Leyendo alguna de las escasas entrevistas que concedió a lo largo de los años , a Cahiers Du Cinema, poco despues del estreno de La puerta del cielo, en 1982, percibes mejor su arte.
Para empezar, confiesa que el cine es un misterio y que en cierto modo, eso de que él solo cuenta historias que surgen de los personajes es un poco una mentira, una defensa. Todo parece surgir de una obsesión por ciertas imágenes y pone el ejemplo de John Ford con Monument Valley, donde rodó varias veces pero nadie mas salvo él parecía haber reparado en ese paisaje. Del mismo modo, Cimino parece fascinado eternamente por determinados parajes montañosos y su contraposición con la colisión urbanística ... tal vez porque estudió arquitectura y su ídolo, Lloyd Wright, era un epítome de cómo armonizar edificios con el paisaje, construcciones con naturaleza.
Tambien detalla algunas curiosidades: su tendencia al naturalismo en las localizaciones e incluso trucajes de set ( reconstruyendo al detalle interiores como el del Bar de El cazador, calcado de uno real ) o sobre todo usando a figurantes reales; los americanos rusos de la boda eran tal cual, no extras profesionales. Eso mismo se puede percibir en La puerta del cielo, o su extrema exigencia para que Bridges o Dourif tomaran clases de dicción eslava, patinaje, etc. En cierto modo, es un continuista de Rossellini, dejando la puerta abierta para que la realidad mande el plan de rodaje o recogiendo al vuelo anécdotas para incorporarlas al rodaje.
Cimino creció y se crió en medio de inmigrantes polacos católicos, de ahí que el arranque de El Cazador, aunque pueda recordar en una primera impresion al de El Padrino, adquiere una identidad fuertemente diferenciada del film de Coppola.
Su querencia por el baile y la confesión de que el único género que aceptaría dirigir tal cual sin necesidad de que la idea surgiera de él era la comedia musical , por ahí vino la aceptación para hacerse cargo de Footlose tras la salida de Herbert Ross ( y posterior readmsión tras el despido de Cimino ) ; la idea de Michael era trasladar la acción a una comunidad desfavorecida del sudoeste americando, por Houston, mostrando las barracas de los sin techo en puertos, vías... Cimino lo definía como una especie de Las uvas de la ira en plan musical, lo que hubiera sido un curioso antecedente de Tréme.
De hecho él parece fascinado porque el baile es un artefacto cultural propio de la clase obrera, una expresión de pureza, de alegría esencial. Entre sus proyectos abortados, uno sobre los origenes del flamenco español... en Brasil !
Sobre la música de La puerta del cielo, dijo que quería una música que "se estuviese formando", para ser respetuoso y coherente con la ambientación del film, con ecos de folclores del este de Europa.
El detallismo enfermizo de Cimino llega al punto de respetar correctamente la ubicacion natural del sol entre una escena a oscuras entre Kristofferson y Walken , con la luz entrando por el sur, y la salida de los personajes al exterior!
Admite que todo el film puede interpretarse como un inmenso flash-back que parte del Averill ( Kristofferson )
del epílogo de Newport, al tener la película esa sensación del paso del tiempo, de cierta desesperanza y desilusión.
Su habilidad a la hora de rodar grandes multitudes: trabajaba mucho que cada elemento ( actor ) presente en esos grandes tumultos estuviese bien dirigido y con una acción concreta y reta al espectador a que aísle cada pequeña parte y se fije en los movimentos de los extras, que todos tienen un sentido y que no están por estar ( Nolan, toma nota )
Admite que recibió muchas cartas de espectadores que fueron a ver La puerta del cielo y salieron maravillados, defendiendola y dándole animos para que no se rindiera ( supongo que intuían ya que la peli era un fracaso morrocotudo a nivel financiero )
Sobre Manhattan Sur, realiza una definición del trabajo de director en Hollywood que me parece la mas certera y ajustada a la realidad que recuerdo:
La gente decide hacer una película por numerosas razones. Debemos agarrarnos a la oportunidad que se nos presenta y hacer hasta donde sea posible una cosa personal; [...] necesitamos, a base de voluntad, hacer surgir una buena película de una situación inicial poco prometedora.
En este caso, De Laurentiis le propuso un libreto fiel a la novela en la que se basa que no le interesaba demasiado, y aceptó porque Dino le prometió que tendría libertad para cambiarlo y la novela solo sería un punto de partida. De ahí volcó su interés por la comunidad china asentada en USA , que venía de un antiguo proyecto descartado sobre su contribución a la construcción del ferrocarril de Panamá a Alaska. El final del personaje de John Lone es precisamente, sobre las vías del tren...
Os recomiendo echarle un vistazo a este libro para repasar esta y otras entrevistas a directores americanos de la Cahiers