno, Fu Manchú y toda la saga de malotes de las películas de James Bond juntos. Si ellos querían solidificar los océanos, eliminar las patatas Ruffles con sabor a Ketchup (¡y lo lograron los malditos!) o contaminar el petróleo para venderlo a precio de oro, este tipo tiene la idea de utilizar a los velociraptores como armas de guerra y meterlos en Afganistán
.
Lo más delirante no es eso, sino que en una pirueta de guion
"no se cómo seguir mejor dejarlo aquí", como no se recuerda desde que Puccini dejó inacabada
"Turandot" porque no sabía por donde seguir su inmortal ópera, aquí no es sólo que el plan de Hoskins sea una sobrada del quince, sino que es imposible de cumplir. Sabemos desde el minuto uno, que Owen (Chris Pratt) no va a colaborar con él. Tampoco Barry (Omar Sy), ergo, a pesar de que les diga que el plan se hará con o sin ellos ¿Cómo demonios pensaba utilizar a los velociraptores sin la ayuda de ambos?
Por si fuera poco, cuando decide tomar el control del parque, lo hace ayudándose de unos mercenarios que parecen el cruce entre los celtas pseudo prehistóricos de
"Robin Hood, príncipe de los ladrones" y los hombres del Este de
"El Señor de los Anillos". El momento en que su jefe, un barbitas que parecía el hermano gemelo de Jan Valjean, se carga desde el helicóptero a un pterodáctilo parece un descarte de
"Depredador". Sólo falta el estéreo con la música de Little Richard a todo trapo y el chiste de Hawkins:
"Esto es un hombre que le dice a su mujer "cariño, ¿Echamos un polvo?","¡No que ahora le tengo alergia!".
- "Después de
"Los Miserables" me hice mercenario y tal".
- "¿Cómo se llama un dinosaurio presumido? ¡Mirrorsaurio! ¿Lo pillas?"
Afortunadamente, los dinosaurios siguen siendo los reyes de la función. Lástima que su acabado y realismo no se corresponda con puntos tan tronados como cuando nos muestran cómo el Indominus Rex hace creer al personal del parque que ha escapado y nos enseñan las supuestas marcas de sus garras que parecen pintadas en la pared con tiza
:
Obsérvense las garras de este joven dinosaurio trepador.
Todo ello unido con una historia de amor entre Owen y Claire (Bryce Dallas Howard) con diálogos tan manidos como el del tequila permitido o no en la dieta, no poder correr con tacones, bésame o dejameeeee, chulo, chulo tú, no tú más, no tú
o la pseudo trama de relaciones familiares rotas también de manual. El instante en que la madre de los chicos se pone a llorar en pleno Consejo de Administración es
y de humor ¿involuntario? como las aventuras del Hindú Volador, que tiene más peligro a los mandos del helicóptero que Casillas en aquel anuncio de:
"¡Me siento seguroooooooo!".
- "Me han dicho que Captain Baul y yo
vamos a ser las estrellas de un show
con un mosa... mosasaurio creo".
Y llegamos a la gran traca final... la batalla entre Velociraptores, el Tiranosaurus Rex y el Indominus Rex. En el momento culminante, cuando ya el bicharraco se surmerge todo mordido rumbo a las fosas abisales esas, una vez que lo devora el mosasaurio...
- "Yo misa musa no mosasaurio ¿Tú?"
a pesar de que me encantó cuando el Velociraptor mira profundamente a los ojos a Owen en señal de complicidad, trascendiendo durante unos emocionantes segundos la barrera entre especies antes de escaparse corriendo entre las ruinas del parque, me esperaba que a continuación el tío alzase el pulgar en señal de éxito y que el Velociraptor también hiciera lo propio con su garra en plan colegas!!!!!
-
"Guardianes de la Galaxia II: Tienes un nuevo amigo en la tripulación... se llama Naranjito... digo Velociraptor".
-
"Guardianes de la Galaxia II: Más bichos, más dientes, más guay. Ahora con Howard el pato y un Velocirator. Coming Soon".
Sin embargo, la clave de la película. El nombre que está detrás de todo esto, nos lo dejan muy claro con un símbolo que es más valioso que el ámbar en el que se conservan los mosquitos que permitieron la vuelta a la vida a los dinosaurios. Es un guiño muy sutil, pero que no puede dejarnos indiferentes... Y es que al final... todo es completamente Oxley.
- "¡Necesitará otra gorra más grande!"